44. Inicio del fin

La cara de todos cambia, la tensión es completamente palpable

— ¿Crees que las personas lleguen a tiempo? — Pregunta el príncipe de Welham al rey

—No lo sé, por nuestro bien esperemos que sea así— Esa misma tarde el rey da un anuncio sobre la declaración de guerra de los otros reinos, para mi sorpresa la gente no se pone muy nerviosa solo piden al rey proteger a mujeres y niños, muchas mujeres también se levantaran en armas, las personas de este reino son completamente unidas y se disponen a pelear para defender sus hogares, Usher, Brent, Declan y el príncipe de Welham bajamos a donde los soldados y comenzamos a practicar con la espada, si bien tenemos magia si nos llegamos a agotar por completo entones debemos defendernos como personas normales

Yo peleo con Brent, este me enseña a como dar buenos golpes, justo ahora es cuando mas agradezco que  mis hermanos me enseñaran a agarrar la espada de niña, al menos sé que podría defenderme o  a alguien más si algo pasa con mis dones

—Disculpe— Una mujer del servicio se nos acerca así que dejamos de practicar

— ¿Si? — Preguntó

—Sus hermanos han regresado— Eso hace que un nudo desaparezca, estaba muy preocupada por ellos, salgo a la puerta principal y para mi sorpresa los veo con una buena cantidad de gente

—Te dije que soy bueno haciendo amigos — Dice Ev sonriente, yo me abalanzo a los brazos de mis hermanos, ellos me abrazan y me dicen que todo está bien, no perdemos tiempo y les decimos a todas la personas recién llegadas que la guerra está a la vuelta de la esquina, explicamos que Lion entrego una carta en la que el mensaje quedaba más claro que el agua, sus caras no cambian todos dicen que pelearan a nuestro lado, cada uno con diferentes motivos pero aun así estaré eternamente agradecida, regresamos a practicar, así hasta que anochece, cuando es hora de tomar la cena antes debo tomar una ducha rápida ya que he sudado demasiado, mi cuerpo comienza a dolerme peo hoy he aprendido mucho, al llegar al comedor me sirven de comer y yo me devoro todo lo que está en el plato, después no hablamos demasiado, más bien vamos a dormir ya que no sabemos exactamente cuándo será la guerra pero es mejor estar descansados

Me despierto por un movimiento a mi lado, es Usher, es de madrugada, o al menos eso creo, abro los ojos e intento mantener mi mirada en el

— ¿Qué sucede? — Pregunto con tono adormilado

— Se están acercando, los siento —No me mira, solo camina hacia la puerta del balcón, no sale pero su mirada está perdida

— Estaremos bien— Le digo

—Prométeme que harás lo  que debas —Me mira

— ¿A qué te refieres? — Me siento en la cama y lo miro

— Ellos saben que te importo y no dudarán  usarlo en tu contra Medea, si debes elegir entre tu familia y amigos a mí, elígelos a ellos

—En eso te equivocas— Me levanto y camino hacia él, me pongo detrás y lo abrazo, él toma mis manos y pasa de manera suave sus dedos —Ya eres mi familia así que si debo elegir siempre será mi familia y tú lo eres, sé que muchos darían su vida, ahora no eres solo tú, estamos todos en esto, unidos y saldremos victorioso — Él se voltea y me abraza de forma cariñosa

—Quien lo diría— Me toca la nariz con la suya— La buena se enamora del malo, ¿No es cliché?

—Pues veras amor mío— Lo miro a los ojos y sonrió— Soy una chica que adora los clichés — Él se ríe

Un golpe en la puerta nos saca de nuestra conversación, Usher se aleja de mí y va a abrir la puerta, es Declan

—Ronan y algunos aliados de mi padre han llegado, mi padre quiere hacer una reunión— Nosotros asentimos, una vez que Usher ha cerrado la puerta comenzamos a vestirnos de manera que nos veamos un poco presentables, como me imaginaba mis músculos me duelen pero no me paro a pensar en el dolor, una vez cambiados bajamos a donde las personas, somos bastantes, al menos la sala en la que normalmente planeamos las cosas se ha llenado así que debemos cambiar a la biblioteca que es mucho más grande, el rey comienza a hablar

—Antes que nada solo quiero agradecerles que estén aquí y que estén dispuestos a pelear a nuestro lado, sea cual sea la razón se tarta de sus vidas, como todos sabemos en una guerra hay perdidas pero también podemos ganar— De reojo veo a un hombre que aparenta unos cuarenta años, se acerca lentamente a mí, cuando está a mi lado habla

—Hola— Yo volteo a verlo

—Hola— Él me estudia con su mirada de la cabeza hasta los pies

—Eres su retrato — Dice el con un tono de melancolía

— ¿Cómo? — Él se  quita el sombrero que trae

— Me refiero a  tu madre— El mira de reojo a la gente que está aquí — Eres idéntica a ella

—Ah— Le sonrió— Lo sé, me lo dicen a menudo

—Me llamo Dylan—Extiende su mano y nos damos un apretón amistoso— Escuche que estaban reclutando gente, la familia de Ronan, decían sobre la guerra aquí en este reino, al principio pensé en no venir pero cuando juntaron a la agente dijeron algo sobre una guerra entre personas mágicas y especialmente sobre una muchacha, la última de su aquelarre, dijeron que su aquelarre era bueno y que necesitaba ayuda

— ¿Y por eso decidió venir? — Pregunto un tanto confusa, no creo que eso sea muy convincente

—Vine a ver de qué muchacha se trataba y veo que es sobre ti— El sonríe— Lo hago porque tu madre ayudo a mi familia, sin ella mis hermanos y yo hubiéramos muerto, nunca nos dejó pagarle así que esta es mi forma de agradecerle — Sonrió

— Mi madre aun me ayuda aunque ya no esté a mi lado — El hombre sonríe y se acerca a Ronan, yo hablo y me presento con unas cuantas personas, el atardecer llega rápidamente, muchos de nosotros hemos estado en los campos de entrenamiento probando nuestras habilidades con las armas, los que no se siente confiados de sostener una espada van con los que ayudaran a los heridos, la hora de lacena llega rápidamente y se acaba igual de rápido, nadie está bien como para entablar una buena conversación, todos estamos nerviosos, tensos y cansados, de nuevo me acuesto y me pierdo en el mundo de los sueños de manera rápida, me despierto más tarde que de costumbre, al bajar veo que ya es la una, he dormido de mas