Capítulo 2.

No, y definitivamente no.

Ximena.

Un perfecto día no lo puedo iniciar sin que Billie no me esté molestando con los mismo de siempre, ya me cansé de escucharla a cada rato repetirme las mismas cosas una y otra vez. Pareciera que hasta la puedo escuchar susurrarme al oído cada que me voy a dormir.

Lo único bueno de todo esto es que a estas horas de la mañana no la veo y no tengo a una pequeña abejita molesta zumbándome los oídos con la misma candeleta. Aunque Jack, es casi la misma versión de Billie, pero en hombre. Quisiera muy en el fondo poderles pegar una cinta en la boca de esas que son muy pero muy potente para que así dejen de hablar y me dejen en paz por al menos diez minutos no pido más solo diez malditos minutos llenos de silencio. Solo eso es lo que necesito para no perder la cabeza.

Mire a mi costado y Jack tiene la cara más larga que nunca le haya visto, estos últimos días no los ha pasado nada bien al igual que yo, pero bueno, yo no puedo ponerme en su misma situación ya que mi situación se trata solo de mi ex novio, un bueno para nada que me ha hecho la vida cuadritos desde que lo deje hace ya un par de semanas por qué ya no soportada más estar con él y mucho menos tener que suportar que estuviera con otra chica que si le sabía dar lo que quería y no fuera tan pesada como yo suelo serlo muy cotidianamente, pero sobre todo que le ponga toda la atención que la princesa requiera y cuando quiera. Tuve que estar completamente ciega para no darme cuenta de que el tipo solo es un capullo. Pero claro yo solo tengo ese gran poder llamado “amor instantáneo” como defecto porque pareciera que él solo respiro y yo ya le estaba entregando la llave de mi corazón sin siquiera escucharlo hablar. Si, sé que soy una estúpida.

Dejes escapar de entre mis labios un gran suspiro que llamo la atención de Jack.

Jack Pride, un chico de cabello negro y piel vainilla que hace resaltar el color azul de sus ojos cuando sonríe y por supuesto es mi mejor amigo desde que ambos entramos a la facultad. Realmente no veo que tengamos muchas cosas en común, pero me gusta su compañía desde siempre, él simplemente es muy diferente a todos los chicos que conozco de la cuidad. Pero claro. No puedes comprar a un chico de cuidad con un chico de campo que toda su vida o mejor dicho la mayor parte de su tiempo vivió en el campo; solo a veces lo envidio por ello.

—¿Dime por favor que no estás pensando de nuevo en ese hijo de puta de ese, Elaine? —susurra con deprecio.

Le dedique una mirada asesina.

—No. No estoy pensando en él.

—Pues pareciera que lo haces siempre, Elaine.

No tuve el valor para responderle eso último y tampoco quiero iniciar otra discusión con Jack, por muy mi mejor amigo que sea y por mucho que lo ame y a veces me haga quererle arrancar la cabeza; tengo que ser sincera conmigo misma y no se puede superar a una persona con la que pasaste tres años de relación en tres meses de la noche a la mañana. Oh bueno, yo no… lo he logrado del todo.

—Perdón. —Dice al cabo de un par de minutos en silencio—. Se qué no debo de reaccionar de esa forma, pero comprende, Elaine, ese tipo solo quiere hacerte daño y yo no voy a permitir que lo haga.

Sobre eso, “ese” hace un par de día me volvió a buscar cuando me encontraba completamente sola ya que Jack había ido a buscar a Elizabeth su novia a su salón de clases mientras que Tasha y Billie aún estaban en su última clase, intento sacarme platica e intentar hacer otras cosas a las cuales no supe cómo reaccionar, simplemente me quedé como estúpida. Realmente imité mejor a una estatua que la estatua misma. Intento hacer cosas que nunca había hecho cuando éramos novios, pero en ese momento llego Jack y el hombre salió casi que corriendo como todo un cobarde.

Después de eso me comenzó a mandar mensajes diciéndome que deberíamos de vernos y cosas así a las cuales no acepte ya que Billie siempre por lo regular se la vive en mi casa al igual que Tasha.

La forma en que ese y yo terminamos no fue de una forma sana o saludable para mí, siempre se la pasaba insinuando que Jack gustaba de mí y que yo de él, solo por el hecho de ser mejores amigos y sonreírnos mutuamente cada que uno dice alguna tontería y media. Pero no me puedo quejar de nada, yo también lo celada de cualquier cosa que él mismo se atrevía a negar en mi cara, lo vi muchas veces ponerme los cuernos con mis compañeras de clase y otras y, siempre intentando negar las cosas y yo como la niña tonta y enamorada creía en sus mentiras y me dejaba engatusar con sus lindas palabras y gestos lindos que él comenzaba a tener de nuevo conmigo.

Mi vida es como si tuviera que decir que se terminara en una última canción.

Volví a dejar escapar un gran suspiro antes de añadir entre susurros:

—No debes de disculparte por preocuparte por mí —digo con sinceridad—, me gusta que te preocupes por mí ya que eso solo demuestra que soy una persona importante en tú vida, Jack.

Jack se comenzó a sonrojar, al principio creí que por lo que le había dicho, pero cuando dirigí mi mirada a la dirección en la que él tiene su mirada fija me percaté de la razón. Billie, tiende a ser de esas mejores amigas que son bastante pesadas, pero al mismo tiempo te anda emparejando con cada persona que existe en el planeta.

Algún día la podre asesinar sin tener que sentirme culpable por su muerte.

Regrese mi mirada al frente en donde mi profesor de acuarela aún sigue dando la clase ignorando por completo la presencia de mi mejor amiga al otro lado de la pared. No tengo ganas de saber que estupidez este haciendo para que Jack no le quite la mirada y no deje de aguantarse la risa para no llamar la atención de nuestros demás compañeros al igual que la del profesor.

La siguiente hora se me hizo mucho más rápida que la anterior, pasar dos horas sentada en el mismo sitio sin poderme moverme solo provocara que me quede más plana de lo que ya estoy. Suspire por milésima vez en estás dos horas al escuchar que la campa sonó y todo el mundo comenzó a salir del salón para correr a desayunar a la cafetería.