Todo lo que eres por mí
07 de febrero de 2022
Escóndeme entre las sombras y caminar junto a la oscuridad había sido demasiado fácil antes de conocerla, antes de enamorar tanto que dejarla ir me causaría una caída a la oscuridad de la cual jamás creí que fuera a poder salir. Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses y cuando menos lo esperaba ya habían pasado dos años desde mi muerte. Dos años de los cuales los primeros meses la vi sufrir tanto que quería salir de las sombras abrazarle y decirle que todo estaría bien, que no se preocupara más por mí o por si estaba bien en donde estuviera; ahora entendí por qué Ann siempre me decía que dejar ir es más difícil que aceptar que se terminó una historia. Un amor imposible. Un amor que duele hasta el alma tener que dejar ir tan fácil como fue dejarlo entrar en un principio.
No fui parte de sus sueños, tampoco estuve cuando sus metas se lograron. Pero si estuve cuando ella pensaba en mí y me hablaba al cielo, escuchar a diez metros lejos de ella era lo mejor y lo único que podía hacer por mí no por ella; toda bonita historia tiene un buen final quizás el nuestro no era terminar juntos y eso ya era demasiado evidente pero en otra vida siempre la dejaría ir para que fuera feliz, aceptaría vivir una vida sin ella con tal de poderla ver feliz sin tener que cargar le peso de mi secreto que podía o no cambiarle la vida pero es preferible que vida sin ese peso tan grande que es. Al menos Elaine aprendió a que ella siempre debe de ir primero, que su amor propio debe sustentarse para ella misma y después para los demás.
Lo había estado pensando demasiado tiempo, una vida nueva, una persona diferente. Se corto su cabello y se lo pinto más rubia de lo que ya lo tenía, se arregla siempre que debe salir y cuando no lo hace se queda en pijama todo el día disfrutando de la comodidad de su casa de su centro. Logro algo que quizás conmigo jamás hubiera logrado ser sin tener que soportar mis cambios de humor, mi mal carácter y ni falta de muestras afectivas sin hacerle daño. Ella logro volver a brillar, a ser feliz y a gritarle a la vida que vivir con grietas es signo de supervivencia. Cuando la conocí estaba rota y no sabía lo que quería, cuando quise saber más de su vida me di cuenta de que necesitaba a gritos una salida de su pequeña burbuja y la tome y después la deje sin saber bien si lo que sentía en verdad era amor o solo una gran parte de mí le quería hacer daño; pero descubrí que desde el primer día en que nuestras miradas se cruzaron entre todas las demás que estaban a su alrededor ella sería mi propia perdición. Cabe mi propia tumba sin saber que después tendría que enterrarme para volver a salir de ahí sintiendo feliz por haberla podido ayudar a superarse como mujer.
Siempre la amare. Siempre querré verla feliz y cumpliendo sus metas. Siempre fue ella y siempre lo será, pero en esta vida únicamente es ella contra el mundo mi propósito junto a ella se terminó cuando decidí que era mejor dejarla ser feliz sin mí que conmigo.
FIN.