Luciano
Veo a mi mejor amiga Camila saltando en las gradas, le pregunto algunas cosas más a mi hermano sobre la práctica. Solo quiero llegar a su lado y celebrar, ir a las carreras ilegales había funcionado mejor de lo que esperaba y mi padre había caído en la trampa. Por fin podría practicar para ser uno de los mejores pilotos de carreras de auto. Practicamos una hora más y por fin me deja ir a casa, haciéndome prometerle que no volvería a las calles.
— Lo prometo Ethan, solo me dedicare a correr en esta pista.
— Y en la de Nascar – dice el dándome un apretón en el hombro – ahora vuelve con tu chica.
Sonrió pensando en Camila como mía, definitivamente no me opondría, llevo enamorado de ella bastante tiempo. Pero mi amistad es mucho más importante que un simple revolcón. Ella meceré alguien mejor.
Cuando llego a su lado, la tomo entre mis brazos y la hago girar.
— Bájame idiota – dice riendo
— ¿Qué tal estuve? – pregunto mirándole los labios.
— Increíble, eres muy bueno en esto. Me alegro que por fin comenzaras a entrenar.
— Gracias por estar aquí – digo dándole un beso en la mejilla.
— Eres mi mejor amigo – auch eso dolió – obviamente debía estar aquí.
— Vamos a celebrar, te invito un helado.
— Aja, que sean dos – dice acomodándose el vestido – estuve muriendo aquí.
— Que sean dos – tomo su mano y corro hacia el estacionamiento.
Solo espero que esto jamás se acabe y siempre este junto a mí. Sea como amiga o novia, quien sabe.