La Última Carrera

Capítulo 16

Luciano

 

— ¿estas loco? – le digo a Clemente pasando por su lado – Kate se pondrá furiosa.

— Estoy seguro que ni siquiera se acuerda de mi – dice dándome un empujón.

— Sigo sin entender a qué quieres ir.

—  Solo quiero saber si esta bien ¿sí?

— ¿Te enamoraste? – pregunto riendo – te enamoraste de una chica que te uso y te desecho como la mierda que eres.

Suelto una carcajada cuando su cara se deforma furioso.

— Eres un imbécil, al menos yo hare algo ¿tu que has hecho para declararle tu amor a tu cuñada?

— Baja la voz – digo furioso – no te metas en mis cosas.

— Y tu no te metas en las mías.

— Si lo jodes, te mato. Ella ya tiene novio.

— Solo iré a mirar, luego me iré. Lo prometo.

Una hora después estamos esperando a Camila en el vestíbulo, escucho sus tacones bajar la escalera, cuando se vuelve me quedo en silencio y mi boca se abre. Se ve espectacular, hermosa.

— Te ves increíble – digo mientras la ayudo a bajar el último escalón

—  Gracias ¿no será mucho?  Es un día especial pero no quiero opacar a Kate.

Miro a Clemente con lastima, estoy seguro que Kate se comprometerá.

— Estas muy guapa – dice mi amigo tomando en brazos a Nicolás.

Cuando llegamos al restaurante ayudo a bajar a Camila del coche, mientras Clemente ayuda a mi sobrino.

Nos reciben las llaves del auto y entramos, todo esta decorado de una manera sobria, se ve fino. Kate nos saluda desde a una mesa lejana y se pone de pie rápidamente para llegar hasta nosotros, cuando lo hace un jadeo de sorpresa escapad de su boca al ver a Clemente.

— Tú – dice con desde.

— Kate, este es Clemente el mejor amigo de Luciano – dice rápidamente Camila – estaba en casa y pensé que podría venir.

— Oh dios mío, eres aún más hermosa de lo que recuerdo – dice mi amigo y le doy un codazo en el estómago.

— Mierda – dice ella mientras mira hacia atrás, donde un hombre levanta la mano y la saluda, ella hace lo mismo. – me voy a casar.

Dice mientras mira directamente hacia Clemente, el dolor en los ojos de mi amigo me hace sentir pena por él.

— Y- yo – dice tartamudeando – no lo sabía, perdón.

— ¿Qué esta pasando? – pregunta Camila mirando entre ellos dos.

— Nada – dice Clemente – felicidades, creo que seria mejor si me voy.

Kate asiente y toma la mano de su amiga llevándola a la mesa.

— Te acompaño a la salida – le digo dándole un apretón en el hombro.

— Eso fue horrible – dice tratando de sonreír – creo que llegue muy tarde.

— Amigo, nunca es tarde. Estoy seguro que Kate ha pensado en ti.

— Pero se va a casar Luciano, no hay esperanza.

Me despido de mi mejor amigo y vuelvo a entrar, me siento al lado de Camila mientras ella habla alegremente con todos en la mesa ignorando mi presencia. Saludo a algunas personas y presto toda mi atención a mi sobrino que esta contando una nueva historia.

El resto de la noche pasa rápidamente, Kate y su novio anuncian a sus familias que se casaran y ellos aplauden, los abrazan y felicitan. Hago lo mismo que el resto, mientras pienso si algún día podre casarme con la mujer que amo y formar una gran familia.

 

Al día siguiente llego temprano a la pista de carrera, ya era hora de por fin poner al equipo en marcha, toda la gente me está esperando, me abrazan uno a uno y los que no conozco se presentan ante mí, todos menos Clara.

 

— ¿Dónde está la masajista? ¿clara?

— Desde que murió Ethan no se ha visto por aquí, quizás se fue pensando igual que el resto. Que esto había acabado para todos. – dice Felipe

— ¿Felipe tienes algún número o una dirección donde encontrarla?

Él me mira extrañado

— No quiero que ella pierda su trabajo, me gustaría hablar con ella personalmente y pedirle que regrese. – digo sonriendo

— Claro, déjame ir a buscar mi agenda – se marcha y miro todo el lugar, esto se ve depresivo.

— Toma – dice entregándome un papel – vive al otro lado de la ciudad, pero sé que la encontraras, esperemos que quiera volver, ella era muy amiga de Ethan.

— Si claro, me lo imagino. Muy amigos – digo con sarcasmo – en fin, fue un gusto verlos equipo, nos veremos el lunes.

Me despido de todos y subo a mi coche camino a buscar respuestas.

Cuando llego a su dirección veo el mismo auto de aquel día, me bajo del auto y toco el timbre.

Unos segundos después la puerta se abre y la mujer de cabello rojo salta así atrás asustada.

— ¿puedo ayudarte en algo? – pregunto poniendo su mano en su estómago, su vientre se ve abultado.

— ¿eres Clara?

— Sí y ¿tú eres?

— Soy Luciano Clark, hermano de Ethan – sus ojos se abre sorprendida.

Me mira mucho más de lo normal e intenta cerrar la puerta, pongo mi pie impidiendo que esta se cierre por completo.

— No sé qué haces aquí, pero hace mucho que ya no trabajo para él.

— Qué raro ¿no lo crees? Me dijeron que eran muy amigos antes de que muriera – veo lágrimas en sus ojos.

— Sí, lo fuimos, pero deje de trabajar para Ethan unos días antes de su muerte. Por favor necesito que te vayas.

— Solo quería saber si querías volver a trabajar en el equipo, pero viendo tu estado ¿quizás puedas recomendarme a alguien más?

Su mano se vuelve protectora sobre su vientre y retrocede un poco más.

— No puedo, no conozco a nadie más. ¿puedes quitar tu pie? O llamare a la policía.

— No te preocupes Clara, no es necesario. Solo una cosa más ¿mi hermano sabía que sería padre? O se lo ocultaste.

— No sé de qué estás hablando – dice llorando

— No es necesario que me mientas, encontré fotos de ustedes en su despacho. ¿acaso te sientes culpable de su muerte? ¿fuiste tu quien lo llamo dos días antes de su muerte? ¿le dijiste que estabas embarazada y él te rechazo?



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En el texto hay: traicion, celos, amor

Editado: 13.01.2022

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