La Última Corona

Capítulo 14: "La ciudad de las bestias"

 

Los tres compañeros empezaron a bajar las escaleras. Change lideraba la marcha, seguido de cerca por Lilith y Krista. Ya llevaban varios minutos bajando y parecía que la escalera no terminaría nunca. Y, como para complementar, tenían otro problema.

-Esto se esta volviendo cada vez más oscuro- comentó Lilith.

-Es cierto, no hay luz aquí abajo- dijo Change- Es peligroso seguir bajando así.

-Yo me encargo- dijo Krista mientras levantaba su báculo- Lumen!

Desde el centro del báculo empezó a brillar una intensa luz que iluminaba todo a su alrededor.

-Eso esta mucho mejor- dijo Change- ¿Hay algo que no puedas hacer, Krista?

-Incluso yo tengo mis límites- dijo ella- Solo que aún no he tenido la necesidad de forzarlos.

-Cambiando de tema- intervino Lilith- Change, ¿cómo supiste que la última pieza era la cúpula?

-Fue por simple deducción lógica- respondió Change- La energía mágica se estaba concentrando en un solo punto y lo que había que hacer era esparcirla. Se me ocurrió que la cúpula podía servir como catalizador debido a su forma tan particular. Por cierto, ¿sabes que nos podemos encontrar allí abajo, Krista?

-No tengo ni idea- respondió ella- Lo único que pude averiguar es que los Guardianes utilizaban la ciudad como un gran almacén para guardar... cosas.

-¿Qué cosas?- preguntó Lilith- ¿Tecnología? ¿Armas? ¿Un gran pollo asado?

-No, no y ¿por qué demonios guardarían un pollo asado en unas ruinas?- preguntó Krista.

-No lo se, tengo hambre y ya se pasó la hora de la cena- dijo Lilith echando sus brazos hacia delante.

-Te dije que deberías haber comido algo antes de venir- dijo Change.

-En circunstancias normales estaría encantada de discutir contigo pero tengo demasiada hambre para hacerlo- dijo Lilith.

Change no se molestó en disimular su risa lo cual provocó que Lilith hiciera un puchero en señal de molestia. Change decidió hacer su buena acción del día y rebuscó en su mochila un segundo hasta que encuentra lo que estaba buscando.

-Toma Lilith- dijo.

Change le entregó un pequeño paquete envuelto en papel de cocina. Lilith lo toma sin saber exactamente que contenía.

-¿Qué es esto?- preguntó.

-Ábrelo y lo averiguarás- respondió Change.

Lilith hace lo que Change le dice y casi se cae de la sorpresa. Dentro había media docena de sándwiches de jamón y queso, tan frescos como si los hubieran preparado recién.

-¿Para mí?- preguntó Lilith.

-Así es- respondió Change- Tenía planeado guardarlos para después pero como estas tan desesperada...

Change no pudo terminar de decir la frase porque Lilith se levó uno de los sándwiches a la boca y lo devoró de un bocado. Seguido de otro. Y otro más. Y así hasta que no quedaron ni las migas.

-¡Por el amor de Dios, Lilith, aunque sea ten algo de moderación!- exclamó Krista- ¿¡Es que acaso no te preocupa tu figura!?

-Krista, una de las muchas ventajas de ser un demonio es que tengo un metabolismo excesivamente rápido- dijo Lilith- Lo cual implica que puedo comer mil veces más que esto sin subir un solo kilo. Algo que, sin duda, muchos humanos apreciarían.

-No hay duda de ello- dijo Change mientras se reía- Aunque yo nunca he tenido problemas con eso. Soy pesado pero es más que nada por culpa de estos huesos tan largos que tengo. Krista es otra historia. Ella si esta rellenita.

-Exacto- dijo Lilith- Como un pavo para Navidad.

-Ustedes dos quieren morir ¿verdad?- preguntó Krista sintiéndose cada vez más molesta.

Change y Lilith se ríen con ganas y en seguida se les suma Krista. Pero justo en ese momento sus risas se ven interrumpidos por un fuerte gruñido que los pone a todos en alerta.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó Change.

-No lo se pero no quiero averiguarlo- dijo Krista.

-El sonido vino desde el fondo- dijo Lilith- Sea lo que sea que haya provocado ese ruido nos esta esperando allí.

-Pues no podemos hacerle esperar ¿verdad?- peguntó Change.

-Si, es de mala educación llegar tarde a la cena- dijo Krista- Especialmente cuando probablemente la cena seamos nosotros.

-Deja de quejarte Krista- dijo Lilith- No importa que cosas haya allí, podemos encargarnos de lo que sea.

Lilith empezó a correr escaleras abajo seguida de cerca por Change y una aún dudosa Krista. Tardaron bastante en llegar hasta abajo. Tanto que a Change le empezaron a doler los pies. Cuando finalmente llegaron lo primero que vieron fue una gran puerta de hierro pero Change estaba más interesado en descansar después de estar casi una hora bajando escaleras.

-No es momento de descansar Change- lo increpaba Lilith- Tenemos trabajo que hacer.

-¡Por favor Lilith!- exclamó el- ¡Solo cinco minutos!

-De acuerdo- dijo ella- Pero no más de eso.

Mientras, Krista examinaba con suma curiosidad la puerta de la ciudad.

-Es muy distinta de la puerta de Renterión- dijo ella- ¿De que material estará hecho?

-¿En serio es lo único que te interesa?- preguntó Lilith.



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Editado: 13.03.2018

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