La Última Corona

Capítulo 17: "Pasado Presente"

Toda la sala en que Change se encontraba se desvaneció de la nada. Incluso la corona había desaparecido de sus manos. No había rastros de ninguna de sus amigas. Ahora se encontraba como flotando en un vacío de un color azul pálido.

-¿Hola? ¿Hay alguien?- preguntó Change- ¿Lilith? ¿Krista? ¿Elektra? ¡Alguien responda!

Pero no obtenía ninguna respuesta. Mira para todos lados, intentando ver algo que lo guiara o lo ayudara. Entonce, ve el trono que se encontraba antes en la sala. Pero estaba distinto. Para empezar, no tenía al esqueleto ni la corona, lo cuál decepcionó un poco a Change. En segundo lugar, parecía mucho más... nuevo. Como si lo hubieran hecho ayer. Change va "flotando" hasta él y lo revisa de arriba abajo, buscando alguna pista. Pero lo que no sabía era que lo que de verdad debía procurarle estaba detrás de él.

-Muy bonito, ¿no crees?- preguntó la voz de una mujer.

Change pega un salto antes de girar a ver quien le había hablado. En principio pensó que era Lilith pero luego notó que la chica era algo más alta que su amiga y que su pelo era color castaño, no negro. Aún así, y a pesar de su voz, no parecía en lo absoluto mayor de edad.

-Hola, Change Pierce- dijo la mujer- Un largo camino hasta aquí ¿verdad?

.¿Quien eres?- preguntó Change- ¿Qué es este lugar?

-Una pregunta a la vez, si no es demasiada molestia- respondió la mujer- Mi nombre es Rena III. Última reina del Reino de Merisan, cuya capital era la ciudad de Albernia. Y, ahora mismo, estas en un pequeño programa de seguridad que inventamos hace ya mucho tiempo.

-¿Todo esto... es un programa?- preguntó Change.

-Así es- respondió Rena- Es algo parecido al Espacio Alterno pero hecho enteramente por pura ciencia. Increíble ¿verdad? Y, si lo que te preocupan son tus amigas, descuida. Mientras estés aquí el tiempo en el plano normal no pasará. Lo cuál nos da bastante tiempo para que te muestre un par de cosas.

-¿Tienes algo que mostrarme?- preguntó Change- ¿Qué cosa?

-Tu ya conoces parte de nuestra historia, gracias a tu amiga Archidemonio- respondió Rena- Pero, si lo que pretendes es resucitar a los nephalem debes conocernos. No como nos ven las otras razas sino como realmente somos.

-Hay algo que no entiendo- dijo Change- ¿Estas... viva?

-No- respondió- Mi cuerpo desapareció hace tiempo. El esqueleto que viste era lo último que quedaba de mi. Ahora no soy más que una proyección, una inteligencia artificial con la personalidad y recuerdos de la verdadera Rena, además de la capacidad de interactuar contigo casi como si estuviera viva. Tengo un solo objetivo en mi programación. Esperar a aquel que representa nuestra salvación. A ti. Ahora, deja que te explique todo lo que hemos vivido. El recorrido de una raza con todo lo que ha sufrido.

De la nada aparecieron en medio de un gran prado verde donde había varias colinas. Un pequeño grupo de casas de madera, más o menos organizadas, se extendía por el lugar. Sobre la montaña más alta había otra casa, solo que esta era más grande, lo suficiente como para albergar a varias personas.

-¿Dónde estamos?- preguntó Change.

-Estamos en un punto del tiempo poco después del surgimiento de los nephalem- respondió Rena- Hoy, en este lugar, los nephalem escribirán la primera página de su historia. Y lo harán con sangre.

En lo que parecía ser el centro de esa pequeña aldea, unas cincuenta personas estaban reunidas, paradas, muy juntas entre sí y hablando muy fuerte. Change se sorprendió. Eran todos nephalem. Los había de todos los tipos. Hombres y mujeres. Altos y pequeños. Blancos y morenos. Y sin embargo, todos se trataban como si fueran iguales. Todos llevan, mas o menos, la misma vestimenta, con ligeras diferencias de color. Rena avanzó hacia el círculo seguida por Change. Por unos segundos más el parloteo continuó hasta que llegó otra persona. Este era algo alto aunque no tanto como Change y tenía el pelo tan rojo que parecía que se prendería fuego en cualquier momento.

-¡Silencio, hermanos y hermanas!- exclamó el nephalem e inmediatamente todas las voces callaron- Eso esta mejor. Yo, Larisus, como líder temporal de nuestra pequeña comunidad, doy por comenzado este parlamento común. En primer lugar, le daré la palabra a Danus, el cuál les explicará una situación que es... delicada, como mínimo. Danus, si eres tan amable.

Una de las personas que se encontraba en el círculo se adelantó hasta quedar en medio de todos. Tenía un pelo negro largo que le llegaba hasta los hombros.

-Muchas gracias, Larisus- dijo Danus- En primer lugar, hermanos y hermanas, quiero declarar por el Creador que todo lo que saldrá de mi boca de ahora en más es la verdad y nada más que la verdad.

-De acuerdo, Danus. Sabemos que eres un hombre de palabra- dijo Larisus- Anda, diles lo que me has contado a mi.

-Por supuesto- dijo Danus- Hermanos y hermanas, estamos en peligro. Ayer, tras terminar mis labores diarias, decidí que daría una caminata antes de regresar a casa ya que era un día muy bonito. Sin querer, terminé llegando a la Gran Casa. Y escuché una conversación que me dejó con los pelos de punta. Nuestros padres... están planeando asesinarnos.



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Editado: 13.03.2018

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