TERRANCE
La noche en la que Kendall me pidió que finja ser un esposo feliz fue un desastre desde el principio.
Phoebe y yo nos mantuvimos en personaje durante todo el tiempo, pero algo en mi interior no podía soportar la situación. Ver a Phoebe haciendo como si nada hubiera pasado entre nosotros fue más difícil de lo que esperaba.
Mientras Luke y yo nos aburríamos en el salón, Phoebe se dedicaba a la cocina. Su voz dulce y melodiosa llenaba el apartamento mientras ella canturreaba junto a Beyoncé. No pude evitar sonreír al verla tan feliz, aunque sabía que no era gracias a mí.
Cuando Kendall nos pidió ayuda, no pude negarme. A pesar de que habíamos pasado por momentos difíciles, siempre había un lugar especial en mi corazón para Phoebe y nuestro hijo. Pero el fingir que éramos una familia feliz y normal era un acto demasiado doloroso para mí.
Luke, sin embargo, parecía estar disfrutando de la situación. El mocoso había heredado mi sentido del humor y se aseguraba de añadir comedia a la cena cada vez que podía. Al ver que Kendall estaba ocupado en la cocina, Luke decidió tomar el control de la situación y añadirle su toque personal.
—Oye, papá, ¿crees que podríamos pedir una pizza? —preguntó mientras me guiñaba un ojo.
—¿Una pizza? ¿No te gusta lo que está preparando tu madre? —le pregunté, intentando que Phoebe escuchara nuestra conversación.
—No es eso, es que siempre es divertido pedir pizza. Y además, así podríamos comparar cuál es mejor: la pizza de mamá o la de la pizzería de la esquina —respondió con una sonrisa pícara en su rostro.
Phoebe y yo nos miramos y reprimimos la risa.
Luke siempre sabía cómo añadirle un poco de diversión a las situaciones más aburridas.
Phoebe se ríe y le da un suave golpecito en el brazo a Luke, este corre a su regazo y le susurra algo.
—No seas malo, cariño. Tu padre no apesta, solo tiene un olor particular—dice con una sonrisa malvada en el rostro.
—Sí, un olor particular a victoria—añado para darle un poco de picante a la conversación.
En ese momento, suena el timbre y Phoebe va a abrir la puerta.
Me quedo en la cocina terminando de preparar la ensalada mientras escucho las voces de Kendall y su novia, Arabella.
—¡Hola a todos!—dice Kendall entrando en la cocina con Arabella detrás de él—Esta es mi novia, Arabella.
—Encantada de conoceros, Phoebe y Terrance—saluda Arabella con una sonrisa.
—El placer es nuestro. Siéntete como en casa—dice Phoebe amablemente.
Kendall me mira con una sonrisa en el rostro y me guiña un ojo.
Parece que todo va según lo planeado. Ahora solo queda disfrutar de la cena y mantener esta farsa de matrimonio feliz durante unas horas más.
Phoebe se levanta de la mesa y se dirige a la cocina, y en ese momento, Luke aprovecha para lanzar una broma de las suyas.
Finalmente este parece observar la escena con seriedad.
—Papá, ya que mamá está ocupada, ¿no quieres ayudarla en la cocina?
—Sí, claro, voy a ayudarla a limpiar todos los trastos sucios que habéis dejado todos en la cocina.
Me levanto de mi asiento y voy hacia lo que siempre consideré mi mujer.
La tensión sexual que había entre Phoebe y yo en la cocina anteriormente vuelve a aparecer.
Phoebe y yo nos quedamos en silencio unos segundos, solo escuchando el sonido de nuestros propios latidos.
Finalmente, rompe el silencio.
—¿Por qué me abandonaste? —me pregunta, con lágrimas en los ojos.
Trago saliva, sintiendo un nudo en la garganta.
No sé cómo responderle, pero sé que no puedo mentirle más.
—¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada de Luke? —Respondo, con voz temblorosa.
Phoebe me mira fijamente, procesando mis palabras. Luego, su expresión se vuelve fría y distante.
—Así que mi culpa fue no decirte que iba a tener un hijo tuyo—Dice, con sarcasmo.
Intento acercarme a ella, pero me detiene con una mano.
—No te acerques a mí—Dice, con voz cortante. —No quiero volver a tener nada contigo. Lo que hiciste fue imperdonable.
Me quedo ahí, parado, mirando cómo se aleja hacia la sala. Me siento vacío, como si algo vital hubiera sido arrancado de mí.
Intento ignorar la tensión, vuelvo a la mesa con Arabella y Kendall.
Luke se ríe de algún comentario suyo probablemente y Phoebe finalmente entra en ese momento en la sala con una bandeja llena de postres.
Intento no mirarla directamente a los ojos para evitar recordar el reproche que me hizo hace unos minutos en la cocina. Pero no puedo evitar sentirme mal por haberla lastimado en el pasado y por las cosas que nunca le dije.
Me concentro en la cena y trato de ser amable con Kendall y Arabella, pero la tensión entre Phoebe y yo es palpable en el aire.
La cena continúa, pero ya no me importa. Me siento como un extraño en mi propio hogar, rodeado de gente que me odia. No puedo evitar pensar en lo que pudo haber sido si hubiéramos hecho las cosas de manera diferente. Pero ya es demasiado tarde para eso.
(***)
Al final, la cena fue un éxito gracias a la ayuda de Phoebe y a los comentarios divertidos de Luke. Aunque para mí, la noche fue una tortura emocional. Ver a Phoebe tan feliz y tan lejos de mi alcance fue más difícil de lo que había imaginado.
Después de que Kendall y Arabella se fueron y Luke se fue a dormir, Phoebe y yo nos quedamos solos en la sala.
La tensión era palpable, podía sentir su mirada fija en mí. Finalmente, tomó la palabra.
—No puedo creer que después de todo lo que ha pasado, estemos aquí de nuevo —dijo con voz firme.
Me quedé en silencio, no sabía cómo responder a eso. Sabía que tenía razón, pero no quería revivir el pasado.
—¿No tienes nada que decir? —insistió.
—No sé qué decir, Phoebe. Ya hemos hablado de esto antes, no quiero discutir de nuevo.