PHOEBE
Estaba en la cocina preparando la cena cuando Hannah llegó a la casa. Sabía que algo andaba mal por la forma en que me miró.
—Phoebe, tenemos que hablar —dijo Hannah en un tono serio.
—¿Qué pasa? —pregunté, preocupada.
—Es sobre Terrance y Eduardo. Están en una guerra abierta y las cosas se están poniendo muy peligrosas. Si sigues aquí, podrías correr peligro.
Me quedé en silencio, tratando de procesar la información. Hannah tenía razón. Había visto suficiente violencia en mi vida como para saber que esta situación podría terminar mal.
—Porque esto no es vida, Phoebe. No puedes seguir viviendo con el miedo constante de que algo le pase a Terrance o a Luke. Además, no puedes negar que esto te está afectando a ti también. Te veo cansada, estresada, preocupada todo el tiempo. No es justo que vivas así.
Hannah tiene razón. Yo no he querido aceptarlo, pero sé que esto no es vida. Pero, ¿cómo escapar de la mafia? ¿Cómo dejar todo lo que Terrance ha construido? No sé si podré.
—Hannah, lo sé, pero no puedo simplemente dejar todo esto. Terrance y Luke necesitan mi protección. Además, no puedo dejar a Terrance solo, es peligroso.
—Phoebe, no tienes que dejar a Terrance solo. Puedes llevarlo contigo. Pueden comenzar una nueva vida juntos. Sé que no es fácil, pero piénsalo. La vida es corta y no podemos vivir con miedo todo el tiempo.
Hannah tiene razón. Tal vez sea hora de tomar medidas drásticas y escapar de todo esto. Pero no puedo hacerlo sola. Necesito hablar con Terrance y ver qué piensa.
—¿Qué sugieres que haga? —pregunté finalmente.
—Tenemos que irnos, Phoebe. Ir a algún lugar donde estemos a salvo y podamos empezar de nuevo.
Me mordí el labio inferior, luchando contra las lágrimas que amenazaban con salir. Sabía que Hannah tenía razón, pero no podía imaginar dejar todo lo que había construido con Terrance.
—No puedo simplemente abandonar a Terrance y Luke —dije finalmente de nuevo arrastrando esas palabras.
—Lo sé, Phoebe, pero tenemos que pensar en nuestra seguridad. Podemos llevárnoslos con nosotros. Irnos a algún lugar donde nadie nos encuentre.
Me quedé en silencio, sopesando las opciones. Sabía que Hannah tenía razón, pero no podía evitar sentir que estaba huyendo. Pero al final, mi instinto de proteger a mi familia se impuso.
—Está bien —dije finalmente. —Voy a hablar con Terrance y ver si podemos arreglar algo para que podamos irnos juntos.
Hannah asintió con una sonrisa triste en el rostro.
—Te apoyaré en lo que decidas hacer, Phoebe. Pero recuerda que lo más importante es nuestra seguridad y la de los niños.
—¿Niños?—pregunto con sorpresa emocionada. Hannah baja la cabeza. —¿Estás embarazada señora policia? ¿Es de Jared?—a medida que pregunto, la emoción crece en mi.
No me lo podía creer.
Mi mejor amiga estaba embarazada del hermano del hombre de mi vida, debíamos ser la envidia de cualquier grupo de adolescentes. Excepto por la parte de correr peligro.
Hannah asiente con la cabeza, las lágrimas se deslizan por sus mejillas.
—Lo siento mucho, Phoebe. No debería haber venido aquí a decírtelo, pero no sé a quién más acudir. Sé que esto te pone en peligro, pero no sé qué hacer.
—No te preocupes, Hannah. Lo entiendo. Jared nunca debería haberse metido en esto. Pero ahora, ¿qué podemos hacer?
Hannah suspira y se frota la frente.
—No lo sé. Lo siento, Phoebe, lo siento mucho. No quería ponerte en riesgo.
—No te preocupes, Hannah, lo vamos a solucionar. Vamos a salir de esta juntas, y te prometo que te ayudaré con lo que necesites.
Hannah levanta la vista y me mira a los ojos, agradecida.
—Gracias, Phoebe, en serio. Eres una gran amiga.
—Y tú también lo eres, Hannah. Ahora vámonos, necesitamos hablar esto con Jared y encontrar una solución antes de que sea demasiado tarde.
—No, no quiero decirle a Jared que estoy embarazada, es un mujeriego infantil, idiota y una larga lista de insultos más—suelta ella enfadada, a medida que habla su emoción crece. Sonrío negando. Mi amiga estaba enamorada.
Observo a Hannah con una sonrisa mientras noto la emoción en su voz y su gesto. Me alegro por ella y por el nuevo bebé que viene en camino.
—Entonces, ¿por qué quieres que nos escapemos lejos de la mafia?—pregunto curiosa, tratando de entender la situación.
Hannah suspira y se sienta en el sofá, invitándome a sentarme a su lado.
—No quiero que este bebé crezca en medio de la violencia y el peligro que rodea a Jared y a la mafia. Quiero que tenga una vida normal, lejos de todo esto. Y tú y Luke también merecen esa oportunidad, Phoebe. Podemos empezar de nuevo en otro lugar, sin tener que preocuparnos por la mafia persiguiéndonos.
La idea de escapar de todo lo que nos ha causado tanto dolor y miedo suena tentadora, pero también sé que no es tan fácil. No puedo simplemente dejar atrás mi vida y mi relación con Terrance. Además, ¿cómo podríamos empezar de cero en otro lugar sin dinero ni recursos?
—Lo sé, Hannah, pero no sé si eso es posible. No puedo simplemente dejar todo atrás. Además, ¿cómo podríamos sobrevivir sin recursos?—pregunto con preocupación.
Hannah suspira de nuevo y me abraza con fuerza.
—Lo sé, Phoebe, pero podemos encontrar una manera. Juntas podemos hacerlo. Lo importante es proteger a nuestros hijos y asegurarnos de que tengan una vida mejor.
Sus palabras me llenan de esperanza y me hacen darme cuenta de que, en efecto, lo más importante es la seguridad y la felicidad de nuestros hijos.
—¿Cómo y cuando sucedió?—pregunto emocionada ignorando todo el caos.
Hannah respira profundamente antes de responder.
—Fue hace unas semanas, después de la cena en su casa. Habíamos bebido un poco y luego pasó, simplemente pasó. No sé cómo explicarlo, pero fue hermoso y aterrador a la vez. Me hizo sentir viva y completa, pero también sé que esto complica las cosas aún más. No puedo dejar mi trabajo y tú no puedes dejar a Terrance y a Luke, pero sé que quiero a este bebé y no quiero que tenga que crecer en medio de todo esto—dice Hannah con lágrimas en los ojos.