77 - En el Aeropuerto

Desafortunadamente no funcionó, ya que sucedieron varios eventos imprevistos ...

Las molestias ya han comenzado camino al aeropuerto. Era la hora punta, por lo que había mucho tráfico y no había atajos disponibles. Después de estar atrapada en el tráfico durante horas, Helena decidió ir a pie, ya que estaba a solo unas cuadras del aeropuerto. Me alegro de haberme puesto zapatillas, fue un buen paseo ...

A decir verdad, fue un paseo horrible, como las aceras estaban abarrotadas de gente sin un ápice de noción, seguían hablando, bloqueando el paso. Y solo porque tenía tanta prisa, caminaron muy lentamente, solos en paz. Ni siquiera se parecían a São Paulo ...

En esta prisa, terminó tropezando con gente. Y siempre había alguien que la reconocía como la chica de París. Aparentemente, ella no fue la única que vio su transmisión ...

_ Ella es ella misma, la chica de París de Raymond.

_ ¡Ella va a su encuentro!

_ ¡Sabía que lo haría!

_ ¡Que seas muy feliz!

Todos querían detenerse y hablar. Para no ser grosera, siempre dije que tenía prisa. Y para empeorar las cosas, se topó con la última persona a la que nunca quiso volver a ver, ni siquiera bañada en oro ... Luiz.

_ Oh que belleza. ¡Cuanto más rezo a los dioses, más inquietante aparece ante mí! _ Ella escupió las palabras enojada al verlo ... literalmente hablando. Incluso saltó hacia atrás para escapar de la saliva que ella le arrojó.

_ Credo Lena, ¿esta es una forma de hablarme?

_ ¿Y por casualidad hay otra forma de hablar contigo? De hecho, después del daño que me has hecho, ni siquiera deberías atreverte a hablar conmigo, y mucho menos a llamarme Lena.

Bajó la mirada avergonzado. Luego vio la maleta que llevaba.

_ ¿Vas a viajar?

_ ¡No te interesa!

_ ¿Vas a conocerlo? _ También vio la transmisión de la propuesta de matrimonio de Sabriel: _ Wow Le, llevamos tanto tiempo saliendo ... este tipo aparece de la nada y ¿vas a vivir con él?

_ Tienes razón, nos fuimos por mucho tiempo ... íbamos a vivir juntos, ¿te olvidaste? Y lo que hiciste, lo arruinaste en solo un segundo, engañándome con esa perra. Y desaparecer frente a mí, porque esa María Tatame tuya es bastante capaz de aparecer.

_ Sí, la cagué ... _ Luiz dijo que desde el día en que se involucró con Nubia, su vida solo ha cambiado ... de hecho, tropezó hacia atrás. Fue expulsado del UFC, su madre ya no le habla, como la mayoría de sus amigos. Y hasta ahora no ha conseguido trabajo, porque la loca de la Nubia no lo deja solo.

Aunque no se lo merecía, Helena sintió lástima por él ... pero no había nada que pudiera hacer y aunque pudiera, no lo haría. Durante los años que había sido su novia, había hecho todo y un poco más por él, solo para finalmente engañarla. Y todo por chismes de terceros ...

_ Fue culpa de tu amigo Roberto ...

_ Sí y preferiste creer en él que en mí. En otras palabras, eres tan culpable como ese idiota que nunca fue mi amigo.

_ Si pudiera retroceder en el tiempo, haría todo diferente... lo siento.

_ Yo también.

_ Si no hubieras conocido a ese Raymond Acevedo ... no sé, tú ...

_ No te daría una oportunidad. _ lo interrumpió: _ lo máximo que puedo hacer es desearle buena suerte a partir de ahora. Adiós Luiz. _ se alejó de él y continuó su camino hacia el aeropuerto.

*

Llegar al aeropuerto fue lo mismo. Todos querían ver a la chica de París de Raymond Acevedo subir al avión para saludar. Esto ya estaba empezando a irritarla.

Y su irritación no hizo más que aumentar, pues además de tardar mucho en hacer el check-in, se enteró que hace una hora despegaba un vuelo directo a Florida y solo mañana tendría otro, pero para no perderse el viaje, le ofrecieron otro vuelo sencillo, pero con escalas en Salvador y Recife. Le tomará el doble de tiempo llegar allí, pero lo aceptó solo para no tener que irse a casa.

Lo cual fue una mala idea ... Helena no sabía qué era peor, si era soportar el acoso del público o el tiempo de espera en el aeropuerto, ¡o ambas cosas!

El vuelo, que debería haber demorado el doble, terminó siendo triple, porque entre las escalas entre Salvador y Recife hubo una tormenta que retrasó el viaje. El avión atravesó turbulencias y tuvo que hacer una parada forzosa en Manaus. Y como Helena no podía comprar otro billete y no tenía un vuelo directo allí, tuvo que esperar.

Y entre una parada y otra, siempre había algún fan loco de Raymond que quería sacarse una foto con ella y hacerle preguntas lascivas sobre él.

Por un momento, consideró seriamente dejar toda esta locura y volver a casa. Se estaba arrepintiendo de haber dejado la casa en el calor del momento. También reflexionó sobre su vida a partir de ahora, sobre cómo podrá lidiar con la fama de Ray y el acoso de los fanáticos.

Pero ya había ido demasiado lejos para darse por vencida. Mientras estuviera allí, iría hasta el final. Solo esperaba que todo saliera bien.