Era martes y Natalie y Robert, tenían que visitar a Sayumi.
Los días de visita, Robert no iba a trabajar a la oficina por las tardes, trabaja desde su oficina en casa, y desde allí gestiona papeles.
Llegaron a la agencia de adopciones, Jessica les estaba esperando, hablando con John.
—¡Hola buenos días! Jessica y compañía, que tal ¿Cómo estáis?¡Ya falta menos para Merry chrismast—dice Robert.
—¡Buenos días pareja! ¡Si ya nos falta menos! El tiempo pasa muy rápido, ¡Aquí estamos pasando el día! —Dice John.
—¡Hola buenos día! Parejita, ¡Bueno vallamos a ver a Sayumi, estará impacienté! —Dice Jessica.
Se despidieron de John, se subieron en el ascensor, e iban conversando.
—¡Si la pequeña es muy espabilada! No sé cómo sabe los días de visita, —dice Natalie sonriendo.
—Los pequeños saben mucho todos, estoy llevando a una pareja que quiere adoptar, a un niño, que tiene tres años, y a ella le dice mi mama, se pasa toda la visita, jugando con la pareja. —dice Jessica.
Natalie quería preguntar a Jessica, los días de visita de Navidad, era un día para estar toda la familia juntos, incluida Sayumi.
—¿Jessica las visitas de navidad? ¿Qué días son? —Dice Natalie.
—Las visitas en navidad, serían el día de Nochebuena por la mañana, y el día de nochevieja también por la mañana, solamente, al ser fiesta no se trabaja—dice Jessica.
—¿Que poquito tiempo no? Si comprendo, que nadie trabaja, y ¿Cuándo seria la próxima visita? —Dice Natalie.
—Seria para primeros de enero, espera que mire en el móvil, Si mira aquí esta, sería para el cinco de enero—dice Jessica.
—¡Vale muchas gracias Jessica! —Dice Natalie.
Estuvieron con la pequeña Sayumi, jugando con ella.
Sayumi había traído con ella su osito, no lo soltaba, dormía hasta con él.
—¡Si qué quieres al pequeño osito! ¿Quieres que le pongamos un nombre?¡Se llamara Lucas! ¡Qué te parece cariño! —Dice Robert.
Natalie se empezó a reír, recordó que había tenido un muñeco que era un payaso y le llamaba Lucas.
—¡Porque te ríes! ¡Que pasa! Yo tenía un osito que se llamaba Lucas y lo quería mucho—dice Robert.
—Me reía, porque yo también tuve un payaso llamado Lucas, ¡Que coincidencia no! —Dice Natalie.
—¡Tu mami es una copiona! ¿Te gusta el nombre cariño? ¡Si te gusta, porque te ríes!¡ ¡Mira al osito también está contento! —Dice Robert.
Natalie cogió en brazos a la pequeña, y fue hacia la ventana, la pequeña miraba para fuera, llevaba tiempo sin salir a la calle, y le llamaba la atención todo, en la ventana se posó un Gorrión pequeño, que miraba para dentro, dando pequeños saltitos y cantando ,Sayumi lo miro y puso su pequeña mano en el cristal de la ventana, como si querría cogerlo.
—¡No se puede amor! El pajarito tiene que estar libre, nació para estar así, mami te compra un pajarito para ti, ¡Y más grande! —Dice Natalie.
Se pasaron el rato jugando con la pequeña, Jessica a veces salía de la habitación un poco, para dejarlos solos con Sayumi, sabía que estaría bien, no lo solía hacer con otras parejas, pero con ellos era diferente, derrochaban amor por todas partes.
Se despidieron de la pequeña Sayumi, entré besos y caricias a la pequeña, Sayumi terminaba en brazos de la señora llorando.
—¡Cálmate pequeña, tu mama vendrá pronto a verte otra vez, ¡Y te traerá un pajarito! ¿Si quieres, un pajarito? —Dice la señora.
Sayumi se quedó mirando, a la señora como si comprendiera lo que le está diciendo, y dejo de llorar.
¡Esto es increíble! Lo de esta pequeña, parece que tiene más edad, jamás lo había visto antes ¡Madre mía estoy hablando sola! Lo, que me te faltaba...Y se empezó a reír de ella misma.
Se despidieron de Jessica, se montaron en el coche.
—Nos podemos acercar al centro comercial Westfield Stratford city ,en Stratford, es para mirar, los muebles para la habitación de Elisabeth, después nos podemos quedar a comer allí—dice Natalie.
—¡Vale me parece bien! Así los escogemos entre los dos, ¡Que si nooo...! —Dice Robert riéndose.
A Robert le gustaba hacer un poquito rabiar a Natalie, para ver qué cara ponía.
—¡Eres malo conmigo! Grandullón ¡Esta noche ya verás! —Dice Natalie.
Llegaron al centro comercial, Robert metió el coche en el parquin del centro, estuvieron mirando los muebles, a Natalie nada le convencía, ella había estado mirando ideas por internet y esto, para nada se le parecía.
—¡Estoy empezando a tener hambre amor, si no como pronto té voy a tener que comer a ti! —Dice Robert.
—¡Si ya te gustaría a ti! Y se empezó a reír, Es mejor que comamos, además se está haciendo ya tarde, van a cerrar las cocinas amor —dice Natalie.
Los dos restaurantes que había, ya habían cerrado sus cocinas, vieron una pizzería, entraron y preguntaron, se quedaron allí a comer.
—¡Bueno!, Nunca hay mal que por bien no venga, hace tiempo que no comemos pizza ¡Y la verdad, que está muy buena! —Dice Robert.
—¡Si está, muy buena! Tenemos que traer a Daniel, a él le encantan —dice Natalie.
Mientras estaban comiendo, hablaban de la pequeña Sayumi.
Este sería su último año solos. Y eso les hacía replantearse algunas cosas, que, con la llegada de la pequeña, algunas cosas tendrían que cambiar.
Natalie le dijo de las ideas que ella tenía, para la habitación de Elisabeth, Robert le escuchaba, la verdad que él no tenía mucho gusto para esas cosas.
—¿Qué te parece si compramos un perro? Sería un perro Labrador Retriever, que se criaría con Elisabeth, lo cogeríamos cachorro ¿Qué te parece amor? —Dice Robert.
—¡La idea es buena Robert! Pero antes de comprar, podríamos adoptar uno, un Labrador si quieres, que se ha cachorro para que se haga a Elisabeth, y como tú dices se críen juntos, —dice Natalie
—¡Me parece bien! Yo me encargo de ello, —dice Robert.
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Editado: 15.02.2023