La vida de un próximo suicida.

16.Celos asesinos.

Decidí que lo mejor era esperar a que ella se recuperara y pudiera calmarse, no quería llenarla de tantas preguntas como se que lo harían los demás, así que decidí seguir con mi idea de ir al lugar donde aconteció todo, al llegar un grupo de bomberos aun seguía inspeccionando el lugar, también habían varios policías en la zona junto con periodistas y claro una gran cantidad de curiosos, escuche muchas suposiciones, desde que fue provocado por un niño y sus juguetes hasta que alguien se quedo dormido con un cigarrillo encendido.

Las autoridades aun no permitían el paso al interior de el lugar y claro ¿Cómo hacerlo?, el lugar estaba peor por dentro que por fuera y lo sorprendente de todo es que si hubieron victimas cinco personas de diferentes zonas de la edificación y dos perros, me dio una gran tristeza por los animales, aunque también sentí algo por las personas, estuve en el lugar un largo, largo rato solo observando todo, después de esa larga meditación que tuve en el lugar sabia que lo mejor era llamar y saber como seguía Tania, claro que las noticias eran las mismas, aun no despertaba, Carmen dijo que se quedaría hasta el día siguiente y que yo podría ir a relevarla en la mañana, mientras los demás se encargaban de la cafetería, le agradecí por eso.

 

Todo esta en un enorme silencio de la forma en que me gusta, pero esta vez no se siente bien, yo no me siento bien y la verdad ya es algo que se esta volviendo parte de mí.

 -Por lo que veo no has tenido un buen día-

No era Canupto, era esa mujer o lo que rayos fuera frente a mi sentada en una de mis sillas, incluso en un momento como este se ve tan hermosa.

 - ¿Qué haces aquí? - .

 -No te preocupes, nadie puede saber que estoy en este lugar-.

Pensé en cuestionar eso, pero el hecho de que hablara conmigo de forma seguida me hizo no hacerlo.

 -En el medio día de ustedes él te buscara-.

 - ¿Descubrió algo? - .

Y como es costumbre en ellos, me dejo hablando solo, lentamente el cansancio llego a mi y sin mas solo todo se apagó.

No tuve ningún tipo de sueño, nada, no recuerdo nada, solo desperté muy temprano aliste un par de cosas y Sali de inmediato para ir a verla, Carmen estaba en el sofá al lado de ella dormida por completo, durante el camino le compre un café y le agradecí lo que hizo, ella me dijo que la mantuviera al tanto si ella despertaba y que yo no debía preocuparme por ir al trabajo hoy, de nuevo le agradecí por eso.

Ella aun sigue sin despertar, aunque el doctor me dice que todo debe estar bien y que es cuestión de tiempo para que lo haga, solo me senté en el sofá y aguarde en silencio para que ese momento pasara.

 

Todo se salió de control en mi vida incluso cuando pensé que yo tendría ese control hasta el ultimo segundo, que gran mentira, si alguna vez pensé que nada podría afectarme más estaba equivocado, solo quiero que ella este bien y estaría genial que yo pudiera seguir con mi plan, pero se que no pasara o al menos no de la forma en que yo lo pensaba, ahora mi vida y mi muerte parece estar en manos de cosas que no solo están fuera de este mundo, sino que van más allá de todo.

  -Adriel, Adriel-. Escucho un leve susurro. - ¡Adriel! -.

Demonios me quede dormido, pero siento una alegría inmensa al ver que la voz que escuchaba era su voz y me está mirando fijamente.

 - ¿Cuánto tiempo llevo acá? -.

 -Casi un día, ¿te sientes bien? -.

Miro el lugar con una mirada vacía para después verme directo a los ojos un instante.

 -Tu amigo-. Sentí como su voz se entre cortaba y las lagrimas brotaron de sus ojos. - ¡John! -.

Su tristeza empeoro.

 -Llamare a un doctor-.

Sujeto mi mano y me hizo un gesto de negación.

 -Estoy bien, pero debo contarte lo que sucedió-.

 -Así será, pero primero necesito saber que estas bien-.

Llame a una enferma, ella junto con un doctor la examinaron mientras yo estaba fuera de la habitación, minutos después yo estaba junto a ella esperando que estuviera lista para contarme que sucedió.

 -Te mentí cuando te dije que todo esta bien en la cafetería-. Lo sabía, pero guarde silencio. – Era John, estaba muy alterado empezó a decir cosas absurdas sobre tú y yo, decía que tú eras mi amante y que ya lo sabia todo, trate de hacerlo entender que entre tu y yo solo esta nuestra amistad, pero por mas que trate el no entendía nada y solo decía más y más cosas absurdas, quería colgar la llamada y dejar que se calmara un poco pero empezó a decir que iría a matarte delante de todos, sentí un miedo inmenso así que trate de hacer que entrara en razón pero empeoro todo y dijo que si no iba a verlo en ese momento te mataría a ti y luego él se suicidaría-.

Las lágrimas empezaron nuevamente a bajar por su rostro, tomo un poco de agua y dio un gran suspiro.

 -No quería que pasara algo de lo que el dijo así que le dice que nos viéramos en mi apartamento, Sali de la cafetería lo más rápido que pude y solo pensaba en que al verme de frente y escucharme se tranquilizaría, pero no fue así, no era el, su rostro, su mirada, era de alguien que parecía mas a un muerto viviente, lo primero que hizo fue darme una cachetada en el rostro al verme-. Sentí una furia inmensa al escuchar eso, pero no quería interrumpirla. – No reaccione, sentí miedo en ese momento pero trate de que viera que estaría hay para el pero nada cambio, cada momento su ira parecía ir en aumento junto con su tono de voz, empezó a destruir cosas del apartamento y decir que te mataría, eso me molesto demasiado así que yo le di una cachetada pero fue peor, se lanzó contra mí y comencé a gritar, escuche que mi vecina golpeaba mi muerta con gran insistencia y supe que habían escuchado lo que paso, logre sacar fuerzas y darle un empujón que lo hizo caer, aproveche para salir del lugar y correr a donde ella estaba, afuera de su apartamento estaba su esposo junto a un hombre y dos mujeres más, fui con ellos pero el salió enseguida de ese lugar todos nos quedamos inmóviles al ver que nos apuntaba con un arma, nos hizo entrar a el apartamento de ellos, mientras decía que nos mataría a todos sin pensarlo, trate de hacer que bajara el arma y dejara que ellos se fueran, que era algo entre los dos pero solo decía que era mi culpa y la tuya por tratar de engañarlo a él, el esposo de mi vecina trato de acercarse a el pero John le disparo en la pierna, todo empeoro en ese momento, no sabia que hacer y el estaba riendo como si fuera un demente, hizo que todos se arrodillaran y bajaran la cabeza menos yo, empezó a decir nuevamente que te mataría pero que debía matarme a mí, me apunto con el arma y sentí que era mi fin cerré los ojos ante el miedo que sentía y justo en ese momento, tu amigo estaba hay-. Era verdad todo. – Escuché cuando el arma sonó, pero solo vi el rostro de quien tenia al frente mío, después escuché un gran estruendo como si fuera una explosión, no recuerdo nada más-.




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