No pudiendo contener la mirada, Jorge detalla a la mujer desde que viene. Hasta que entra a la fábrica.
Eliza mira a Jorge por unos segundos. Y hace que este tenga su atención.
Rafael mira a Jorge, y le dice:
— No nos puedes engañar, ¡a ti también te gusto esa mujer!
Jorge les dice a los dos:
— Es bonita, pero no es mi tipo... recuerden que yo tengo la mujer más bonita en mi casa.
Víctor mira a Rafael, y luego cuando Jorge entra a trabajar, dice:
— Bueno, no hay que negar que Salomé es muy bonita...
En ese momento, el dueño de la fábrica se encuentra de visita y atiende a la mujer llevándola hacia su oficina.
Jorge se queda mirando. Cuando Lorenza lo ve, y le dice:
— Si te concentras vas a terminar con ese zapato rápido.
— Ah, no, yo estaba...
— No busques disculpas tontas, estabas viendo a la señora Eliza y es normal, ella es una mujer muy bonita, ahora concéntrate en lo que estás haciendo para que te quede igual que los otros.
— Sí.
En ese instante en la oficina, Rodolfo hace sentar a Eliza, y le dice:
— Vaya, pero que hermosa que estas.
— Gracias.
— Tal parece que la viudez te ha asentado muy bien, ahora eres más rica y poderosa, además de hermosa claramente.
Eliza intenta sonreír, pero se detiene inmediatamente, y le expresa a Rodolfo:
— Gracias de nuevo Rodolfo, pero la muerte de Jackson me dejo un terrible vacío en mi corazón, voy a tardar mucho tiempo para recuperarme.
— Entiendo, ¿y que te trae por estos lugares?
— Por ahí me enteré que hoy estabas aquí, y vine a proponerte un negocio que tenía entre manos hace varias semanas, ah, ¿y cómo esta Emilse?
— Bien.
— Qué bueno.
— Bueno Eliza, ¿de qué se trata el negocio?
— Voy a ir directo al grano.
— Sería lo mejor.
— Yo quiero comprarte esta fábrica de zapato.
De inmediato, Rodolfo se pone serio y luego se sonríe, diciéndole:
— ¿Qué dijiste?
— Si, que quiero comprarte esta fábrica, siempre he soñado con tener una.
— Pues hazte una fábrica Eliza, eres una de las latinas más ricas y poderosas de Canadá, cómprate un lote y construye.
— Es que yo me enamore de esta.
— Pero yo no quiero vender.
— ¿Y no quieres escuchar la cifra?
— No Eliza, es que no la puedo vender, esto también es de mi esposa, así que si solo viniste por eso...
— Si, solo vine a proponerte eso...
Eliza se levanta de la silla, y le expresa a Rodolfo:
— Tienes mi número, si te arrepientes me llamas, ah, le das saludes a tu esposa.
En ese instante, Eliza sale de la oficina de Rodolfo. Dejándolo pensativo en su escritorio. Y al salir mira por casualidad otra vez a Jorge, y sale de la fábrica.
En ese momento, el chofer se baja de la camioneta y le abre la puerta a Eliza, quien mira la fábrica y recuerda la mirada de Jorge, y le dice al chofer:
— ¡Llévame a casa!
7:30 pm, Jorge llega a casa y teniendo la imagen de la mujer que vio en la fábrica, entra a la casa. Y le dice a su esposa a penas la encuentra por el pacillo:
— ¡Tú eres la mujer más linda!
Sorprendida, Salomé lo mira y le responde:
— ¿Te sucede algo?
Jorge abraza a su esposa, y le responde:
— Nada, solo que cada día te quiero más.
— No sé qué te han dado en el trabajo, pero me gusta.
— Así...
Jorge besa el cuello de Salomé, y le dice susurrándole al oído:
— ¿Qué te parece si vamos encargándole un hermanito a Miguel?...
Barrio The Glebe, Eliza está en la oficina de su mansión y busca con gran desespero la escritura de otra mansión en Miami, pero no la encuentra, y dice:
— ¿En dónde habrá dejado esa escritura Jackson?... viejo decrepito, por qué me haces esto... ¿será que fueron sus hijos?... no, ellos tienen tiempo que no vienen para esta casa...
Eliza cierra la caja fuerte y se sienta en el escritorio, y dice:
— ¡La caja fuerte de la habitación!
De inmediato, Eliza corre hacia su habitación, y con gran ansia, pone la clave de la caja fuerte. Cuando una de sus empleadas entra a la habitación, y le dice:
— Señora, ¿le ocurre algo?
— ¿Quién te ha llamado Erica?
— Es que pensé...
— Vete, estoy ocupada.
— Si señora.
En ese momento, Eliza encuentra la escritura y se sienta en su cama, y dice:
— Que susto me he llevado...
Eliza guarda de nuevo la escritura. Cuando se acuerda de la mirada de Jorge, y dice:
— Interesante...
Barrio Preston Street, Jorge y Salomé terminan de hacer el amor. Cuando Salomé le dice:
— Pensé que venias cansado.
— Para ti nunca.
Salomé se sonríe un poco. Cuando Jorge se da vuelta y vuelve a pensar en la mujer de rojo.
Salomé mira la espalda de su esposo, y le expresa:
— ¿Cómo te fue en el trabajo?
Jorge vuelve a pensar en esa mujer, y contesta:
— Bien, todo marcha perfectamente... solo que todavía estoy esperando otro trabajo.
— Te tengo una sorpresa.
— ¿Qué?
— Hable con la vecina del frente, y ella me dice que tiene una sobrina que puede cuidar a Miguel, ¿no teda gusto?
— Si, ¿eso quiere decir que vas a la fábrica?
— Si, cuando la vecina me presente a su sobrina, yo hablare con Julián, para que me reintegre.
— Que bien.
Salomé abraza a Jorge, y le dice:
— ¿Por qué no me dices ahora mismo lo que me dijiste cuando llegaste?
— ¡Eres la mujer más linda!
De inmediato, Salomé le da un beso a Jorge, y le dice:
— Te amo.
— Yo también...
Barrio The Glebe, Eliza se encuentra bañándose en su tina favorita. Cuando decide llamar a Rodolfo, y le dice:
— Hola, solo te llamo para que recuerdes que estoy muy interesada en tu fabrica.
Editado: 23.03.2023