La Vida Que Yo EsperÉ

EL CHÓFER

Salomé deja atrás la impaciencia y la angustia por la gran espera que tenía, que le dice a Charlotte:

— Tranquila, no esta tan tarde.

En ese instante, Charlotte entra a la casa y de inmediato carga a Miguel, diciéndole:

— Eres un niño hermoso.

Salomé se sonríe y le da un beso en la mejilla a su hijo, y le expresa a Charlotte:

— Quedas en tu casa.

— Gracias señora.

Salomé se vuelve a despedir de su hijo y se va a trabajar, mientras Charlotte se queda jugando en el suelo con Miguel.

En la fábrica, Jorge se siente muy incómodo con Eliza, y le dice:

— Disculpe, ¿he hecho algo malo?

Eliza lo mira de arriba abajo, y le responde:

— No... ¿cómo te llamas?

— Jorge García Martínez.

— Yo soy Eliza Rodríguez Hernández.

— Uf, estaba pensando que me iba a despedir.

— Claro que no, voy hacerle una propuesta de trabajo... ¡siéntate!

Un poco confundido, Jorge se sienta y pone su mano derecha en su pecho, y le dice a Eliza:

— ¡A mí!

Eliza se sonríe un poco, y le responde:

— Si, a ti.

— ¿Y cuál es esa propuesta?

— Antes que nada, quiero que respondas unas preguntas.

— Está bien.

— ¿Sabes manejar autos?

— Si.

— ¿De qué nacionalidad eres?

— Colombia.

— ¿Tus papeles están en regla?

— Si.

Eliza se acomoda un poco, y luego le hace la última pregunta:

— Esta es una pregunta personal, ¿deseas seguir trabajando en esta fábrica?

Jorge se queda pensando, y luego le responde:

— ¿Quiere que le diga la verdad?

— Por supuesto.

— Yo nunca quise trabajar fabricando zapatos, lo mío es otra cosa.

— ¿Y que es otra cosa?

— Yo estudie administración de empresas, y me gustaría encontrar algo acorde con eso.

— Pues conmigo empezaras en escala.

— No entiendo.

— Pues que ya tienes trabajo... quiero que trabajes para mí.

— Yo trabajo para usted.

— Pero ya no serás fabricante de zapatos.

— ¿Entonces?

Eliza se levanta de su silla y le da la mano a Jorge, diciéndole:

— Desde ahora serás mi nuevo chofer.

Sorprendido, Jorge le dice a Eliza:

— Muchas gracias, solo hay un inconveniente.

— ¿Cuál?

— Es que recién estoy conociendo Ottawa y no sabría bien como desenvolverme en estas vías.

— Eso no es problema, vamos a tu nuevo trabajo.

— Si...

Jefatura de policía, Emilse entra a la celda donde está su esposo, quien la recibe con un beso y un abrazo. Cuando un policía los desaparta, y les dice:

— Keep your distance.

Rodolfo mira al policía y luego se sonríe, y le dice a su esposa:

— No le hagas caso a ese policía, ¿qué vienes a decirme?

— No sé por dónde empezar, pero dime tu primero, ¿por qué estas tan contento?

— Se acabo de ir el abogado, y me dijo que en cuestión de dos días estoy afuera... hubo una conspiración en contra mía y eso está demostrando el abogado.

Emilse lo queda viendo, y le dice:

— No sé cómo decirte esto.

Rodolfo se pone serio al ver el rostro de su esposa, y le pregunta:

— ¿Decirme qué?

— Eliza me engaño con unos papeles que me dio afirmar. Y que su puestamente te iban a dejar en libertad.

Rodolfo se enoja con su esposa y le da la espalda poniendo su mano derecha en su rostro, y le dice:

— ¿Qué firmaste?

— Ella me engaño y se aprovechó de mi confianza.

— ¿Qué firmaste?

— Un papel donde dice que yo le vendí la fábrica.

De inmediato, Rodolfo pone su mano derecha en el lado del corazón, y busca sentarse. Cuando Emilse lo sostiene, diciéndole:

— Perdóname...

En la fábrica, Eliza va con Jorge a la camioneta y cuando llegan, le dice a Jorge:

— Espera un momento.

Los dos guarda espaldas de Eliza que están en la camioneta de atrás, quedan mirando a Jorge muy mal.

En ese instante, Eliza toca el vidrio de la puerta delantera. Y cuando el chofer se baja del vehículo, le dice:

— Tu es licencié.

— Madame, ¿parce qué?

— Passez au bureau pour votre liquidation.

— Je ne comprends pas.

Eliza le dice a Jorge:

— Aquí esta tu nuevo trabajo, entra y llévame al centro comercial que te voy a indicar por el camino.

Jorge pasa por el lado del chofer. Y se sube a la camioneta, y le dice a Eliza:

— No pensé que usted habla también el francés.

— Toca aprender de todo un poco.

Jorge enciende la camioneta, y con mucha curiosidad con el chofer, dice:

— ¿Y se puede saber que le dijo al chofer?

— ¡Lo eche!...

En ese instante en que Jorge se va de la fábrica, Salomé entra y habla con Lorenza, quien le vuelve a dar el equipo de trabajo.

Salomé busca por todas partes a su esposo, pero no logra encontrarlo y se pone a trabajar.

Después de veinte minutos, Salomé no aguanta más y le pregunta a Víctor:

— ¿Has visto a Jorge?

Víctor se acuerda que Jorge se fue con la nueva dueña de la fábrica, y le miente a Salomé, diciéndole:

— No, no lo he visto.

Desconcertada, Salomé le dice en voz baja:

— ¿Dónde estás Jorge?

CD Rideua Centre, Jorge observa las excentricidades de Eliza, y para darle gusto a ella, le dice si a toda ropa que le mostraba.

Hospital General Campus, Rodolfo es ingresado por urgencia, mientras Emilse se queda llorando en la sala de espera.

6:47 pm, Salomé llega a la casa. Cuando Charlotte le dice:

— Buenas noches señora.

— Buenas Charlotte, ¿mi esposo ha llegado a la casa?

— No.

— Ah, ¿y cómo se portó Miguel? ¿Hizo mucha travesura?

— No, se la mantuvo jugando, en general, me fue muy bien, ese niño es una belleza... ahora esta dormido.

— Eso veo.

— Bueno, entonces vengo más temprano mañana.




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