¿Cómo debe comenzar la historia de mi vida? Recordando cuando era un chiquillo y jugaba sin preocupaciones o tal vez cuando era un adolescente descubriendo los misterios de la vida. JAJA aún no lo sé, pero ya que estás leyendo esto, ven descúbrelo conmigo.
Eran las 7:00 p.m. estaba en casa jugando con una madera imaginando que era un carrito de carreras, mamá preparaba la cena para mí y mis 3 hermanos más. Yo era el mayor, tenía 8 años de cuatro hermanos y teníamos que ayudar en casa haciendo limpieza. Papá era un borracho, siempre le gusto tomar y siempre que llegaba nos daba miedo, incluso golpeaba a mamá. Aun así, mamá permanecía en casa con nosotros y no se iba, no por no querer, ella no sabía dónde ir ni que hacer, pero siempre por las noches yo iba a su cuarto a abrazarla mientras ella lloraba.
Un día recibimos una noticia trágica, mi abuela murió de cáncer y mamá lloraba desconsoladamente mientras miraba al cielo, viajamos todos a la ciudad de Catacaos-Piura (Ciudad de origen de mamá) me encontré a mis primos y tíos, todos estaban tristes y lamentando la partida de mi abuela, yo era un niño aun, no entendía muy bien la situación, no sabía que era la tristeza ni el dolor de perder a un ser querido. Y realmente ahora la extraño, recuerdo que mi abuela me dijo. - Algún día seré una estrella y siempre estaré contigo hijo a donde quiera que vallas, jamás lo olvides. Hay palabras que se clavan en el corazón y se quedan para siempre ahí con dolor, como una espina que así te deshagas de ella, siempre recordaras a la espina con el buen dolor que te causo.
Pasaron los meses desde que murió, y siempre era lo mismo en casa, yo siempre quise tener una radio donde pudiera escuchar música quizás era porque quería evitar oír, gritos, llanto y peleas que era lo que me rodeaba a mí y a mis cuatro hermanos. Esos recuerdos de mi niñez que jamás olvide, pero lo peor estaba por pasar.
Una tarde de un jueves estaba regresando a casa y vi a un montón de gente rodeando mi casa, quería pasar, pero no me dejaban entrar, lo único que escuchaba eran a los policías la ambulancia llegar y estaba entrando en pánico. De pronto una vecina llego me vio se acercó y me dijo. – Tu mamá no va volver con nosotros, ella murió. Tu papá la mato.
La sangre se me congelo, mi mente entro en blanco y mi corazón empezó a latir súper rápido, no podía creer lo que escuchaba, de pronto sentir como ira, impotencia y salir corriendo hacia el bosque y llorando grite. - ¿Por qué? ¿Porque me pasan están cosas a mí? ¿Qué estoy haciendo mal? *llorando* No, no… mamá, nooo..
No quería volver a casa, pero tampoco quería abandonar a mis hermanos, no sabía qué hacer, regrese por mis hermanos, pero todo estaba rodeado de policías no podía, no quería entrar a ese lugar llamado hogar.
La vecina que era amiga de mi mamá me dijo.- Tus hermanos, fueron llevados por la policía a un lugar de adopción, estarán bien, en fin, tu madre fue una gran mamá, ya no llores niño, ella descansa en algún lugar mejor..
Yo le dije.- ¡Mientes, mi madre jamás murió, ella es todo para nosotros, mi mamá no murió, no!
Salí corriendo llorando, el cielo estaba lleno de estrellas y me dije, ¿ Y si mamá murió?;¿Ya no estará más conmigo?¿Y mis hermanos?*llanto*
Entonces mamá si murió, no volverá más conmigo. Aún recuerdo a mamá feliz conmigo y mis hermanos, guardo una fotografía. ¿Existirá una medicina que sane una herida en el alma? Y si la hay, por favor, díganme dónde puedo encontrarla. Llorando mientras miraba las estrellas, mamá se convirtió en mi estrella favorita, aquella estrella que siempre brillara y jamás perderé de vista, donde quieras que estés en el cielo, te amo mamá.