ESCENA UNDÉCIMA
Laboratorio clandestino, Subnivel 7, Neonostro, capital del Nodo Pirámide, Sector Heráldica. Al día siguiente.
Clemencia trabaja en un modelo holográfico tridimensional de circuitería, su marido entra en el recinto de trabajo con la cara algo blanquecina, no lleva la americana y su camisa está arremangada enseñando los brazos. Su brazo derecho presenta un aspecto extraño como si hubiera sido mutilado y hubiera empezado a crecer de nuevo. A poca distancia del codo crece ahora una mano con pequeñas falanges propias de un recién nacido.
CLEMENCIA
(concentrada en su trabajo)
Buenos días querido, te has despertado tarde, casi es mediodía.
(le mira)
¡Querido! ¿Otra vez? ¿Te has olvidado de dar de comer a Remaches?
DOCTOR AZALEA
No baby, la coucitos glutonea, la comepieles... Un pequeño despiste al cambiarle la tierra.
(agitando su mano de bebe deforme)
En un par de horas estará como nueva, he probado el nuevo suero para acelerar mis procesos habituales de regeneración.
CLEMENCIA
¡Espero que se cumplan tales expectativas! Sabes que debemos ocuparnos de nuestra marcha, deberías haber tomado más precauciones. ¡Seguro que tendré que empaquetar todo "aqueste" material yo sola otra vez! ¡Deberíamos haberlo empaquetado ayer!
DOCTOR AZALEA
(yendo a la estantería donde reposa un viejo botiquín)
Calma "dear", estará plenamente operativo a tiempo, lo prometo.
(aplica gel calmante al brazo)
Solo algo para aliviar la molestia.
(otea alrededor con extrañeza)
¿Y el muchacho raro?
CLEMENCIA
En sus aposentos, deduzco.
DOCTOR AZALEA
Me cae bien el chaval, aunque está claro que se le va la olla.
CLEMENCIA
Todavía "hállome" estupefacta ante su comportamiento.
DOCTOR AZALEA
¿Los abrazos? Por lo menos hace el amor y no la guerra.
CLEMENCIA
En efecto... y además...
CLEMENCIA guarda silencio, segundo después, sus ojos se ponen en blanco y empieza a boquear y cae tendida al suelo, emitiendo gruñidos. AZALEA corre a su lado e intenta incorporarla sin éxito con su brazo en crecimiento. Luego usa su otro brazo y las piernas.
DOCTOR AZALEA
Otro ataque... Aguanta cariño...
Acerca su boca a la de su mujer, mueve la lengua, activando un bulbo carnoso a un lado de su garganta. Los labios adquieren un tono rojizo. Besa en la boca a su mujer.
Tras unos instantes, CLEMENCIA tose y comienza a respirar con normalidad.
CLEMENCIA
¿Otra vez?
DOCTOR AZALEA
Cada vez son más frecuentes.
CLEMENCIA
Y tu agente neurológico cada vez funciona más rápido.
DOCTOR AZALEA
Cuanto más tiempo está la glándula en mi organismo más eficaz se vuelve.
CLEMENCIA
Eres mi botiquín viviente.
DOCTOR AZALEA
Te prometo que cuando acabemos está misión, con el dinero y los medios que nos proporcionarán podré encontrar la cura. Teóricamente es viable.
CLEMENCIA
¿Crees en la promesa de la Antítesis?
DOCTOR AZALEA
Sea lo que sea que nos quieren encomendar es importante, me han asegurado que una vez caiga la Cuaterna y el gobierno nodal, tendré acceso a los laboratorios y estudios gubernamentales. Todos esos recursos que han estado monopolizando.
Podremos combatir tu síndrome.
CLEMENCIA
(se incorpora)
Ojalá estés en lo cierto.
DOCTOR AZALEA
(la sostiene por los hombros)
Con cuidado, "babe".
CLEMENCIA
Sión...
DOCTOR AZALEA
¿Qué ocurre? ¿Percibiste algo durante el ataque?
CLEMENCIA
(masajea su cabeza)
Rastros de sonidos, imágenes, pensamientos. Huellas... de Sión.
Algo sobre...
(abre los ojos)
Algo sobre marcharse...
Se yergue, trastabilla. Poco a poco coge confianza en el paso, comienza a correr hacia el pasillo. Su marido la sigue confuso. Llegan al almacén del fondo, que había sido acondicionado como dormitorio para SIÓN
La camilla donde ha dormido SIÓN tiene las sábanas revueltas, REMACHE sigue durmiendo en su esquina sin percatarse de nada. En la mesilla de metal junto a la camilla hay una nota de papel, ligeramente iluminada por la luz de una pantalla de diagnóstico.