Tu ausencia
me causa un dolor constante,
pero la mejor forma de honrarte
es buscar alguna manera
de seguir adelante.
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Te preocupa ser rechazado por personas
que vivirán poco tiempo en tu memoria.
Evitar esa clase de pensamientos
es una buena manera
de acercarse a la gloria.
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¡Qué difícil es la vida
de quienes pretenden
ser fuertes todo el tiempo!
Rara vez pueden contar con alguien
que ofrezca verdadero consuelo.
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He usado tantas máscaras
que ya no recuerdo
dónde dejé
la original.
Bueno, no importa.
Solo soy capaz de quererme
cuando utilizo la imaginación
para pretender
que no estoy siendo consumido por el dolor.
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Deseo que mis ganas de seguir viviendo
no terminen de ser arrastradas por el tiempo.
Mientras más tiempo existo,
más derrotado me siento.
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Intento entrar en su corazón
porque el mío ya está oxidado.
Cada día me siento menos importante,
¿vale la pena luchar tanto?
***
Si los muertos pudieran
comunicarse con nosotros,
creo que la mayoría
diría el mismo mensaje:
«¡Ya dejen de llamarnos tanto!
¿No ven que estamos descansando?».