Aunque no te des cuenta,
al final de cada día
estás plantando una semilla
en el corazón de otra persona.
Trátala con cuidado,
eso es lo único que quedará de ti.
Podría convertirse en algo
que le devuelva a otro
sus ganas de vivir.
***
Podrías haber sido muy grande,
pero llegaste a la tumba
sin lograr lo que soñabas.
Eso es lo que sucede
cuando se piensa que la vida
tiene la paciencia suficiente
para esperarte.
***
Nunca dices lo que sientes
pensando que podrás
expresarlo en otra ocasión.
Cuando decidas hacerlo,
puede que sea muy tarde
para cumplir tu misión.
***
Cada vez que siento algo de felicidad,
escucho una voz diciendo:
«Una persona como tú
no tiene derecho de disfrutar tanto».
Mi respuesta suele ser inmediata:
«Deja que disfrute el momento.
¿Por qué no te callas un rato?».