-Estimada muerte, creo que estás confundida. Aún debe de faltar mucho para que llegue mi día.
-Desperdiciabas el tiempo pensando que yo nunca aparecería. Pobres humanos, ustedes piensan que las bendiciones son infinitas.
-¿Podrías darme otra oportunidad?
-Si hago tal cosa, ocurrirá lo mismo de siempre: dejarás que pase mientras te dedicas a desperdiciar el presente.