Después que mi padre me informó que sería enviado a Estados Unidos pasó poco más de un mes, no hubo ningún escándalo en la casa por mi partida, mis hermanos siguieron con su día a día como si nada, mi madre se encargó de buscarme un buen lugar para vivir cerca de la universidad, además de amueblarlo y enviar la ropa que usaría para no tener que llevar muchas maletas en el viaje, por su parte mi padre se encargó de pagar todo eso que mi mamá gastó, las únicas personas que mostraron su nostalgia fueron las mujeres de servicio que me vieron crecer, sobre todo la señora Mitiko, ella es japonesa, pero se mudo a Corea desde muy joven, ella siempre estuvo a mi lado dándome el cariño que mi madre no expreso; cuando salí de la casa ella lloró como si nunca más me iba a ver, así que tuve que prometerle que la llamaría a diario para que no me extrañara tanto. Increíblemente mi madre se despidió de mí con un abrazo en la sala de estar de la casa, en cambio, Mitiko me acompañó hasta la calle donde tomé el taxi y me dio un fuerte y extenso abrazo, ¿Cómo no querer a alguien como ella?.
Una vez en el aeropuerto, mi nostalgia se hizo mayor ya que hubo alguien que sí que esperaba que me despidiera así sea por teléfono, y era mi hermana Ji Min, ya a estas alturas maginé que no la vería, me baje del taxi, hice el check in y me dirigí a la puerta que me correspondía para esperar a la hora del vuelo, pero antes de llegar escuche una voz familiar.
- ¡Hey! Zoquete que acaso piensas irte sin despedirte de tu hermana
¡Si, era mi hermana!, en ese momento sentí que me quitaron un peso de encima con tan solo escuchar su voz, pero en el momento en que voltee, lo que vi si que no me lo esperaba, Ji Min sostenía una Tablet y tenía un escrito en letras de Neón que decía:
“NO IMPORTA QUE TAN LEJOS ESTES, SIEMPRE ESTARE CONTIGO, NO IMPORTA QUE TAN SOLO ESTE EL MUNDO, SIEMPRE ME TENDRÁS, NO ESTAS SOLO”
Francamente he estado sosteniendo las lágrimas, no quería permitirme llorar por la apatía de mi familia, pero eso que acaba de hacer Ji Min, fue la gota que derramó el vaso, después de ver por un momento largo el escrito, mire a mi hermana a los ojos y pude ver que los tenía rojos, lo que indicaba que también estaba llorando, no pude sostener más la lagrimas, y sencillamente sedi a ellas, pero me daba mucha vergüenza así que cubrí mi rostro con mi mano, mi hermana se acerco rapidamente y me dio un abrazo, de inmediato rodie a mi hermana con mis brazos y ambos lloramos como unas magdalenas; la gente se nos quedaba viendo, seguramente pensaban que era una escena romántica típica de las novelas nosotros no le hicimos caso a eso y seguimos llorando por unos minutos. Ya cuando nos calmamos nos fuimos a una cafetería del aeropuerto y pedimos té para calmarnos.
-Ya mamá se encargó del apartamento, pero, ¿No necesitarás un vehículo?, Estados Unidos no es como Corea, estar por ahí de noche en las calles es peligrosos, con un auto te trasladaras libremente además de que estarás más seguro - mi hermana y sus preocupaciones, no me salían palabras, sencillamente la mire con ternura y sonreí, nunca me cansare de que demuestre su preocupación - deberías comprarte una de esos aparatos electricos de defensa personal, ademas, deberias inscribirte en clases de defensa personal.
-Noona* - ella me miro e intento leer mi expresión, pero lo interpreto de forma muy errada.
-¡Ahhhh! tienes razón, la universidad te va a tomar todo el tiempo, debería resolverlo por ti, tranquilo, te conseguiré un auto - Ji Min sacó su teléfono y comenzó a revisar en internet las tiendas electrónicas - es más buscaré de una vez esos aparatos eléctricos… - miró al vacío meditando en lo que dijo, puso el teléfono en su barbilla, me miro y descaradamente dijo- deberia buscar las tiendas americanas certo, así podrán enviartelo mas rápido, y tranquilo no te preocupes, me encargaré de encontrar al mejor instructor de defensa personal para ti.
Mi reacción fue colocar una cara de asombro, desde cuando mi hermana es tan imaginativa, pensé que Mitiko era exagerada pero ella se llevó el premio, no aguante mas la risa y solté una carcajada, Ji Min me miró e hinchó sus cachetes ya que pensaba que me burlaba de ella.
- Noona, gracias, de verdad gracias, sentí que nadia se importaba por mi partida pero siempre eres tu quien me levanta el ánimo - la mire a los ojos y le acaricie el cabello - te voy a extrañar, así que te estaré llamando todos los días, y tranquila, no hace falta que me compres autos, ni artefactos eléctricos y mucho menos un instructor, ya investigue y Estados Unidos no es tan peligroso como lo pintan los medios, de todas formas te prometo que me cuidaré mucho, no tiene que angustiarse.
- ¿Lo prometes? - mi hermana sacó el meñique extendiendolo para mi
- Lo prometo - saque mi meñique y lo cruce con el de ella para sellar la promesa.
Pasaron aproximadamente dos horas para a hora del embarque, mi hermana me acompañó hasta las escaleras ya que no quería una despedida dramática, la abracé fuertemente y sencillamente le di la espalda para comenzar mi viaje a un lugar el cual sabía que tenía muchas cosas que aprender y desafíos que enfrentar.
El apartamento que mi mamá encontró era increíble, se encontraba en un octavo piso, los colores neutros eran muy sofisticados, tenía dos baños, una sala enorme, la cocina parecía como las de los programas de televisión, pero mi parte favorita era la habitación, lo único que la dividía de la sala era una pared de vidrio, que daba la impresión de un espacio enorme, pero si queria mas privacidad, sólo tenía que dar un clic y ese vidrio se volvía totalmente opaco como si fuera una cortina, evitando que vieras a través de ella.
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Editado: 11.08.2021