¿Qué serías capaz de hacer por la persona que más amas?
Los dos jade Lan harían cualquier cosa por esa persona amada, en especial Zewu-Jun.
Para Lan Xichen, Jiang Cheng era lo mejor que le había pasado.
El primer día que lo vió en Gusu, supo que ese hermoso joven sería suyo. No se equivocó.
El carácter de Jiang Cheng lo había cautivado por completo, su hermosura lo seguía enamorando a pesar del tiempo. Su A-Cheng era precioso en todos los sentidos; odiaba cuando alguien más posaba su mirada en el cuerpo de su esposo. Detestaba las miradas llenas de lujuria que le dirigían a su pequeño loto.
El primer jade entendía que su esposo era un especimen hermoso, pero le molestaba las miradas que se dirigían hacía Jiang Cheng. Él era su esposo, no el de ellos.
Es por eso que no se arrepiente de haber hecho lo que hizo. Solo dejaba bien claro que Jiang Cheng era suyo.
Días antes / Lotus Pier
Jiang Cheng se encontraba estresado, molesto y dolido. Wei Wuxian a su lado también se encontraba de la misma forma, a pesar de que no quería darle rienda a todos los comentarios maliciosos.
El líder de Yunmeng no podía darse el lujo de sentir afectado, después de todo era el líder una secta importante. Había dirigido su mirada hacía Wei Wuxian y notaba la batalla que este tenía, conocía bien al mayor. Podía hacerse el desinteresado, el que nada le importaba, pero ambos sabían que esos comentarios lo lastimaban. No importaba lo que Wei Wuxian hiciera, siempre tenía que ser el centro de desprecio de aquellas personas que aún no querían ver la verdad.
—No deberías pensar tanto en eso, Wei Wuxian —habló por primera vez en todo el día, Jiang Cheng.
El susodicho rió de forma amarga.
—Lo sé, pero después de tantos años sigue doliendo.
Del otro lado de la habitación se encontraban Zewu-Jun y Hanguang-Jun escuchando las pocas cosas que sus esposos se decían. Ambos estaban furiosos, ¿Cómo se atrevían aquellas personas? Era inaceptable eso.
Habían sido testigos de las palabras hirientes dirigidas hacía los dos, sabían que sus esposos escuchaban esos susurros para nada disimulado.
Escuchar como los juniors también hablaban sobre los dos fue el detonante.
Xichen tuvo que detener a su hermano para que no cometiera alguna estupidez. Él mismo también tuvo que detenerse, no podían arruinar este día. No cuando él y su pequeño A-Cheng cumplían tres años de casados.
—Hermano —advirtió el segundo Lan al escuchar otra vez esos comentarios.
"No entiendo cómo Zewu-Jun aceptó casarse con un tipo como el líder Jiang"
"Lo hizo por lastima"
"El líder Jiang no está a la altura del gran Zewu-Jun"
"Aún creo que Hanguang-Jun fue hechizado por ese asqueroso Patriarca Yiling"
"Alguien como él jamás sería amado por Lan Wangji"
"Solo es cuestión de tiempo para que los jade Lan se cansen de ellos y los tiren cómo trapos"
Esos y más eran los comentarios de todos los líderes de las sectas pequeñas. Hasta Lan Qiren estaba haciendo un esfuerzo para no cometer alguna estupidez.
Luego de unos minutos aparecieron Jiang Cheng y Wei Wuxian, los dos traían la cabeza en alto. Los presentes se giraron a verlos, a algunos les asustó ver las chispas de Zidian. A otros, les aterró observar la energía resentida rodear a Wei Wuxian.
El primero en hablar fue Jiang Cheng.
—Espero que los líderes de sectas tengan una conversación muy buena.
La ironía que usaba al hablar no colmaba la furia ardiente de Zewu-Jun; conocía tan bien a su esposo como para saber que esto era una máscara de defensa.
—A-Cheng —llamó el ex Patriarca Yiling con una tranquilidad escalofriante—, los asustas.
La burla en la voz de Wei Ying hizo enfurecer a varios líderes, en especial a los líderes Yao y Ouyang.
Jiang Cheng ignoró lo dicho.
—Espero líderes de sectas que sepan muy bien donde se encuentran, porque no dudaré en azotarlos con Zidian por falta de respeto hacía mí, mi hermano y las Sectas GusuLan, y Yunmeng Jiang.
Al escuchar eso Qiren sonrió orgulloso como sus sobrinos, con el tiempo que pasó con ellos los empezó a adorar.
—Además, Lan Qiren se encuentra sentado justo ahí —señaló Wei Wuxian para su completo deleite—. También es una falta de respeto hacía su persona al escuchar como líderes patéticos hablan mal de los esposos de sus sobrinos.
—¿¡A quién le dices líderes patéticos!? —bramó Jin Ling con molestia.
Wei Wuxian lo ignoró, no tenía tiempo para discutir con su sobrino.
La diferencia era que Jiang Cheng no pensaba lo mismo.
—Jin Ling, cállate —ordenó.
Antes de que Jin Ling pudiera replicar algo, fue detenido por JingYi.
—Joven amante, será mejor que te calmas —había susurrado. Sentía que algo malo iba a pasar, más al sentir las miradas de los jade Lan.
—¿¡Qué me calme!? —volvió a exclamar—. ¡Wei Wuxian solo es el hijo de un sirviente!, ¿¡Por qué se comporta como si fuera el líder de esta secta!?
Muchos alzaron la voz de acuerdo a lo dicho por el líder de LanLing Jin.
Hanguang-Jun apretaba a Bichen con fuerza. Si hacía algo su esposo jamás lo perdonaría, pero sino hacía nada ese mocoso... ¡Maldita sea!
Jiang Cheng azotó a Zidian muy cerca de su sobrino, Wen Ning observaba al niño con cierto desprecio. Estaba mal, lo sabía, pero no toleraba como todos trataban a Wei Wuxian. Igual que él, Huaisang también observaba a Jin Ling con desprecio, a su lado Song Lan intentaba no prestarle mucha atención. Él se dedicaba a cuidar de su pequeño esposo.
—La cena terminó, largo.
Ninguno dudó en irse, ni siquiera los juniors. Dentro del salón quedaron Huaisang y Song Lan, Qiren, sus sobrinos, Wei Wuxian, Jiang Cheng y Wen Ning.
El líder de Yunmeng respiraba con dificultad. Wei Wuxian a su lado lo miraba con preocupación.
—A-Cheng... —fue interrumpido.
—¡Cállate! —exclamó el menor.