La llegada de Xue Yang revolucionó todo GusuLan. El niño ya le había provocado un par de desviaciones al viejo Qiren, acción que provocaba las carcajadas del ex Patriarca Yiling.
Jiang Cheng intentaba con poco éxito ignorar las palabras que el menor decía, pero a veces eso le resultaba tan difícil y le daban ganas de azotarlos con Zidian.
Wei Wuxian parecía divertirse con todo esto, aunque le alegraba. Eso significaba que había decidido no pensar en lo que había pasado hace unas semanas. El que su Shixiong estubiera así lo hacía sentir satisfecho.
A pesar de no soportar al mocoso, se notaba la felicidad que ese enano le producía a Wei Wuxian. Quizás tolerarlo no sería tan difícil si el maldito niño no se burlara de él.
Xichen y Wangji pensaban igual que Jiang Cheng, hasta el mismo Lan Qiren pensaba exactamente igual. Esto era lo que Wei Wuxian necesitaba. Él necesitaba sentir que estaba todo bien.
Xue Yang irradiaba felicidad desde el primer momento en el que puso un pie en GusuLan. Tenía a su Xian-gege y a su Lan-ge que lo querían.
También estaban el viejo barba de chivo, el gemelo sonriente de Lan-ge y la futura pasa arrugada.
Había veces que algo lo desconcertaba y eso era la mirada de un adolescente, su Xian-gege no lo notaba pero se podía ver la tristeza en los ojos de esa persona. Su curiosidad todavía no había sido saciada, y a pesar de quería preguntarle a alguien lo que pasaba, sentía que eso sería mala idea.
Xue Yang tenía la necesidad de acercarse al jóven por unas razones tan simples; una era curiosidad, la otra era para saber el porqué de la tristeza en sus ojos.
Tenía miedo, no sabía que podía decirle ese discípulo, pero su curiosidad no era saciada. Decidió que era mejor dejar ese asunto de lado, por el momento.
Para JingYi las cosas no iban del todo bien.
Primero sus amigos dejaban de hablarle, algo a lo que él intentaba no darle mucha importancia. Había veces que los veía riendo y más, pero todo terminaba cuando el aparecía. Sabía que quizás se lo merecía, pero debían entenderlo; él no quería decepcionar a su mayor, no quería estar tan lejos de él. ¿Por qué ellos lo hacían tan complicado?
La segunda razón era ver cómo el mayor Wei disfrutaba pasar tanto tiempo con ese niño.
¿Estaba celoso? Sí, no iba a mentir; pero no quería hacer una escena y que todo el esfuerzo que estaba haciendo se vaya por su estupidez.
Entendía que su mayor necesitaba sentir que alguien amaba sus muestras de amor y afecto, a pesar de que no era él quien las recibía.
Podía sentir que el niño se le hacía conocido la primera vez que este giró a verlo ese día que pasaba por casualidad. Sus ojos rojos le parecían extrañamente familiar, aunque no podía recordar dónde fue que había visto algo así. Hubo momentos en los cuales el dolor de cabeza lo irritaba, solo porque intentaba saber de dónde conocía al niño.
Aunque jamás pensó que ahora estaría con él sentado mientras le contaba algunas cosas sobre la secta GusuLan.
—¿Alguien estuvo presente en la boda de Lan-ge y Xian-gege?
JingYi creía que ésta era la décima vez que preguntaba lo mismo, y aunque no le importaba volver a responder, sentía que el enano que estaba al lado suyo jamás entendería.
—No, ellos se fugaron después de que todo terminó.
—Pero no entiendo, ¿Por qué lo hicieron?
—No lo sé, debas preguntarle al mayor Wei.
Xue Yang formó un tierno puchero, lo único que había recibido cuando él le preguntó a su Xian-gege, fue una carcajada. Eso lo había frustrado.
—Xian-gege solo se rió cuando le pregunté.
—Entonces pregúntale a Hanguang-Jun.
Tampoco le había funcionado preguntarle a su Lan-ge.
No muy lejos, Wei Wuxian observaba la interacción con una pequeño sonrisa. Había sentido la constante mirada de JingYi cada vez que él se encontraba con Xue Yang, jamás hacía a propósito sus paseos y, le dolía ver la tristeza y el dolor en el rostro de su pequeño polluelo.
Conocía a su pequeño A-Yi, sabía que no hizo ninguna escena por miedo a volver a decepcionarlo, pero sentía una pequeña decepción por no tener una tierna escena de celos. Su A-Yi era tan considerado que le daba ternura.
Tanto el niño como el adolescente ignoraban las presencias de varias personas, ellos se encontraban en su propio mundo. Un mundo donde Xue Yang preguntaba cosas y JingYi las respondía.
Cómo por ejemplo, la primera vez que habían conocido a Wei Wuxian.
—¿Cómo conociste a Xian-gege? —preguntó Xue Yang curioso.
—Fue en la Villa Mo, él había hecho una aparición bastante rara, graciosa y estúpida —respondió el jóven indignando al Patriarca Yiling—. Recuerdo que entró diciendo que él era el cultivador que buscábamos. Hizo un escándalo bastante inapropiado pero divertido. Recuerdo cómo la señora Mo pedía que se lo llevarán, que él estaba loco.
—Pero Xian-gege siempre parece estar loco.
Okey. Estos mocosos estaban conspirando en su contra.
¿Cómo era posible que sus polluelos pensaran así de él?
—Lo sé, pero jamás se lo digas de frente. El mayor Wei suele ser bastante dramático.
Jiang Cheng rió al ver la indignación en el rostro de su Shixiong. Para él era tan divertido ver cómo se burlaban de Wei Wuxian.
—Sigue contándome.
—Bien. El mayor Wei también acusó al primo de Mo XuanYu sobre haberle robado sus cosas y entrar en la noche a la privacidad de su habitación. Soltó varias insinuaciones, pero después terminó amenazándolo sobre cortarle la mano.
—¿Se cortó? —preguntó intrigado el menor.
—No, fue un maldito brazo izquierdo lo que lo mató —respondió JingYi recordando cuando encontraron muerto a Mo Ziyuan—. Aunque fue culpa suya el que lo mataran.
—Entiendo, sigue.
JingYi sonrió, le empezaba a gustar esto.
—La señora Mo intentó matarlo mientras lo culpaba de asesinar a su pequeño niño. Luego los culpó a nosotros de no hacer bien nuestro trabajo, lo que molestó al mayor Wei quien salió a defendernos y dejar en claro que Mo Ziyuan era el único culpable de su muerte.