SiZhui, Zizhen y Jin Ling apretaban los puños al ver la familiar escena frente a sus ojos. La rabia recorría sus cuerpos.
Sin pensar en las consecuencias se acercaron a dónde estaban los adultos.
Wangji y Jiang Cheng se pusieron en alerta al verlos. Xichen gruñó por lo bajo y Wei Wuxian ignoró la llegada de los jóvenes.
SiZhui mantenía la mirada fija en Wei Wuxian. Este al sentirse incómodo se giró para encontrarse con su pequeño A-Yuan.
A unos metros de él se encontraban Jin Ling y Zizhen.
—¿Sucede algo? —preguntó con seriedad.
—¿Por qué? —contraatacó SiZhui con otra respuesta.
—¿Por qué, qué? —volvió a preguntar el ex Patriarca.
SiZhui no encontraba las palabras para poder responder. Un nudo se le había formado en la garganta impidiéndole hablar.
Jin Ling al observar esto, decidió responder.
—¿Qué necesitamos para que tú vuelvas a querernos?
La respuesta sorprendió a todos y provocó una sonrisa de ternura en Wei Wuxian.
—Yo ya los perdoné —respondió el Patriarca—. Solo siento que... —hace una pausa intento buscar alguna respuesta que lo lastime a los menores—, no sé si pueda confiar en ustedes. Estoy bastante decepcionado.
Escuchar que su mayor está decepcionado de ellos dolió. Ahora entendían que su actuar había provocado una brecha entre Wei Wuxian y ellos.
Si tan solo hubieran seguido los pasos de JingYi, nada de esto estaría pasando, pero no iban a rendirse tan fácilmente.
—Haremos todo lo posible para que vuelvas a querernos, Xian-gege —habló SiZhui decidido ignorando la mirada matadora de Xue Yang.
"Xian-gege, uy sí, uy sí". Se burló el menor cruzándose de brazos.
JingYi rió ante lo celoso que era el mocoso, aunque él también lo estaba.
Los juniors se giraron para ir a la biblioteca y cumplir con su castigo por su propia cuenta. Este era el primer paso para ganarse el perdón de Wei Wuxian y no iban a desperdiciarlo.
—Xian-gege —llamó Xue Yang.
—Dime.
—¿Tú dejarás de querernos? —preguntó temeroso.
Wei Wuxian sonrió con ternura y abrazó a sus dos polluelos.
—Xian-gege tiene mucho amor para dar y jamás dejará de quererlos.
Jiang Cheng se giró para ir a hablar con su sobrino, pero fue detenido por su Shixiong.
—¿Adónde vas, A-Cheng? —preguntó el Patriarca divertido.
—Voy a dejarles algunas cosas en claro a Jin Ling —respondió con seriedad.
—A-Cheng, no seas tan duro con A-Ling —pidió Wei Wuxian con ternura.
El Jiang asintió y siguió con su camino seguido de un curioso Lan Xichen.
Fue un largo día para los juniors, hicieron su castigo como prometieron y armaron un par de cosas para Wei Wuxian. SiZhui y Zizhen se despidieron de Jin Ling tiempo después.
El actual líder se LanLing, empezó a hacía el Hanshi, necesitaba hablar con su JiuJiu sobre un tema que lo carcomía desde hace un rato.
Xichen y Jiang Cheng no se sorprendieron cuando lo vieron entrar, ellos más que nadie esperaban la llegada del pequeño Jin.
—¿Qué sucede, A-Ling? —preguntó Zewu-Jun con suavidad.
—Y-yo...
Sandu Shengshuo se acercó a su sobrino y lo abrazó, de los tres, Jin Ling era el que más miedo tenía de hacer las cosas mal con Wei Wuxian.
—Wei Wuxian te recibirá con los brazos abiertos —habló Jiang Cheng con seriedad.
—¿Cómo estás tan seguro? —preguntó Jin Ling con temor.
—Eres el hijo de mi hermana, su Shijie —dijo Jiang Cheng dándole a Jin Ling la respuesta que necesitaba.
El mini pavo real sabía de los sentimientos de su Da-Jiu hacía su madre. Mientras pensaba en escenarios negativos con respecto a Wei Wuxian, se había olvidado del amor que el susodicho tenía para con su Shijie. Le agradecía a su JiuJiu habérselo recordado.
—A-Cheng tiene razón, A-Ling —volvió a hablar el líder LanA-Xian volverá a ser el mismo de antes con todos, pero tú y los demás tienen que poner de su parte.
Jin Ling asintió en dirección a Xichen. Él sabia que el esposo de su JiuJiu tenía razón.
—También —Xichen hace una pausa y su expresión se vuelve seria—, deben disculparse con JingYi.
Oh... Ese asunto era el que más carcomía a Jin Ling, y no por el hecho de que sea uno de los hijos de su Da-Jiu —bueno, quizás sí—. Entendía muy bien que la había cargado hasta el fondo, lo que provocó la perdida de un amigo. Y no solo amigo, sino que también era su primo junto con SiZhui y, el otro mocoso.
Hablar con JingYi iba a ser difícil, más teniendo a ese niño siguiéndolo siempre. Estaba seguro de que encontraría una forma para poder acercarse sin sentir el aura asesina de Lan Yang.
El mismo asunto, carcomía a Ouyang Zizhen. A diferencia de Jin Ling y SiZhui, él sí sentía algo por JingYi.
Ver cómo las lágrimas se habían formado en sus ojos el día en que la habían cargado con el Lan menos Lan, le dolió. Sabía que conseguir el perdón de JingYi sería un poco difícil, sobretodo con el enano que no se apartaba del Lan ni aunque fue el fin del mundo.
Hablar con su padre sobre esto no ayudaría en nada, más sabiendo como se pone con el tema de Wei Wuxian. Además, sentía que si le decía algo, iba a beneficiarse sobre eso.
Estaba frustrado, enojado y triste; JingYi siempre estuvo ahí para él cuando su padre hablaba falacias sobre Wei Wuxian. Era molesto escucharlo, pero JingYi sabía consolarlo y calmarlo.
Se sentía un completo y verdadero idiota, ¿Cómo se le ocurrió lastimar a la única persona que lograba darle paz?
SiZhui era el que más tenía miedo de perder, había lastimado a su Xian-gege y luego a JingYi. Sabía que no era merecedor del perdón de ninguno, pero anhelaba en lo más profundo de su ser conseguirlo, no importara cómo.
Se sintió un maldito imbécil cuando vió las lágrimas de JingYi ese día, se había prometido protegerlo el primer día que lo conoció. Un pequeño niño huérfano, que no tenía a nadie. SiZhui se había visto reflejado en él, con la diferencia de que tuvo a Hanguang-Jun y eso no le dolió tanto.
JingYi cuando llegó a Gusu no tenía a nadie, él fue su primer amigo, él fue su confidente, y él fue la persona que más lo había lastimado.