Está es la continuación del capítulo 25.
Y sí, el capítulo 26 termina dónde termina, su continuidad sigue en el capítulo 28.
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Con los días, la relación entre Wei WuXian y los juniors se deterioraba, aunque el primero intentara por todos los medios decir que estaban bien, que nada entre ellos estaba pasando.
Por más que intentaron alejar a Wei WuXian de ahí, este no quiso separarse de sus polluelos. A Lan WangJi esto lo molestaba, pero sobre todo, se sentía decepcionado.
Su esposo aún quería estar con ellos a pesar de daño que le estaban provocando.
Cuando intentó siquiera darle otra opción a Wei Ying, los dos terminaron teniendo una fuerte discusión. Luego de eso, Wei Ying no le habló por varios días, fue un infierno para él ser ignorado por su esposo.
Lan WangJi sentía que debía hacer algo, pero no sabía qué.
Pedirle a Wei Ying que se aleje un tiempo de los juniors, era una mala opción, más si su pequeño esposo se negaba a hacerlo. Todo esto comenzaba a frustrarlo, y sabía que no era el único.
WangJi podía notar como su familia y cuñado, intentaban de todo con tal de que Wei WuXian se alejara de esos mocosos. No obstante, todo terminaba en una sola cosa, discusión.
Hacían de todo con tal de hacerle ver la realidad, pero el Patriarca se negaba a siquiera aceptar esa posibilidad. Para Wei WuXian, su relación con los juniors, seguía siendo la misma. O, simplemente quería ser ignorante en el asunto.
Los juniors, por más que querían decirles a Wei WuXian varias cosas, siempre podían sentir la fría y penetrante mirada de Lan WangJi observando desde lejos.
Había momentos en dónde maldecían a Wei WuXian por eso, pese a que este no estaba al tanto de lo que su esposo hacía.
Culpar a Wei WuXian de todo, se empezaba a convertir en el nuevo pasatiempo de los juniors. Sin embargo, tenían que estar alerta en cada momento; lo cual a su parecer, era de constante molestia.
Cuando no había nadie vigilando lo que hacían, ellos empezaban a hablar sobre Wei WuXian y como no podían soportarlo.
Aunque, un día, mientras ellos hablaban de Wei WuXian, este apareció de repente.
—¿¡Por qué siempre él tiene que acompañarnos!? —exclamó Jin Ling con furia. No quería estar cerca de ese hombre, no quería a un asesino como familiar.
—Debes entender, Jin Ling —contestó SiZhui con tranquilidad, aunque también estaba molesto con la situación. Sino hubiera sido por Wei WuXian, su familia ahora estaría viva.
—Además, Hanguang-Jun nos castigaría —dijo JingYi cruzándose de brazos.
—¡No es justo! —espetó Ouyang Zizhen—. ¡El maestro Wei no es más que un maldito asesino!
Wei WuXian, quién venía caminando para ir a la cacería, logró escuchar como sus juniors hablaban sobre él. Un nudo se formó en su garganta y las lágrimas se acumularon en sus ojos.
Él sabía que su esposo y los demás tenían razón, pero eso no quitaba lo doloroso que era. Por más que lo hayan intentando convencer, él amaba a sus pequeños niños.
Dolió, dolió cómo el infierno escucharlos. Sus palabras lastimaban su frágil corazón; sin embargo, volvió a su faceta de ignorante.
—¡Mis pequeños rabanitos! —exclamó con su —siempre— hermosa sonrisa, mientras que por dentro sentía un gran dolor.
Los juniors se tensaron en su lugar al escucharlo. Los cuatro, se miraron entre sí con pánico y, luego dirigieron sus miradas al mayor.
—M-mayor Wei —murmuró JingYi nervioso.
Wei WuXian le sonrió con ternura y leve pesar. Se había dado cuenta que ellos no notaron su presencia, y agradecia eso. No quería saber que hubiera pasado si ellos... No importa.
—¿Está todo bien, A-Yi? —preguntó suavemente.
—Mn —fue la respuesta del menor. El joven patriarca suspiró mientras mandaba todo lo que escuchó a lo mas profundo de su mente.
—Entonces, si está todo bien, podemos irnos.
Los menores vieron al mayor alejarse de ellos. SiZhui, pudo notar cierto decaimiento, pero le restó importancia pensado que era producto de su imaginación.
Jin Ling no pensaba lo mismo, así que hizo la pregunta que, ninguno, pensaba hacer.
—¿Nos habrá escuchado?
Temor, nerviosismo y un atisbo de culpa.
Temor, por lo que pasaría.
Nerviosismo, por si Hanguang-Jun se enteraba.
Culpa... ¿Por qué culpa?
¿Culpa por...
—A-Yuan, A-Yi, A-Ling, A-Zhen, vamos.
Con pesadez y nervios, los juniors empezaron a caminar detrás de Wei WuXian. Cuando estuvieron al lado del mayor, sintieron cierto alivio.
Sin embargo, sin que los adolescentes se hayan dado cuenta, los Jades Lan y Lan Qiren, no podían dejar pasar esto.
—Tío.
—Estoy bastante decepcionado de SiZhui y JingYi, Xichen.
—Igual yo, tío. Igual yo.
El silencio volvió a hacerse presente mientras miraban como la figura de Wei WuXian y los juniors se perdían a la lejanía.
WangJi, de la nada, soltó un gruñido molesto que sorprendió a su hermano y tío.
—WangJi —susurró Xichen.
—Él los escuchó —fue el, apenas audible, murmuro.
—¿Quién, WangJi? —preguntó Qiren.
—Wei Ying.
Ninguno pensó que Wei WuXian los escucharía tan rápido, y temieron lo peor. Algo tenían que hacer pronto.