Las aventuras de A-Yang, y los celosos juniors

Extra: Buscando el perdón del futuro Lan 1/2

El día había comenzado normalmente. WangJi se levantó temprano junto con JingYi, quién al verlo entró en pánico y empezó a explicarse rápidamente mientras era observado por el mayor que no lograba entender nada.

—A-Yi, no estoy enojado —murmuró el Lan con suavidad. Estaba orgulloso de JingYi, eso no iba a negarlo; sin embargo, quería que volviera a ser ese adolescente revoltoso.

Quizás, hablaría con su Wei Ying sobre ese tema.

Ambos se quedaron en un silencio que, por momentos, llegaba a ser algo incómodo, pero fue JingYi quién lo rompió primero.

—¿Puedo venir después? —preguntó con cierta timidez, sacándole una sonrisa al mayor.

—Sí —respondió WangJi con seguridad.

JingYi sonrió y corrió hacia la puerta del JingShi, se sentía feliz y eufórico. Hanguang-Jun lo había dado el permiso de venir. Volvió a mirarlo una última vez antes de salir con una enorme sonrisa.

WangJi soltó un suspiro, dejó un beso en la frente de Wei WuXian y Xue Yang, y luego, salió del JingShi para empezar su día.

Tenía que entrar a algunos discípulos y verificar que SiZhui esté bien. Empezaba a extrañarlo.

Muy en el fondo de su ser, quería recuperar su relación con SiZhui. Sin embargo, al igual que su esposo, temía volver a decepcionarse.
La duda reinaba en su corazón y, a veces, no sabía que hacer para acercarse a su hijo mayor. Quizás, cuando tenga el perdón de Xue Yang, empiece a buscar algo para poder hablar con SiZhui.

Luego de que WangJi saliera del JingShi, Wei WuXian despertó con un pequeño Xue Yang aferrado a su cuerpo. Sonrió con ternura y acarició con suavidad su cabeza.
Este niño fue alguien horrible en su anterior vida, él no lo negaba. Sin embargo, verlo así, tan chiquito e indefenso... Sí, sentía que nadie merecía a Xue Yang, solo él y su adorado esposo.

Con cuidado, salió de la cama sin despertarlo. Vió a Xue Yang removerse, pero no abrió los ojos.
Decidió que primero se bañaría y después, le daría una pequeña ayudita a su esposo con A-Yang. Eso era algo que ambos merecían, y él estaba dispuesto a hacer todo lo que estaba a su alcance.

Su baño fue rápido, se puso las túnicas del clan y se acercó a Xue Yang. Sonrió con cierta malicia y despertó al menor con cosquillas. Yang saltó en la cama por el susto, luego miró al mayor de manera molesta.
WuXian rió de ternura al ver el ceño fruncido y el pequeño puchero; hasta cuándo se enojaba, Xue Yang era tierno.

—Mo~ A-Yang, te saldrán arrugas —habló el Patriarca molestando al mencionado.

Xue Yang le sacó la lengua y cruzó los brazos. WuXian aún tenía su sonrisa en los labios, pero poco a poco se fue borrando al ver cómo pequeñas lágrimas caían por los ojos de A-Yang.

—A-Yang —murmuró preocupado. El menor lo miró y se lanzó a abrazarlo.

El mayor no entendía, ¿Qué sucedió? ¿Por qué de repente, Xue Yang empezó a llorar?

—¿Qué sucede, YangYang? —preguntó WuXian preocupado. El menor negó con la cabeza, no queriendo preocupar a su mayor con algo no tan importante. Pero, aún así, tenía sembrada la duda.

—Lan-ge —respondió con un susurro y Wei WuXian entendió. Su pequeño Xue Yang aún estaba preocupado por Lan Zhan, eso le provocó ternura y lo conmovió.

En ese instante, creyó que ya era momento de ayudarlos a ambos. Y sabía por dónde empezar.
Solo esperaba que nada se estropeara, quería que todo saliera bien. Le dolía ver cómo su esposo sufría.

Intentaría darles un pequeño empujón, luego, ellos decidirían que hacer.
 




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