Las Aventuras De Leini “en Busca De Un Nuevo Mundo”

CUADRILANDIA

Un deciclo completo y gracias a la ayuda de la ultrarchimegavelocidad fue el tiempo que tardaron en acercarse al siguiente mundo - ¿Qué cosas nuevas hallaremos allá Cere?- -No lo sé, en estos momentos, lo más importante es encontrar pronto un planeta, pues el tiempo sigue corriendo para nosotros y sobre todo, para los Trenxianos-  -¡Mira Cere, allí está!-

Pronto, Leini pudo divisar un planeta de color rojo pero… -¿O mis ojos me están engañando Cere o tú ves lo mismo que yo estoy viendo?- -¡Por los tornillos de mi abuela, pero si es cuadrado!, acerquémonos pronto- A pesar de no haber pasado aún los diez miniciclos desde la última vez que utilizaron la ultrarchimegavelocidad, la expectativa de confirmar si se trataba de un mundo cuadrado los hizo utilizar esa velocidad de nuevo sin pensar, sin embargo, a medida que se acercaban al planeta descubrieron que ninguno de los dos estaba siendo engañado por su vista ya que, en realidad se trataba de un planeta cuadrado –¡Si, no hay duda, es cuadrado!- dijo Leini con asombro –Vaya, quien iba a imaginar que existiera un mundo así en el universo- dijo el robot con ironía –En estos momentos, moriría por saber lo qué pensaría el pobre Cristóbal Trenxcolón si viera lo que nosotros estamos viendo- dijo el niño –Debo reconocer que esto es sumamente increíble y creo que debemos apurar nuestra exploración, no olvides nuestra misión Leini- dijo el robot –Vaya, un mundo cuadrado- Dijo de nuevo Leini con la mirada perdida y una sonrisa en sus labios pues, comenzó a imaginar a los Trenxianos viviendo en ese mundo cuadrado.

Imaginó por un momento que todo era cuadrado, los autos cuadrados, los edificios cuadrados, todas las mascotas cuadradas, los Trenxianos cuadrados, incluso, imaginó que el alcalde cuadrado inauguraba el más grande centro comercial de Trenx cuadrado, por supuesto; sin embargo, su concentración fue interrumpida por una tremenda vibración –Oye, oye, abróchate el cinturón-  –Si, lo siento- dijo Leini aún medio perdido -¿Pero qué haces? Llevo un buen rato diciendo que te abroches el cinturón, pues estamos entrando en la atmosfera de este planeta y todo parece indicar que es un poco terrible- –Lo siento Cere, es que estaba soñando- -Soñando, soñando, vaya momento para estar soñando- -Cálmate Cere, ya te dije que soñar es lo más maravilloso que tenemos los Trenxianos- -Soñar, soñar, si se viviera sólo de sueños no estaríamos aquí y te repito que te abroches el cinturón pues vamos a Trenxenizar en esa pequeña meseta que se ve por allá- Después del pequeño regaño, Cerebrónico dirigió la nave hacia una minúscula cadena montañosa cuadrada que se divisaba a unos kilómetros de distancia.

Minutos después Trenxenizaron; bueno, así se llamaría si estuvieran en Trenx; con dificultad la nave en la meseta cuadrada que había visto el robot-Vaya, que trenxenizaje tan difícil- dijo Cerebrónico –¡Vamos a explorar!- dijo el niño con entusiasmo –espera, espera, no seas tan alocado, primero debemos verificar si este planeta tiene una atmosfera respirable – dijo el robot –yo creo que sí-dijo Leini -pues, comprobémoslo- Entonces, el robot estiró su cuello de nuevo como el de una jirafa Trenxiana y sacó su cabeza por una pequeña obertura que se encontraba en la parte superior de la nave, luego de unos microciclos, volvió a introducirla en la nave -¿Pero qué te pasó Cere?- dijo Leini al ver la cabeza de Cerebrónico totalmente cubierta por un polvo rojo –coff, coff, coff, en efecto, la atmosfera es respirable, pero…- dijo el robot con algo de toz –bueno, pues entonces, vamos- dijo Leini mientras se apresuraba hacia la puerta de la nave –espera, espera, no tan rápido- –pero qué esperamos- -Ya te dije que no seas tan ansioso, Trenxiano tenías que ser. Efectivamente, la atmosfera es respirable, sin embargo, allá afuera sopla un viento terrible que arrastra un polvo rojo con él- - ¿Entonces qué hacemos? - -No lo sé, creo que este ambiente no es muy bueno para los Trenxianos, pero, echemos un pequeño vistazo al planeta para comprobarlo, de no ser apto, saldremos lo más pronto posible -No obstante, aunque lo ocultara, la forma del planeta era lo que más le intrigaba al robot.

-Vamos- dijo el androide, utilicemos los cuatricarros -  -¿Los cuatri qué?- preguntó el niño –Los cuatricarros, con ellos recorreremos este lugar de manera más rápida- Y como en la ocasión anterior, Cerebrónico se dirigió hacia la parte trasera de la nave y sacó unas motos de cuatro ruedas gruesas como las que utilizan para hacer los rallies en los desiertos de Trenx –Son increíbles- dijo Leini como siempre -Si, son muy bonitas, pero sobre todo, muy útiles- -Yo tomo la amarilla- -para mi es indiferente así que toma la quieras, Trenxiano tenías que ser- dijo el robot de manera sarcástica.

Leini se subió inmediatamente a la amarilla y cuando iba a salir –Espera, espera, mejor ponte el casco- -Pero si dijiste que se podía respirar- -Si, pero el casco es simplemente para que te protejas del fuerte viento y del polvo que está allá afuera, pues la visibilidad para la simple vista de los Trenxianos es casi nula. Además, el casco posee un protector de cristal que te permite ver en este ambiente tan denso- -Oh Cere, muchas gracias, no lo había pensado- -Por nada, ah, y no olvides hacerte invisible pues, recuerda que no debemos llamar la atención en caso de que nos encontremos con algún ser vivo por aquí— -Bah, pero la invisibilidad no nos sirvió de nada en Nepturno- -Bueno, pero quizás aquí sí, además, más vale prevenir que lamentar- -eso sí Cere, eso sí- Y de esa manera, se aventuraron en esa nueva misión exploratoria.

Al salir, lo primero que captaron fue que extrañamente, el planeta se encontraba cubierto por un polvo rojo que era arrastrado en todo momento por el fuerte viento que soplaba sin descanso, igualmente, a medida que recorrían el planeta descubrían que todo era cuadrado, las montañas eran cuadradas, los valles cuadrados, incluso, algunos surcos en los que parecía existieron algunos lagos eran cuadrados. -¿pero qué sucede?- repentinamente, el planeta comenzó a temblar de manera descomunal –¡agárrate Leini que está temblando!- El planeta se estremeció con furia alrededor de dos miniciclos, momentos en los cuales las cuatricarros se movían de un lado a otro, luego, de manera repentina, así como empezó a temblar de un momento a otro todo se detuvo -¿pero qué fue eso Cere?- -Supongo que un Trenxrremoto-  -y mira, ahora se ve más polvo rojo que antes- -opino que todo es causa del temblor, creo que no debemos perder más tiempo aquí pues, la verdad, este mundo es demasiado hostil para los Trenxianos, el fuerte viento, el polvo rojo y ahora estos temblores, supongo que ninguna edificación sería capaz de soportar un movimiento de estas características, además-dijo el robot tomando polvo rojo en sus manos –este lugar es más árido que el lugar más árido de Trenx, aquí no crecería ni un Trenxcactus- De pronto –¡Mira Cere, allí a lo lejos se puede escuchar un fuerte ruido!- -Ya lo había escuchado- -Pues , vamos- -no, mejor regresemos a la nav…- sin embargo, como en ocasiones anteriores, Leini hizo caso omiso a las palabras de Cerebrónico y aceleró su cuatricarro y se dirigió hacia el lugar que había escuchado más rápido que un trenxferrari–¡Espera, espera, ansioso Trenxiano!- gritó de manera inútil Cerebrónico pues, no tuvo más remedio que seguir al muchacho. 



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En el texto hay: naves, planetas, aliens

Editado: 10.01.2022

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