LOS VURUCTUSIANOS

En ese salón, se podía apreciar un sistema solar en miniatura compuesto por cinco planetas, era un sistema talmente diferente a los que ya conocían, no era ni Trenx ni el sistema Bisolar. Allí se podía observar cómo los planetas giraban alrededor de un sol naranja que se encontraba en medio de ellos –esto es maravilloso Cere- -si, realmente yo también estoy sorprendido- Continuaron allí por unos instantes y luego Cerebrónico dijo -es muy hermoso en verdad, pero, no podemos perder nuestro tiempo aquí- -Tienes razón Cere-

Con prontitud, se dirigieron a la segunda cámara y encontraron otro sistema solar diferente al anterior compuesto por una estrella roja y veinte planetas girando a su alrededor –Mira Cere, tampoco es Trenx ni el sistema Bisolar- -Si, ya lo había notado- dijo de nuevo el robot por enésima vez con ironía. –Pero sigamos avanzando muchacho-

Se introdujeron en dos recamaras más y en cada, una encontraron diferentes sistemas solares con estrellas y planetas girando a su alrededor. –Esto parece interminable- dijo el niño –sí, así parece, pero continuemos. Cuando llegaron a la quinta recamara, se encontraron con el sistema Bisolar en el que estaban y allí vieron todos los planetas que habían visitado durante su travesía espacial - ¡Mira Cere, el sistema Bisolar, allí está Nepturno, Cuadrilandia, Uoral- -Sí muchacho, allí están todos, pero sigamos, Trenxiano tenías que ser- -Vaya Cere, pero que impaciente eres-

Cuanto entraron a la siguiente cámara, Leini casi se muere de emoción –¡Mira Cere, es Trenx- -¡si Leini, amigo, también lo puedo ver! –El robot también estaba sorprendido con lo que veía. Leini estaba realmente emocionado con ese sistema y con el color azul de Trenx –¡Qué hermoso! - Sin embargo, de un momento a otro el color azul de Trenx comenzó a tornarse rojo - ¿Qué pasa Cere?- preguntó el muchacho con angustia –No lo sé- respondió el androide con incertidumbre. Luego, de manera repentina el planeta estalló. -¡¿Oye Cere, Cere, dime por favor qué sucedió?!- preguntó de nuevo el Trenxiano con inmensurable angustia –No lo sé, sin embargo, esto parece como una cruel predicción de lo que está por sucederle a Trenx- dijo Cerebrónico.

Después de esa respuesta, Leini comenzó a llorar mirando lo que le pasó a su planeta, al ver la actitud del niño, Cerebrónico sintió algo raro en sus circuitos y trató de consolar al muchacho -no te preocupes Leini, esa es tan sólo una proyección- -Desafortunadamente, no lo es- les respondió de repente una estridente voz. Leini y Cerebrónico giraron sus rostros de manera inmediata hacia el lugar de donde provenía esta y vieron a una figura gigantesca de por lo menos tres metros de altura, figura que estaba compuesta a su vez por un cuerpo extraño pues, dentro de ese ser se proyectaban miles de estrellas brillando en la oscuridad. - ¿Cómo? ¿Estás seguro de que no es una proyección? - preguntó el niño con lágrimas. –Lo siento, pero, eso es lo que le sucedió a tu planeta- respondió el ser agachando su cabeza.

Leini se lanzó sobre él totalmente consternado y le dijo -¡no, no es cierto, eso es tan sólo una proyección!- -¡no lo es! Lo que tú has visto es lo que le acaba de suceder a Trenx- respondió el ser con furia -pero ¿cómo es que tú lo sabes?-le preguntó Cerebrónico –Lo sé porque en esta pirámide se encuentra contenido el universo y desde aquí puedo vigilar las acciones que suceden en todos los sistemas que lo componen- Cerebrónico permaneció atónito por un instante escuchando las palabras que le acababa de decir aquel ser -pe, pe,pero ¿quién eres tú?- le preguntó de nuevo Cerebrónico con palidez -¡soy lo que ustedes están buscando, aquello que ustedes llaman Vuructusiano- -pe, per, pero ¿Qué eres?- -Preguntó por tercera ocasión el robot -soy uno de los siete guardianes del universo-- -guar, guar, guardianes- dijo de nuevo Cerebrónico con total asombro -si, y también sé por qué están aquí, vinieron para ayudar a la gente de su planeta- -pero qué sentido tiene ahora- dijo Leini, secándose sus lágrimas—si acaba de estallar-

El ser se acercó a Leini y le puso su mano sobre la cabeza y le dijo –mmm, veo que eres un ser maravilloso, no percibo maldad alguna en tu interior, tu corazón es noble y estás lleno de lo que tus amigos llaman bondad, veo también que en realidad quieres a toda costa salvar a tu mundo porque lo amas de verdad y por eso, les voy a dar una oportunidad- al escuchar esas palabras, Leini cambió su expresión de tristeza por una de gran alegría – ¡en verdad, ¿es verdad todo lo que me estás diciendo?- -si, debes confiar en lo que te digo pues los guardianes del universo nunca mentimos, además, una de nuestras tantas misiones es ayudar a los seres buenos que hay en el universo- Leini comenzó a abrasar al guardián esperando con ansias escuchar la manera en que lo ayudaría -Escucha Leini- dijo de nuevo el Vuructusiano -el universo es infinito y está lleno de sabiduría, pero también está lleno de ignorancia, no obstante, nuestra misión es ayudar a aquellos seres que demuestran nobleza en su espíritu y fuerza en su interior y tu posees esas dos cualidades tan importantes para cualquier ser, sin embargo, solo tendrás una oportunidad de ayudar a tu mundo,  igualmente, esta será la única oportunidad que tendrán los Trenxianos para salvarse y para corregir lo que han hecho mal, después de eso, estarán totalmente por su cuenta y el destino de su mundo dependerá totalmente de las acciones que hagan desde ese momento en adelante, también debes saber que solo tendrás un tiempo limitado para salvarlo una vez que llegues allá– -¿y qué debo hacer?- preguntó Leini -En algunos de los planetas que visitaste te facilitaron algo que te ayudaría en el futuro, cada objeto que te dieron tiene un objetivo en particular; supongo que aprendiste a usar esos objetos en los momentos adecuados- -Sí, eso creo- -No solamente eres noble y fuerte sino que además, eres muy sabio, tanto como tu amigo- -Gracias señor- -Ahora, de los objetos que te dieron, entrégame aquel que tu consideres el adecuado para salvar a tu mundo-