Prólogo

Érase una vez una Barbie Fairytopia que se casó con el oso de peluche Pancho. Mierda, que suertudo era Pancho.

Bueno la creadora de esta polémica unión -ósea yo- soñaba con casarse algún día con un chico tan suave y calientito para dormir, como Pancho

O bueno, eso es lo que soñaba la pequeña Elisa.

Pero la realidad es que, 20 años después, la niña había cambiado de parecer. Nunca encontraría a su Pancho.

Sí, Pancho murió.

Fue asesinado por mi madre porque decía que estaba lleno de polvo y que me daba alergia.

Así que un minuto de silencio para Panchito.

Bueno, volviendo a mi vida amorosa. Puedo decir que he tenido alguno que otro corazón roto. Pero nada que no pueda curar un rico bote de helado de limón y 4 amigas que te entretienen rajando del chico en cuestión.

Sin embargo, mis expectativas sobre el amor cayeron cuando Elliot apareció. Ugh Elliot. Ese desgraciado me pintó bien linda la idea de un casi compromiso. Pero, qué casualidad que mientras yo me la pasaba babeando por él, su esposa con sus trillizos lo esperaban en casa.

Si. Está casado. Malditamente casado.

Ese sentimiento de haber dado todo de ti y luego enterarte que, no solo te mintiera, sino que tú, colateralmente, hicieras daño a personas que no sabían nada. No sé, me hizo sentir un ser desagradable.

Anyway...

Ha pasado un 1 año desde eso y puedo asegurar que la soltería es magnífica.
-No tener que estar pendiente de alguien
-No feelings en peligro
-Cero estrés
-Cero toxinas
Wow, podría hasta crear una campaña sobre la soltería

Que puedo decir. Yo, Elisa Harper le digo no al compromiso.