Las Chicas Perfectas

CINCUENTA Y TRES

Anthony llegó a la mansión de Sindy donde pensaba quedarse durante toda la noche. Necesitaba mantenerse lejos de su casa y en especial de su hermana, debido a que no soportaba el saber que Ana prefirió a un desconocido antes que a él, su gemelo. Menos luego de lo vivido durante aquellos largos cuatro años.

Sindy corrió a los brazos de su amado dorado por quien moría de amor. Anthony la abrazó con intensidad extrema mientras la devoraba con ambrientos besos cargados de pasión.

Pero el padre de la joven carraspeó su garganta logrando que los amantes se separen algo avergonzados, Sindy estaba roja de vergüenza debido a haber sido sorprendida infragantti.

Respiraban entrecortado, Anthony seguía rodendo a Sindy con su brazo derecho presionandola contra su cuerpo, de esa forma marcaba su territorio indicando que esa hermosa doncella le pertenecía unicamente a él y a nadie más. Ni diquiera a su padre, quien sonrió al ver aquello ya que le indicaba que Anthony en verdad amaba a su hija, de todos modos habían reglas en su mansión que debían ser cumplidas sí o sí.

Por tal razón se mostró firme ante los jovenes indicándole que ese no era el lugar indicado para que ellos hagan sus cosas. Para ello tenían el dormitorio.

- Si padre, disculpanos. No volverá a pasar - dijo Sindy sujetándo a Anthony de la mano para llevarlo a su habitación, donde estarían en privado.

Anthony se acercó a la chimenea que permanecía encendida, mientras se quitaba la campera negra y la arrojaba a uno de los sillones.

Sindy podía ver la intensa necesidad de su amado por descargar sus nervios. Suspiró profundo, mientras se acercaba a esa belleza rubia que la volvía loca de deseo.

Sindy empezó a acariciarlo con excesiva suavidad, mientras sus verdes ojos reflejan el intenso amor que sentía por Anthony.

- ¿Qué sucede mi amor? 
- ¿Por qué tiene que suceder algo para abrazarte Sindy?
- ¿En serio? - Sindy sonrió divertida - ¿Y por qué me abrazste recién frente de mi padre como si fueses un macho alfa?

Anthony no respondió, solo se limitó a abrazarla fuertemente por unos segundos. Luego, ambos se sentaron frente a la chimenea mientras fuera diluviaba a cántaros. Allí el rubio la rodeó con sus robustos brazos para contarle lo que le estaba molestando.

Que Ana lo haya dejado de lado, para preferir estar junto a un desconocido.

- Es mi gemela Sindy, no es una hermana común. Fuimos separados por cuatro largos años y ella fue tortutada y violada. Recién la habíamos recuperado.

-¿Y cuál es el problema entonces? 
- ¿En serio lo preguntas mi amor?
- Si

- El hecho de Ana haya preferido revolcarse con un desconocido antes que permanecer junto a mí, su gemelo. Quiso revolcarse con ese ladrón y se alejó de mí...de nosotros. Eso duele Sindy, duele mucho.

- Amor escuchate
- Eso hago y no pienso perdonar a Ana lo que hizo.

- Amorcito, tu problema es que estás celoso.
-¿Qué? ¿Yo? ¿Celoso?

- Muy celoso y creeme que es normal, muy normal. Después de todo estuvieron juntos desde el ceno materno. Tú lo dijiste, no son hermanos comunes. Pero la cuestión es que debes dejarla amar, después de todo Ana tiene derecho a vivir el amor como tú.

Lo que Sindy decía no tenía ningún sentido para el rubio, sintiendo que su gemela le pretenecía exclusivamente a él y a sus padres.

Pero se guardó sus pensamientos solo para él debido a que acababa de comprobar que su amada no lo entendía y no deseaba discutir con Sindy

- ¿Te parece que cambiemos de tema amor? - le dijo a esa oscura belleza quien sonrió de forma juguetona, suficiente como para encender a Anthony quien se lanzó a él con ambriento deseo.

Mientras tanto en la mansión de Nick, este se encontraba con Sara en su habitación. Ambos desnudos como tanto les gustaba estar, abrazados mirando la lluvia caer desde la ventana.

En otra habitación se encontraba Ismael frente a la computadora chateando con su gran amigo Adam, quien supo ganarse la confianza del niño de doce años que padecía de la escasa atención de sus padres, quienes se habían centrado en ellos dos y en los gemelos únicamente.

Hola Ismael
¿Cómo estuvo tu día?

Hola querido amigo
Fatal, muy aburrido. Como siempre pasé el tiempo con mi niñera.

Eso debe ser frustrante Ismael, más aún teniendo dos hermanos y unos padres muy cariñosos

Mis padres solo piensan en ellos mismos y en mis dos hermanos nada más. Anthony solo piensa en Ana y en sus malditos celos, y a Ana solo le importa su esposo Kaspy. Como verás estoy solo.

Bueno, si te sirve de consuelo yo estoy contigo Ismael. A mí si me importas niño.

Lo sé amigo, eres el único a quien en verdad le importo.

Así Ismael chateaba con el cruel de Adam a traves de su computadora, quien había empezado a manipularlo a su antojo, valiéndose de los errores que Nick y Sara estaban cometiendo con el pequeño.




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