Las Crónicas de Aishla

Capítulo 5

Ella entro tan rápido como sus pies se lo permitieron, cerró la puerta y miro al espejo, sus labios no podrían pronunciar palabra alguna.

Se llevo la mano al rostro — ¡Sofía eres una estúpida! — dijo en vos baja, pero queriendo gritar fuerte— bien, bien— se dijo— ahora iras a su cuarto y dirás el parte médico en tu mente, este caso no tiene oportunidad, Emanuel sufre algo terrible, tu estas jugando con el fuego— se dijo apuntado se con el dedo.

Quiso salir corriendo, pero algo no se lo permitió, no pudo estar más de cinco minutos en el cuarto. El corazón latía rápida mente en el pecho, sus pensamientos se desbordaron, algo crecía dentro de ella, no sabía cómo quitarlo, lo había sentido desde que la abuela hablo con ella.

—Que significaba esas palabras— se dijo — ¿Trate de no entenderlo? ¿Me habría advertido de algo y lo dejé pasar?

El reloj corría dentro del baño, ella se sentó en el escusado y trato de relajarse, le dolía el estómago, sentía nauseas tomo un sorbo de agua se repuso lo más rápido que pudo.

Se miró al espejo y franca mente se dijo— no lo entenderé, y tal vez lo entenderé.

Al salir del baño camino firmemente, pero con pasos lentos, al acercarse dentro del cuarto escucho voces, ella separo cerca y apoyó frágil mente su oído.

— ¿Por qué tarda tanto? — dijo una vos chillona.

—No lo sé, creo que se asustó de ti Arch— dijo una segunda vos.

—Ya cállate Eldrich, tu cara deja que desear— dijo la primera vos chillona.

—Ya cállense— se escuchó la vos de Emanuel— tiene que estar llegando y puede que le sienta mal su mal comportamiento.

En ese momento Sofía golpeo la puerta interrumpiendo.

— ¿Hablabas con tus amigos? — pregunto Sofía sin saber cómo arrancar.

Sofía pensó varias cosas más, pero las apaciguo ni bien miro a Emanuel a la cara, un muchacho carenciado de amor, que la vida nunca le sonrió, y los amigos que invento, los invento para sentirse refugiado, el mismo inventaba las voces para hacer que sus personajes hablen, y él puede responderse a sí mismo.

—Estábamos preocupado por ti— contestó— creímos que te habías asustado, ellos quieren conocerte más, para que veas qué esto no queda aquí.

Ella saco su cuaderno, y anoto varias cosas — ¿Cuándo comenzamos? — preguntó amable mente, ella empezaba a entender el dicho de Teresa.

El coloco a los cuatro personajes delante de ella— tu pregunta, ellos me hablaran a mí al oído, te diré todo lo que tú quieras saber.

Ella lo miro incrédula, él no sabía leer el mensaje de las personas — ¿Cuánto saben de Emanuel? — pregunto sin saber cómo comenzar.

—Arch quiere contestarte, pero parece que quiere algo más íntimo, quiere que tu conozcas el mundo donde él vive. Para que me puedas comprender— Contesto Emanuel por Arch.

— ¿Como tendré que caminar a ese lugar? — volvió a preguntar Sofía.

—Eldrich quiere contestar esa pregunta, dice qué es fácil entrar y la puerta está abierta, si crees podrás vernos, solo sí crees de otra manera no podrás llegar a su mundo.

—Yo creo— dijo Sofía— que, si se tratar de creer aquí me tienes, frente a ustedes esperando que pase algo de otro mundo, ¿y crees que no creo?

—Eldrich no quiso decir eso— Dijo Emanuel defendiendo a su amigo.

— ¿Entonces qué quiso decir? Cada vez entiendo menos, estoy aquí para ayudarte Emanuel, estoy creyendo en ti, quiero llegar al fondo.

—Varagot no te cree, el piensa que no crees una palabra, a propósito, ellos hablaron conmigo, para saber si estabas escuchando detrás de la puerta, ellos te vieron, estabas escuchando, de seguro pensaste que estoy recreando sus voces.

Sofía se quedó con la boca abierta, porque todo lo que Emanuel decía ella lo habría pensado. Ella se quedó sin palabras y ahora se sentía entre la espada y la pared.

—Varagot te está dando una oportunidad— confronto Emanuel a Sofía— ¿mi…mi abu…ela te dijo que no me entendieras?

Sofía lo miro extenuada por primera vez en su carrera habría quedado sin palabras, había bajado la guardia o realmente alguien estuvo observando todos sus movimientos. Pensó en la familia, pero alguien que pudiera extraer lo que su mente fabricaba como experta. Ella pensó en varias cosas, pero nada la pudo atrapar más, ¿Emanuel estaba diciendo ser un muchacho con problemas o real mente su mundo era real? su boca quedo abierta, se sintió atrapada, ¿un león enjaulado sentirá esto? Se pregunto, ella tenía que ir bajo la presa, ahora ella sentía ser la presa.

Emanuel sonrió y solo dijo— tu…tu…sabes si es cierto todo esto, tu co…co…razón lo sabe, y no solo tu corazón, hay algo en ti que te está diciendo que lo hagas.

— ¿Ese quien fue? — pregunto sorprendida por qué estaba en lo cierto había algo en todo esto de real, la locura Emanuel la estaba invadiendo, pero no era locura, era algo que ella no comprendía, ahora estaba atrapada, ¿Quién había hablado de todos ellos? su esquizofrenia lo estaba matando, o una de sus identidades que él había creado.

—Me eh dado cuenta— dijo Emanuel— no hiso fa…fa…lta de que uno de ellos me diga.



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En el texto hay: novela juvenil, aventura fantasia

Editado: 19.10.2023

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