Las Crónicas de Aishla

Capítulo 13

Kat-arus dormía profunda mente, Sofía miraba la ventana, fuera nevaba fuerte mente, el viento soplaba veras golpeando contra la ventana haciéndola tiritar, ella estaba perdida en sus pensamientos. Trataba de contener sus lágrimas, recordó por un momento a Gabriel, extrañaba su acento español, deseaba escuchar un instante su vos, anhelaba estar en sus brazos, lo extrañaba, siempre tenía la palabra justa, eso la hacía sentir segura. Al momento recordó a Emanuel y su sueño temía que el muriera. También recordó la lucha entre el Growgors lobo no entendió por qué todo se había detenido a su alrededor, que poder podía detener los segundos por un momento. Todo esto la atormentaba no entender la situación que la rodeaban la tenían perpleja.

Siguió mirando por la ventana pensando en el mundo donde se encontraba y poco a poco percato que, otra vez, las cosas se ralentizaban, los copos se detuvieron en el aire, miro el fuego de la chimenea congelado como una estampa en la pared. Sofía comenzó a sentir un fuego brotando en su interior, sus manos comenzaron a temblar y el dedo índice empezó a escupir lava en forma de gotas, del dedo comenzó a salir vapor parecía un volcán y pronto otra ráfaga de lava empezó a brotar nueva mente. Una hilera de fuego que brillaba corría por sus venas, ella comenzó a gritar, el cuarto empezó quemarse, de pronto el tiempo volvió a su siclo y la pieza comenzó a chamuscarse por el fuego. los guardias en un abrir y cerrar de ojos entraron por la puerta. Gruk salto sobre Sofía cerrando su mano.

— ¡No la abras por ningún motivo! — le ordeno Gruk famélico.

En ese momento salieron justo del cuarto toda la mampostería comenzó a declinar, y caer sobre el cuarto.

Las manos de Sofía temblaban, el brillo dorado poco a poco comenzó a esfumarse, el temblor había desaparecido.

— ¿¡Dónde está Kat-arus!? — pregunto Sofía exaltada.

—Aquí detrás de ti— contesto Kat-arus— no me ha sucedido nada, solo y tragando un poco de humo.

Sofía se llevó las manos a la cabeza sin entender que es lo que había pasado, se le ocurrieron miles de cosas por la cabeza, pero nada la dejaba en paz.

— No idees cosas tontas en tu cabeza— dijo Gruk que aun sostenía la mano de la doctora.

— ¿Qué ha sucedido hay dentro, que ocasiono todo ese fuego? ¿Por qué de repente el tiempo se detuvo? ¿Que hay en mi Gruk? — la mente de Sofía desvariaba.

— Contestaré todas tus preguntas, sabíamos que eras tu— dijo feliz.

— Gruk confundes aún más mis pensamientos. Estoy tratando de no entrar en crisis, si no fuera por ustedes Kat-arus hubiera muerto calcinada, tendrías que haberme avisado. Si era yo o no esto no hubiera ocurrido. Desde que llegue he entregado mi corazón. Nadie habla conmigo, ¿Qué soy y de que estoy echa?

— No debes ponerte así, hemos tratado de guardarte, pero nada podemos controlar, el poder que hay en ti se ha despertado, o eso creo, ira creciendo gradualmente, o eso creo.

— ¿Qué significa que irá creciendo? — pregunto Sofía conmocionada. Se llevo la mano a la frente y por ningún motivo deseaba abrir sus manos.

Gruk callo repentina mente— sígueme— le dijo final mente— te lo mostrare, ya nada se puede ocultar, no te ocultare absoluta mente nada.

El rey llegaba presuroso, su rostro estaba mudado miro el desastre, Sofía lo seguía, su rostro estaba perplejo y sus ojos estaban confundidos, sus labios apretados entre sí.

— Es hora dijo el rey— al inspeccionar lo sucedido— sabíamos que eras tú, la reina necesitaba estar segura, no podía mandar a alguien que no fuera. Hoy termina tu practica en el camino aprenderemos juntos, de camino creceremos y nos fortaleceremos— dijo mirando los escombros y la llama que no se apagaba— mañana antes del amanecer saldremos. Gruk te llevara al cuarto está preparado— el rey dio media vuelta y sus ojos se clavaron con los de ella— no temas ni estés confundida el poder que está en ti te enseñara, guardara de ti y de los que te acompañan, no dudes de esto.

Gruk dio media vuelta dando órdenes a unos de los guardias del rey.

— E enviado al guardia a preparar el cuarto de las revelaciones— dijo Gruk haciendo una reverencia— con su permiso mi rey, llevare a Sofía, le enseñare todo lo que debe saber.

Sofía se encontró frente a Gruk después de haber caminado varios minutos.

— Allí dentro encontraremos respuestas, solo se me permitió entrar solo una vez, esta sería mi segunda vez después de varios años, es muy importante que prestes atención a todo lo que allá dentro, encontraremos respuestas a lo que te está pasando— dijo Gruk emocionado y nervioso.

La puerta se abrió repentina mente. La reina estaba parada frente a ellos, e hiso señas a Gruk, el acato ordenes tomo del brazo a Sofía haciéndola ingresar, ella lo siguió y la puerta se cerró detrás de ellos, era una sala con estantes de arce llena de papeles, libros. una gran mesa de madera estaba aún lado con un libro cerrado era de cuero rojo.

La reina se acercó a la mesa, deposito sus manos sobre el libro y dijo— Cuero de dragón, y no cual quiera, este libro tiene un poder sin igual, mal utilizado podría deshacer el mundo en un abrir y cerrar de ojos. El cuero de Belvebran era el más resistente. Un poder así necesitaba lo mejor— la reina agacho su cabeza pronunciando unas palabras en vos baja en una lengua que Sofía no entendía.



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En el texto hay: novela juvenil, aventura fantasia

Editado: 19.10.2023

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