Nota del Autor: Hola queridos lectores, les saludo cordialmente trayendo el tercer capítulo de la historia, digamos que esta idea también es publicada en Fictionpress y bajo el alias de Templario.oscuro, pueden seguirme en ambas plataformas como dejar sus impresiones, ahora bien espero que disfrutaran de los dos capítulos anteriores, sin mayores palabras comenzamos:
El siguiente capítulo se titula: El Gran Bosque Sombrío.
(En el Gran Bosque Sombrío).
Lothar trato de acomodarse pero el ardor en el costado derecho se lo impidió, su salvadora solo dio un bocado a su cena resultando ser una ardilla asada y su lobo seguía sin apartar la mirada de él.
–Tienes una herida profunda… tuviste suerte que te encontrara o mejor dicho....mi lobo Viento Blanco, fue el responsable en dar contigo– señalo Torvi.
– ¿Viento Blanco?...
Le pareció un sueño de cierta forma había escuchado sobre los habitantes que estaban más allá del bosque cerca de las montañas, la chica de las cicatrices en su rostro demostraba en sus ojos una fiereza solo vista en los lobos.
Trato de levantar la cabeza para ver la herida pero la coraza de la armadura estaba retirada pero su salvadora se coloco de pie, empuñando un cuchillo de cacería y acercándose a su denominada presa.
–¿Qué haces?– pregunto.
–Curarte– contesto y cargando en la otra mano una rama.
Torvi con el cuchillo retiro lentamente la corteza de la rama y volviendo a revisar la herida verificando que el primer vendaje cumplió su objetivo deteniendo el sangrado, con la rama sin corteza realizo una especie de pasta de color blanca con ayuda de grasa de animal, unas hojas de roble se mezclaron y aplicando en la zona afectada.
–Huele mal…y me arde…– soportando el ardor que calaba en su carne como pequeñas cuchillas.
–Al menos no estás… llorando como un bebe… en lo personal creo que tienes suerte– comento.
– ¿Suerte?– pregunto.
Esa sonrisa fue su respuesta, sus ojos brillaban con cierta intensidad comprendiendo el comentario en torno a la suerte.
–Solo seria piedad pero veo que no eres fácil de matar y en especial sobrevivir a un ataque de los Ettins… esos cabrones de dos cabezas suelen ser muy problemáticos, niño.
–No soy un niño… soy un hombre de Theodor– contesto. –Tome el juramento y defender la tierra de Theodor contra cualquiera que amenace las tierras del rey Gerard.
–¿Qué edad tienes? – pregunto Torvi revisando su trabajo y comenzando a colocar nuevas vendas utilizando parte de la capa que traía Lothar. –Yo tengo 18 años… pero eres algo bajo para ser un hombre, deberías ver a los miembros de mi clan ellos te superan en altura y fuerza… quizás te confundan con alguna chica… ¿Cuál es tu nombre?– pregunto.
–Lothar… y el tuyo– inquirió.
–Torvi… de los Garras Gélidos… y ahora vendrás conmigo– contesto.
–¿Dónde exactamente debo ir contigo?– pregunto y viendo al lobo merodear cerca de él.
–A conocer al patriarca de mi clan, estará feliz con verte y hacerte unas preguntas…– respondió Torvi y exhibiendo su collar con forma de garra de lobo. –Soy una loba fantasmal y tú también tienes una como esta… ¿Cómo un cachorro de nuestro pueblo termino con esos desgraciados de Theodor?...
Lothar le pareció perturbador esa revelación en torno al collar, su madre Ruth le entrego en su cumpleaños número diez dicho objeto explicándole que había sido rescatado de una aldea de la última guerra de hace 17 años, siendo llevado por el propio Frank a vivir con ellos.
–Mi lobo te detecto a una gran distancia y lo seguí… cuando vi tu garra colgada al cuello, fue demasiado extraño encontrarme contigo… pero veo que eres como yo.
– ¿Cómo tú?– pregunto.
–Eres un lobo fantasmal– contesto Torvi. –Y eres mi prisionero…
Tratando de entender las palabras de la extraña mujer y su cabeza comenzó a darle vuelta.