Las Crónicas de Melek Hoffmann Iii: Misterio en Giantville

Capítulo 4: Los primeros meses en Nueva York (Segunda parte)

Melek golpeó la puerta suavemente nadie le contestó, así que se fue y en ese momento aparece Gustave con sus compañeros de trabajo y dice :

-            ¿Melek? - habló Gustave

-            ¡¡¡Gustave!!!! - exclamó Melek con cierta alegría

-           ¿Qué ocurre? - preguntó Gustave

-           Podemos hablar... en privado - tosió un poco Melek y los compañeros de Gustave se burlaban de él y este estaba sonrojado, con un poco de vergüenza se tomó su cabellera ligeramente rizada

-            Está bien hablemos - sonrió Gustave aún con un rubor en su rostro, se aisló de sus compañeros que se fueron a sus habitaciones y los jóvenes se sentaron en la escalera, se miraron un instante y Melek comenzó:

-             ¿Sabes algo sobre mañana? - preguntó Melek con mucha tranquilidad

-              Si recién lo supe - respondió Gustave

-             Ahh entonces... - exclamó Melek un poco resignada

-            Oye me gustaría saber más de ti - inquirió Gustave

-            ¿Qué te gustaría saber sobre mí? - preguntó Melek con un tono irónico

-          Todo - inquirió Gustave

-          Entonces yo también quiero saber de ti - con tono pícaro

-          Está bien yo comienzo ¿Cómo te llamas? - preguntó el joven

-           Me llamo Melek Hoffmann y soy de Chile, de la región de Valparaíso - respondió Melek con soltura - ¿y tú? - preguntó Melek

-             Bueno me toca a mí, me llamó Gustave Ducoux soy de Francia de la ciudad de París - respondió Gustave - ¿Cuantos años tienes? - preguntó Gustave

-             Tengo veintitrés años - respondió Melek - ¿ Y tú? - preguntó Melek

-            Tengo veinticuatro años - sonrió Gustave - otra pregunta ¿Tienes novio o novia? - preguntó Gustave

-           No tengo novio, ni novia - sonrió Melek -¿ Y tú Gustave? - preguntó Melek

-            No en realidad - inquirió Gustave - dicen que soy un idiota

-           Debe ser verdad - sonrió Melek

-            Puede ser - lo dijo con tono reflexivo

-           Voy a continuar ¿Cuál es tu color favorito? - preguntó Melek

-          El mio es el amarillo - respondió Gustave - ¿ Y el tuyo? -preguntó Melek

-         Es el celeste, me genera una cierta paz - sonrió Melek a Gustave y este vuelve a preguntar

-         ¿Cuál es tu comida favorita? - preguntó Gustave

-          El charquican - sonrió Melek - ¿Y el tuyo? - preguntó Melek

-          La pizza artesanal - respondió el joven un poco curioso sobre la comida favorita de Melek y preguntó - ¿ Qué es charchican?

-          Jajajaja ¿Charchican? -le dio un ataque de risa a Melek

-          ¿Qué dije? - preguntó Gustave

-           Charchican Jajajaja - le dio más risa a Melek que el joven francés estaba un poco molesto

-           De verdad de que te ríes - estaba enojado Gustave

-          Se dice Charquican - exclamó sonriente Melek

-           Charquican - dijo finalmente Gustave - ¿Lo dije bien? - preguntó el joven

-            Si - sonrió Melek y también Gustave

-             Otra pregunta - habló Gustave

-            Claro - exclamó Melek sonriente

-           ¿Tu mayor pena? - preguntó Gustave

-            La muerte de mis padres - con un tono triste lo dice Melek, que no sabia que decir Gustave

-            ¿Quieres hablar sobre eso? - preguntó Gustave

-           Es conversación para otro día- inquirió Melek con la voz apenada - ¿Y tú?

-           Bueno.... crecí con otros niños en una institución solo.... sin mis padres - sonrió sin ganas el joven 
- No sabía que eras huérfano.... lo siento mucho - se sentía un poco angustiada Melek, que inconscientemente abrazo a Gustave

-              No es tu culpa Melek - inquirió Gustave

-          ¿Cómo te sientes? - preguntó lo primeroque se le ocurrió a la joven

-           No lo se - respondió desgastado Gustave

-           ¿Alguna vez te has enamorado? - preguntó la joven

-            La verdad si.... pero la típica historia que todo termina muy mal... cuando iba en la escuela conocí a una hermosa chica que se llamaba Katrina... era muy bella de nobles sentimientos y buena persona..... pero... - habló Gustave

-           ¿Te rompió el corazón? - preguntó Melek un poco apenada 
- Lo que le hicieron a ella.... siento una gran culpa por no ayudarla...- se tomó el cabello con gran furia parece que el cargo de conciencia era muy fuerte en Gustave

-            ¿Qué le hicieron? - preguntó Melek con un poco de furia sabiendo la respuesta

-            Un día la chica más popular de la escuela le tendió una trampa junto con el chico del equipo de fútbol... la invitaron a su casa y lo horrible pasó ahí... el chico la violó - lloró Gustave con lo atormentado que se sentía al recordar, pero lo necesitaba hacer aunque con una persona extraña y la cara de sorpresa de Melek ante el relato del hombre francés que sólo pudo decir :

-             Ahhhh!!!! Dios mio - con un tono de pena y rabia

-             Lo peor vino después... - explicó Gustave

-            ¿Qué hicieron esos hijos de puta?- preguntó Melek con cierta indignación que se le notaba en sus voz y en su expresión en su rostro, Gustave la miraba con esos ojos verdes que en ese momento estaban opacos y rojos de la pena, intentó de gesticular palabra alguna no parecía salir alguna; el nudo de su garganta no se lo permitía hasta que finalmente habló:

-           Ellos publicaron el video a las redes sociales.... y todo la escuela lo sabía.... y la llamaron "ramera","prostituta" entre otros insultos e insinuaciones de carácter sexual - habló Gustave

-         Ahhh por Dios que tragedia... ¿ Y qué hiciste tú? - preguntó Melek

-          Ella no me comento la verdad.... así que me comporte como un imbécil y la trate mal - con tono culpable el joven



#13692 en Thriller
#7739 en Misterio
#5618 en Suspenso

En el texto hay: misterio, misterio y crimen, misterio suspenso

Editado: 25.06.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.