Introducción.

Narrador Omnisciente. 

─ ¡Pero quienes se creen! ─Aitana les gritaba aquellos imbéciles que le acababan de echar agua, y se echaban a reír.

Mientras la rubia de ojos azules miraba a uno de ellos, que era el más serio de los cuatro. Se fijó en él y que detrás de aquellos lentes se escondía un muchacho realmente guapo, pero alguien muy diferente a ella, dos mundos diferentes.

─ Dejen a mi hermana ─ la rubia salió a defender a su hermana menor y empezaron a discutir con aquellos vecinos.

Mientras el hermano del medio aquel rubio con crespos de oro, miraba a la chica que ha sido la culpable de una nueva faceta en él, y que aunque tenía a su gemela para él tenía un brillo especial que las diferenciaba, lastima que por lo que había visto tenía novio que quería mucho, aunque este no fuera él indicado para ella por los tratos que este le daba.

─ Ya, chicos, vamos a casa ─ el hermano mayor se dirigió a sus hermanos y ellos se despidieron de sus vecinas ─ Adiós, Jones.

Mientras que él caminaba veía a sus hermanos actuar raro con las vecinas y en ese momento se dio cuenta que entres sus hermanos y ellas probablemente habría más que una amistad en un futuro y eso que solo habían pasado dos meses desde que las conocían. También que se sentía aliviado de que no hubiera una cuarta Jones.

Claro como siempre que equivocado estaba, porque desde aquel día que llegaron a esa casa y conocieron aquellas vecinas, ninguno volvió hacer el mismo.

Conocían lo que decían en la ciudad "Las Jones sobresalen por donde van y ninguno queda libre de su hechizo"