Santiago.
Se llegó el día en el cual vamos a regresar a nuestro hogar, tengo nervios y se debe a que volver a ver a papá no es fácil; no porque no lo extrañe, es solo que la última vez que lo vi peleamos muy fuerte.
La separación de mamá y papá, era algo que se veía venir desde hace mucho. En ambos ojos ya no se veían aquel amor de antes, solo desprecio, cansancio, rabia y sobre todo decepción. De por sí papá no se la dejó fácil, su alcoholismo lo acabo, lo destruyo y por poco a mamá. Agradezco que mamá sea tan fuerte y que nunca se dejará de i padre, pero de hay a que todo se le haya hecho fácil, no. Tener que mudarse, tener que empezar de nuevo, tener que mirar cómo respondía por nosotros, como nos convencia. Porque aunque jamás lo haya dicho, ella no se hubiera venido para California si no hubiéramos aceptado venir.
Ella siempre lo dice, el vínculo entre una madre y un hijo es infinito.
— Bueno mi querido amigo, dejame decirte que espero que te vaya bien, — empezó hablar Will mientras pasaba un brazo por encima de mis hombros — y que traigas regalos cuando regreses.
— No faltaba el interesado — pone los ojos en blanco, Chloe —. ¿Cuándo regresas?
—En dos semanas, para las fechas del cumpleaños de Sofía.
—¿Quién sabe este año qué le haremos?
—¿Sus fiestas son como las de las gemelas? — pregunto —. Todavía no puedo creer que Sofía con la edad que tiene siga en el instituto.
—Cuando Edward y la Sr. Jones tuvieron el accidente, ella fue una de las que se cerro a todo y perdió dos años, hasta la alcanzaron las gemelas con la hermana de esta cosa — la señala —. Básicamente por eso con veinte año apenas está por graduarse.
—¿Para las demás fue tan fácil?
—También fue igual de difícil — llega sentándose Iveth y respondiendo mi pregunta —. Las gemelas tenían 11 años y papá las obligaba a ir al colegio; a Sofía no porque era más consciente de las cosas, además ella si actuó de manera muy diferente.
—¿Y tú?
—No me gustaba estar en el lugar, donde los recuerdos estaban tan presentes — confiesa y esperamos a los chicos en la cafetería. —. Escuche que mañana te vas — cambia de tema.
—Sí, — respondo— tengo algo de nervios de volver, ya pasaron casi seis meses y no veo a muchos de mi familia.
—Disfruta tu estadía allá, de verdad que pasar navidad con los tuyos, es algo que genera mucha felicidad — me anima Chloe.
—Mañana llorare cuando te vayas, — dramatiza Will — me tendrás ahí pegado a ti.
—No si yo lo impido — Will le sonríe inocentemente a Andre—. Sigue de esa manera Will, veo quienes más van hacer parte del grupo de los solteros.
—Pero si solo quedarían Chloe y Tadeo, no querrás que eso pase. — empiezan su discusión, la cual los van a llevar, a que se quieren y ninguno va a terminar con el otro.
—Me desespera tanto amor en esta mesa— se queja Iveth— Me voy a conseguir un novio — termina de decir eso y llama la atención de Will, quien la mira con una sonrisa picara.
—Yo te puedo ayudar con eso— ella le da una mirada de esas de callate — Podemos ver las opciones, por ejemplo, Kyle o tal vez... Santiago — la mira directamente a los ojos.
—Que chistoso hablando de quien no está y de quien está al frente mío, ¿No te da pena?
—Me perdí, quieres decirme, que hable de eso cuando la persona está o cuando no — ella pone los ojos en blanco —. Es que no te explicas amiga.
—Más bien, yo me consigo el novio.
Dejamos la conversación hasta hay y por alguna razón empiezo a imaginarme como sería que ambos fuéramos novios. Porque ambos somos tan diferentes —O de esa manera lo siento—. Ella es una persona que no le gusta mucho expresar sus problemas, yo posiblemente siempre se los tengo que contar a alguien; ella es más de escuchar y yo soy más de hablar; ella no le gusta hablar de ella, creo que el único tema que saco de conversación es lo que sucede a mi alrededor. Y no porque me crea el centro del universo, sino porque considero que es importante.
También que soy mucho más de estar calmado en las fiestas o peleas. Ella definitivamente no y me lo demostró en este mes; aunque es muy madura, también muy impulsiva, su tema más delicado es su familia, odia a los hombres que agreden o que se creer lo mejor del planeta, también ama ayudar y es por eso que se le da también su carrera.
Con todo esto, me digo a mi mismo, que como tenemos cosas en común, definitivamente ella es como un tornado, cuando se generan movimientos bruscos — Un ejemplo sería el hecho de que el viernes estábamos felices pasando un momento de amigos y resultamos fue en la policía—.
¿Somos o no compatibles?
Para empezar, ¿Por qué piensan eso Santiago?
—Bueno ya que ni Tadeo o Kyle apareció, nos vamos; tenemos más clase — informa Chloe— Empiezo a creer que en medicina no se descansa.
Los tres se van y de paso nosotros también, a seguir con clases.
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Ni jornada universitaria termina, voy a recoger a mis hermanos y cuando llego a casa empiezo hacer mis maletas.
—¿Segura qué estarás bien?— pregunto a mi madre, ella está terminando de servir la cena y mis hermanos están en sus habitaciones —. No quiero irme y saber que estarás triste o algo.
—Yo de igual voy a estar triste, porque me hacen falta. Pero nada me va a pasar, voy a estar con Mateo, asimismo tengo un montón de trabajo, ya el evento es este fin de año y aunque no creas, el crear eventos de bodas o de lo que quieras, no es fácil.
—Te voy a llamar todos los días — la envuelvo en mis brazos.
—No esperaba menos de ti — me corresponde.
— Te quiero.
— Yo más, mi bebé.
El resto de noche, cenamos con los chistes malos de Austin; Pablo y sus aventuras el día de hoy porque fue a presentarse en un cafetería y las señoras les dijo que podían ir tres veces a la semana.