Narrador omnisciente
¿Cómo crees que reaccionan las personas qué aman, a la muerte?
Ellos en un pasado y al enterarse que su nieto, hijo, hermano en este caso, —Edward— y su hija, mamá o esposa —Iveth —.
En la sala de atención de la delegación se encontraba Mark, con lo Hill del núcleo principal.
Ava Hill, culpable de la muerte de su hermana Iveth Hill. Tanto a los hermanos y padres les parecía una locura. ¿Cómo es posible que matemos a nuestra propia familia? Para ellos eso no cabía en la cabeza ¿Caín y Abel? Si se podría asemejar a esa historia.
Iveth, vivió llena de muchos consentimientos por ser la niña menor de la casa, con David. Eso no pasaba desapercibido por sus hermanos mayores, pero para los hombres nunca creció una envidia. James y José eran uno solo, se la pasaban juntos y no les importaba, para Jacob era diferente, se integraba más con sus amigos, pero sabía que hacía parte importante de su familia por ser el hijo mayor.
Pero ella siempre se sintió sin su lugar y el hecho de ser la mujer, pero a la cual no le prestaban la atención suficiente, creció siendo una persona vengativa y rencorosa. Lo que ella se mintió toda la vida, era que sus padres nunca la quisieron. Falso. Damián e Inés, amaban a sus hijos tanto y ella no era la excepción.
Cuando se invento que se iba a ir a estudiar al extranjero a pocos días después del quinto cumpleaños de las gemelas. Ellos trataron de impedírselo, lo que no se imaginaban es era mentira, solo se iba para Nueva York, donde estuvo muy pendiente de cada paso de su familia.
Desde que Iveth le presentó a Mark, quedó tan cautivada, que los sueños donde aparecía él, eran algo retorcidos y enfermos. Se enamoro, solo que no de forma sana. Cuando tuvieron a Edward ella se carcomía por dentro, la envidia y la maldad.
Muchos años pasaron, para que pudiera ejecutar su plan. Tanto que obsesiva se volvió con ese tema y cuando crecieron lo suficiente, ejecutó el plan.
Alfredo y los que son los únicos que tenían pruebas de lo que ocurrió esa noche, los engatusan con la belleza que la caracterizaba tan similar a la de Sofía. Los manipulo y los hizo cómplices de tan atroz crimen.
Ellos estaban en ese lugar, donde escuchaban atentamente lo que decía el agente que había ayudado a Layla, desde hace dos años, donde recordó ciertas cosas de esa noche.
Nadie creía lo que se estaba hablando.
En la otra punta del país, se llevaba la captura de Ava. Lo que no se esperaron encontrar fue un cuarto donde aparentemente vivía un hombre. ¿Pero quién?
Mateo estaba en la sala, listo para narrar lo que había sucedido esa noche. A las afueras de esa sala estaban las Jones y los Collins, esperando que todo se aclarara. No entendían nada, ¿Por qué su padre y hermano, estaban allí? Era una de sus preguntas.
Las Jones estaban tan metidas en sus pensamientos, enfrascada en todo lo que se iban a enterar, su hermana mayor ya les había advertido que se iban a enterar de todo y aunque doliera, era la pura verdad.
Ya no se trataba de ellos como amigos, como ex novios o como vecinos.
Se trataba de ellos como familia de los culpables.
Desde aquel accidente, sus familias estaban destinados a encontrarse, que lo hicieron antes y en otras circunstancias.
¿Mejor o peor? Es algo que para todos no era la mismo.
—Ava, fue arrestada —empezó el agente, con el informe de los oficiales de Nueva York, empezó a explicarles —. Necesito que mantenga la calma, con lo último que me informaron —eso alerto a todos —un hombre vivía con ella, a esa persona no se encontró, pero al parecer, es su hijo —se dirigió a Mark, él cual palideció —, hay unas teorías que esté vivo.
Dejo caer la silla en la que estaba sentado, al levantarse. Empezó a negar con la cabeza, para él era ridículo que su hijo pudiera estar vivo. La cadena y la ropa eran de él, ese día Mark lo había visto.
—No es cierto —en su interior pasaron muchas cosas.
No terminaba de aceptar que Ava tuvo que ver con la muerte de la mujer que amaba, como para que le dijeran que Edward podría estar vivo.
Elena que estaba en una esquina, con rabia y frustración, por lo que se le acusaba a él hombre que una vez ella amo. Compartía y entendía el sentimiento de Mark, por lo que se le acerco y tomo su mano, como muestra de apoyo.
Eso lo tranquilizo por ese instante, pero él se estaba conteniendo y eso no es bueno para ningún ser humano.
—Layla, lo mejor es que hables sobre eso —dio el consejo, Will.
Ellos dos, con Chloe estaban en otra parte de la delegación, alejado de todos.
—No puedo —apretó sus manos —, no quiero que nadie escuche. No quiero recordar las palabras de Ava ese día hacía mamá, no quiero recordar el dolor de Edward, no quiero recordar como mamá se despedía de mi. N quiero.
Para ella siempre fue difícil no confesar todo, ocultar lo que recordaba hace dos años. La mente es el arma más poderosa de los seres humanos, con ella jugo. Por dos años las lagunas de ese día era muchas, solo recordaba detalles sin importancias. Luego un día, cuando Mateo fue a verla y asegurarse que estuviera bien —como lo hacía cada vez que podía —, recordó.
Y fue el inicio de las investigaciones y de los rencores.
No fue nunca una persona que olvidara, quizás ese es uno de sus más grandes defectos. Ella siempre tenía presente a las personas que la había dañado, pero antes de los 18 jamás con odio. Cuando recordó, sus emociones fueron muy fuertes, a mitad de último grado, con una vida tranquila y con el vacío de su familia. Recordó y cuando eso paso, nadie la detuvo, hasta que ocurrió lo del día de hoy.
Las cosas no eran fácil, ella lo sabía. Aunque en realidad no se amainaba la magnitud de todo lo que iba a pasar.
—Ese día mi madre y hermanos no pudieron estar, por lo que solo quedamos él y yo —empezó a narrar. Collins, Jones y Hill estaban prestando atención, igual Alfredo que estaba al otro lado de la vitrina, viéndolos. —. Ese día llego Ava a casa, era la amante de Alfredo, pero también quien lo manipulo para que cometiera eso, le dijo que Iveth iba en camino, ella sabia de la llamada que le hicieron de la sucursal de vinos allí. Lo manipulo inventando que su padre Damián había violado a Ava —eso hizo que la familia Hill se estremeciera, les dolió—, por lo que con eso y además de lo que le ofrecía, le ayudo.