Las Leyendas de la mar: Los piratas sin corazón.

Prólogo: La leyenda de Davy Jones.

La noche había caído ya en Puerto Blanco, el mar que limitaba con la ciudad se encontraba ahora bastante tranquilo y en la ciudad no se veía nada más que la luz del gran faro iluminando el horizonte y uno que otro señor volviendo ebrio de alguna cantina.

Esa noche Dalía estaba sentada en su cama tratando de dormir a su bebé de apenas tres  meses en sus brazos, la pequeña de ojos azules y cabello castaño no parecía tener la mínima intención de quedarse dormida, muy al contrario miraba a su joven madre fijamente y movía sus manitas de un lado a otro. 

— Pequeña Wendy duérmete ya, que mamá necesita descansar—le decía mirándola a los ojos con una leve sonrisa.

Dalía era una mujer de apenas veintiocho años, tenía una lluvia de risos pelirrojos que caían de su cabeza a la altura de su cintura, ojos de un color celeste claro, piel de un tono muy blanco y la cara llena de pequeñas pecas. Tanto su cuerpo, bastante esbelto y más si tomamos en cuenta que ya ha sido madre, como su mirada y su sonrisa la hacían una joven muy hermosa.

El sonido de unos golpes en la puerta de madera llamó la atención de la joven.

—¿Niños?

—Mamá, no podemos dormir—Escuchó la voz de Jacky, su hija mayor. 

Dalía rió.

 —Entren, la puerta está abierta.

Sus dos hijos con pijamas puestas entraron a la habitación sonrientes y se sentaron a ambos lados de su madre.

Jacky, la hija mayor, tenía ocho años, su apariencia era bastante similar a la de su madre pues había heredado los rizos pelirrojos, los ojos celestes y la piel pecosa. Dave por su parte era un niño de apenas seis años, era delgado, tenía cabello lacio color castaño y también había heredado los ojos celestes. 

—¿Wendy aún no se ha dormido, mamá?—preguntó Dave. Su voz era tan aguda que haría morir de ternura a cualquiera.

—No Dave, hace falta más tiempo para dormir a tu hermana—respondió su madre.

Todos rieron, incluyendo a la pequeña Wendy.

Ambos niños se quedaron al lado de su madre, acurrucados en sus brazos y a gusto con el calor que sentían a su lado.

—Mamá tengo una pregunta—dijo Jacky rompiendo el silencio.

Su madre la volteó a ver, no quería hablar demasiado pues Wendy ya por fín se había quedado quieta y parecía que iba a dormirse.

—¿Mamá, quién es Davy Jones?

Dalía se sorprendió mucho, cosa que evidenció con la mirada que le clavó a su hija.

—Jacky, ¿dónde escuchaste ese nombre? 

—Un niño en la plaza dijo que mi nombre se parecía al suyo, nos dijo que era un pirata-Dave se puso de pie en el colchón—.Dave D. Jones y Davy Jones suenan muy parecido, no solo porque tenemos el mismo apellido. 

Dalía suspiró y recitó:

"De todos los siete mares 

Uno de los piratas más grandes

Davy Jones era su nombre

Un capitán de renombre.

A un gran Kraken derrotó 

Contra un hombre gigante se enfrentó 

Hacia el feroz leviatán su espada apuntó

Y a cientos de tripulaciones él hundió.

El mar surcó de principio a fin

En El Holandés Errante navegó

Al ritmo de un mortal violín

Y a los dioses antiguos desafió.

Tesoros que no se pueden imaginar 

Davy Jones encontraba sin cesar

Y con un eufórico cantar

Todos los corazones lograba robar.

En el cofre de Davy Jones, aguardaba

Lo corazones de los que el mar se apropiaba 

Las almas de quienes no se apiadaba 

Y todo el oro que alguna tripulación soñaba." 

Tras terminar ambos niños comenzaron a jalar de sus brazos de manera muy insistente mientras repetían "Mamá cuéntanos más".

—Eso es todo niños—Dalia rió—.A esta canción la llaman "La leyenda de Davy Jones", es solo una historia que cuentan.

—¡Es increíble!—Dave gateó por el colchón hasta el pie de la cama, se puso de pie y comenzó a dar pequeños saltos mientras movía sus manos como si blandiera una espada—.¡Algún día voy a ser un pirata como Davy Jones, voy a tener muchos tesoros y a ser capitán de la mejor tripulación!

Enseguida Jacky también fue al pie de la cama y simulaba acomodarse un sombrero invisible.

—Y yo seré Jacky D. Jones, la mayor capitana pirata. Voy a ser la más valiente y voy a proteger a Dave y Wendy.

—¡No, yo seré el capitán!—dijo Dave simulando apuntar a su garganta.

—Yo soy la hija mayor—dijo Jacky de manera modesta.

Dalia rió por ver aquella escena.



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En el texto hay: piratas, aventuras, barcos

Editado: 06.05.2018

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