-Vamos caramelo -sale del cuarto de la forma más natural posible, pero yo aún me sigo preguntando ¿qué acaba de pasar? -.
Salgo del cuarto topandome con el hermano mayor haciendo lo mismo.
-Ya me cansé de preguntar por qué siempre que sales del cuarto de Matt estás roja.
-Es que tenía mucho calor -miento mientras sonrió nerviosa-.
-Bugiardo -me guiña un ojo y va hacia las escaleras-.
-¿Qué es bugiardo? -pregunto confundida-.
-Investiga Blair -baja las escaleras dejándome confundida-.
No me habrá insultado..... ¿O si?.
-Blair todos te estamos esperando -grita Marcella desde abajo-.
Voy por los escalones hasta llegar a ellos.
-Hicimos risotto, es de Italia espero y te guste.
-Y si no me lo puedes dar a mi -habla Marco con la boca llena-.
-No creo que te quepa más cariño -contesta su mamá-.
-Creeme, me cabe más.
-Gracias Marcella - me siento y pruebo un bocado bajo la mirada de todos ellos-.
-¿Te gustó? - cuestiona la pelirroja un tanto nerviosa-.
-Si está muy bueno.
-¡Que bueno! -se sienta aliviada-.
-Marcella, no creo que sea necesario quedarme -hablo con vergüenza- puedo ir a mi casa y estar sola, ya tengo 18.
-Claro que te quedarías sola, pero dadas las circunstancias de hace un rato decidimos que sería mejor estar aquí.
Por una parte tiene razón, hay un asesino afuera, y yo sola muerta de miedo sería espantoso.
-¿Saben si cancelaron clases? -dice Marco-.
-El director mandó un comunicado dónde cancelan hasta la siguiente semana.
-¿Quién creen que haría algo como eso? -pregunta Matteo-.
-Uno nunca sabe quién puede ser... -Habla Marco sonriendo-.
Todos siguieron comiendo bastante tranquilos, ahora pienso mejor la idea de irme con Marco, con el otro italiano no se que tan cómoda me sentiría.
-Bueno chicos a dormir, ha sido un día difícil y tienen que descansar -voltea a verme- Blair Massimo ya puso una almohada extra y Matteo prestale algo para dormir, eso manchado de sangre no te traerá buenos recuerdos.
-Claro, también necesita bañarse -opina Matteo en tono burlón-.
-¿Qué huelo mal? -dice molesta-.
-Solo diré que necesitas un baño -una sonrisa se forja en su rostro-.
Los cuatro subimos y cada quién se dirige a su habitación, que la de Matteo sea más alejada es muy extraño, cliché, pero es verdad.
-Toma una camisa, mi...bóxer - santa madre de- iré primero yo.
Entra y me detengo a ver más detenidamente su habitación, discos, póster, cuadros, cuadernos y libro todos perfectamente ordenados, creo que no mentía cuando dijo que quería leer algo conmigo, tiene una estantería llena, romance hay pocos, terror y suspenso es lo que más ocupa el espacio, "La muerte de Marissa Feler" ese se ve interesante, "El campamento en las montañas", si, si me gusta.
-¿Andas de metiche? -el está apoyado en la puerta del baño con una sonrisa pícara, con solo una toalla en su cadera, no mires, no mires-.
-No... Solo se me hace interesante la cantidad de libros.
-Te puedo prestar alguno, con la condición que no lo maltrates.
-¿Enserio? -preguntó emocionada-.
-Escoje uno -camino a la estantería observando todo- puedes agarrar "Completamente mía" ese es mi favorito -susurra en mi oreja, ¿cuando llego ahí?! -.
-No creo que sea de mi estilo -hablo nerviosa-.
-¿Lo erotico no es de tu estilo caramelo? -me toca mis hombros y ba descendiendo por mis brazos-.
-No, em creo que el de "cuando las constelaciones desaparezcan" está bien, ahora me iré a bañar.
Corro rápido al baño, dejo que el agua recorra mi espalda y mi tallo mi cabello con el champú de olor varonil, salgo y exprime mi cabello agarro la toalla y me seco, me visto y salgo de el, para encontrarme con la imagen de Matteo acostado en la cama solo con un pantalón leyendo un libro.
-Siempre decían que las mujeres tardaban más, no pensé que fuera cierto -me da un repaso de arriba hasta abajo- te queda bien mi ropa.
-Está cómodo, ¿dónde dormiremos?.
-aquí, tú al lado mío.
-No...juntos.... No.
-Ni que fuera a hacer que.
-Mi tía me mataría.
-Ella sabe que dormiría aquí, dónde si no.
-Probablemente ella me dejaría en el patio.
-Pues me alegro que no esté aquí.
-Bien, solo no me toques -camino a pasos lentos un poco insegura de acostarme-.
-Me haré más de lado si no te sientes a gusto.
-No está bien solo que, siempre he dormido sola y es raro -por fin me acuesto y tapó con las cobijas hasta la cintura-.
-Sigo pensando en leer libros +18 contigo.
-Yo no leeo cochinadas.
-De lo que te pierdes.
-¿Cómo qué?.
-No lo sé, nuevas sensaciones.
-¿Sensaciones?.
-Exitacion Innocente -dice lo último en acento italiano-.
-Una simple lectura no puede hacer eso.
-Eso y más.
-Pues no lo creo.
-Tendremos que descubrirlo.
-Ya duerme, hoy ha sido un día difícil.
D.C