Cap. 26. Doble

El año seguía su curso y los Prewet, las Potter, los Black y los Weasley habían acumulado una indecente cantidad de castigos que iban desde limpiar la platería del salón de trofeos, hasta un par de visitas al Bosque Prohibido, lo que bien visto y en opinión de ellos, era más un premio que un castigo, algo que quedó de manifiesto cuando en oportunidad del primer castigo que habían tenido que cumplir allí, Cassander y Cassandrea le habían escrito a sus padres contándoles en los términos más emocionados el terrible castigo que les había impuesto el bueno del profesor Otbapa por hacer estallar un caldero con poción para hacer crecer el cabello y el pobre individuo había terminado con el aspecto de un chimpancé, a esto habían agregado una nota donde ponían que en cualquier caso y según las gemelas Potter no había mucha diferencia entre antes y después.

Jason y Lyra habían reído a más no poder con aquello, porque si bien Jason sabía que lo que correspondía era enviarles una nota de vuelta dejando clara su indignación por un comportamiento indebido, no podía evitar divertirse mucho con las ocurrencias de sus hijos y sobrinos.

James y Rowena opinaban que sus hijas estaban más que acertadas, pero todos sabían de la antipatía que le había tenido James tanto al infortunado maestro como a la materia en sí y por extensión Rowena estaba en la misma situación, de modo que no les extrañaba su opinión.

Grace por su parte prefería no saber, pero como Jason era poco dado a la misericordia, siempre les leía las cartas de los niños, porque le encantaba ver cómo Grace sacudía a Sirius culpándolo por el comportamiento de los chicos, y en aquella oportunidad no había sido diferente máxime cuando lo único que le faltó a aquel irresponsable fue ponerse a lanzar fuegos artificiales cuando se enteraron.

A quien tampoco le iba especialmente bien era a Silver, ya que Abigail había dejado claro que todo aquello que hiciesen los pequeños demonios que tenían por hijos, era absoluta responsabilidad de su marido porque a ella jamás le habían impuesto un castigo, de manera que cuando la sanadora se enteró de lo que habían hecho y sin pararse a averiguar si Ben estaba involucrado, porque sin duda así era, quien terminó apaleado fue Silver.

En esos términos había transcurrido el primer año de escuela para los niños y para sus padres, pero poco antes de que finalizasen las clases y en medio de los exámenes finales, se metieron en su primer problema grande, o al menos eso parecía.

Un miércoles estando los Aurores reunidos, Jason irrumpió en la sala y por su aspecto todos estuvieron muy claros en que algo de seria naturaleza había sucedido.

• ¿Qué sucede, Niño?  --  preguntó Sirius, pero Jason parecía más allá de las palabras
• ¿Jey?  --  intentó Lyra
• Tenemos que ir a la escuela de inmediato

La mayoría sintió que se le paralizaba el corazón, tenían ocho niños en Hogwarts e independientemente de quién se tratase, se sintieron aterrados. Sin embargo, como Jason no acostumbraba dar explicaciones, sujetó a Lyra y se desaparecieron haciendo pensar a los demás que por aquella actitud debía tratarse de alguno de los gemelos. Los Aurores miraron a Anthar, James y Jeremy y éstos captaron el mensaje, ya que cualquiera de ellos tres podía hacer lo mismo que Jason, de modo que situándose alrededor de ellos fueron trasladados directo al despacho de la directora, ya que no tenían idea de a dónde se había dirigido Jason. No obstante, resultó que era justamente allí donde se encontraban.

• … y espero que tenga pruebas de lo está diciendo, profesora  --  escucharon que decía Jason cuando llegaron
• Muchachito majadero  --  dijo Snape, pero como nadie estaba como prestarle atención, fue ignorado por todos
• Sé que es algo grave, Jason, pero según Irma no hay dudas al respecto
• ¿Qué está sucediendo aquí?  --  preguntó Sirius que no se caracterizaba por su paciencia y menos cuando no entendía algo, pero antes de que Minerva pudiese contestar habló Jason de nuevo
• Quiero ver a Cassander y ciertamente quiero hablar con madame Pince, en ese orden

Aquello distaba mucho de una amable solicitud, y por el contrario, tenía todo el tinte de una orden que no era susceptible a ser desobedecida, pero siendo que la profesora McGonagall conocía bien a aquel individuo, se limitó a asentir y Neville salió en busca del niño y de la bibliotecaria. Después de eso, fue Remus quien hizo la misma pregunta que Sirius, de modo que mientras esperaban, Minerva les explicó.

• La pasada noche desapareció un libro de la biblioteca, y según Irma, el último alumno en salir de la misma fue el señor Prewet
• ¿Y qué hay con eso?  --  preguntó Sirius  --  Se supone que los libros están allí para que ellos los utilicen ¿no?
• Sí, pero en este caso se trata de un ejemplar muy antiguo que necesita de un permiso especial para poder ser utilizado, y en ningún caso puede ser sacado de la biblioteca
• Disculpe profesora  --  intervino Harry  --  Si es así, ¿cómo pudo habérselo llevado Cassander?

La pregunta de Harry obedecía principalmente a que recordaba su segundo año de escuela cuando Hermione para poder sacar el libro Moste Potente Potions que necesitaba para poder elaborar la poción multijugos, había tenido que valerse de la firma de Lockhart.

• Es lo que estamos tratando de averiguar
• Profesora, corríjame si me equivoco  --  dijo Hermione  --  Suponiendo que Cassander hubiese tomado ese libro sin permiso, ¿no se supone que los libros de la biblioteca contienen hechizos que los protegen y ningún estudiante puede sacarlos sin la debida autorización?
• Es una de las cosas que nos preocupa  --  dijo ella
• Pero en cualquier caso, no hay pruebas de que haya sido Cassander, porque si no entendí mal, lo único que tienen en su contra es que fue el último en salir de la biblioteca y eso en todo caso es una prueba circunstancial  --  dijo Bill
• ¿Se molestó alguien en preguntárselo a Cassander?  --  preguntó Sirius cuyo nivel de disgusto iba en aumento
• Él dice que no estuvo allí