La aparición en escena de Cassandrea había enmudecido a la concurrencia y todos la miraban con expresiones que iban desde la sorpresa hasta el horror, exceptuando la de Jason que era de decidida satisfacción con un atisbo de burla, porque sabía mejor que nadie, lo mal que podía pasarlo el cretino infeliz si su hija decidía hacerlo blanco de su ira. Pero si nadie podía hablar no era el caso de Louis que exhibió una media sonrisa mientras fijaba sus azules ojos en ella.
Por muy asombrados que estuviesen todos y lo estaban, habría sido mucho esperar que el incordio de James mantuviese la suya cerrada.
Todos los presentes, especialmente los de la última generación, conocían de primera mano lo peligroso que resultaba molestar a Cassandrea y le habrían recomendado al necio aquel no seguir por ese camino, pero los miembros de las generaciones anteriores que conocían del mismo modo a ambos, sabían que no había ni la más mínima posibilidad de que Louis se comportase diferente y aquello podía terminar muy mal.
Los ojos de Cassandrea relampaguearon en forma peligrosa y comenzaron a cambiar violentamente de color, pero mientras que a Louis le hizo gracia comprobar hasta donde llegaba el parecido de aquella odiosa muchachita con su progenitor, los que estaban en posición de poder mirarla se sorprendieron mucho, porque aquella era una característica que hasta el momento solo Cassander parecía haber heredado de su padre, mientras que era la primera vez que lo veían en Cassandrea. Lyra apretó el brazo de su marido, aunque él, de la expresión anterior de burla, ahora solo tenía una de ligera curiosidad, de modo que volvió a fijar su atención en Louis con intención de hacerle alguna clase de advertencia que lo salvase del desastre, pero aquel sujeto tenía una maestría en ser irritante.
Louis, Jason, Albus, Aydan, Axel y Oriana lo vieron venir, pero nadie pudo hacer nada, ya que el movimiento fue tan veloz como el pensamiento, y lo próximo que vieron fue que Cassandrea le acomodaba una sonora bofetada a un no muy sorprendido Louis que de no haber sido porque un segundo después se estaba retirando el cabello que le había caído sobre el rostro con el violento movimiento, habría parecido que no había sucedido nada.
Las féminas estaban a medio camino entre el horror y la consternación, algunas se habían llevado las manos a la boca para ahogar la exclamación, o al corazón en un intento por detener los violentos latidos de los mismos. En el caso de los chicos, algunos como Sirius, James, Alex, Fred, Ron, Charlie, los gemelos y J.B., habían emitido un silbido mientras que los otros se habían limitado a elevar las cejas.
Sin embargo, la señorita Prewet no parecía satisfecha y ahora fueron Jason, Altair, Ben y Geraldine los que sintieron la potente corriente de energía y estuvieron seguros que el salón iba a volar junto con Louis cuando aquello impactase en él haciéndolo pedazos, pero en esta oportunidad él se preparó, y antes de que nadie pudiese moverse él lo había hecho y tenía a Cassandrea firmemente sujeta y sus ojos estaban fijos en los de ella.
La escena era por demás extraña, ya que el tiempo parecía haberse congelado y los corazones que antes latían acelerados ahora parecían haberse detenido y daba la impresión de que nadie estuviese respirando siquiera. Aquel diálogo no había sido escuchado por nadie, ya que había tenido lugar a nivel puramente mental, y al menos en el caso de Cassandrea no había sido consciente de ello, y, por otra parte, solo había consumido unos pocos segundos al cabo de los cuales cinco individuos avanzaron con decisión, a saber: Cassander, Altair, Ben, Rigel y J.B., pero salieron despedidos hacia atrás cuando chocaron contra una barrera invisible.
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Editado: 27.06.2023