Me desperté atada de las muñecas frente a un espejo, intente escaparme pero no pude.
De repente empecé a escuchar un silbido y unos pasos que se acercaban a la habitación, cerré los ojos y escuche como el pomo de la puerta se movía.
La puerta se abrió lentamente solo escuchaba como unos pasos se acercaban a mí.
De repente unas manos frías rodeaban mi cuello, no lograba respirar.
A lo lejos escuchaba mi nombre de un movimiento brusco abrí mis ojos y me di cuenta que mi amiga Megan me estaba hablando.
Todo había sido un sueño me dije a mi misma, Megan me preguntó si todo andaba bien- al cual respondí —si—,
—como va andar todo bien, mira que estas temblando y estas sudando —dijo Megan.—
Tranquila todo esta bien solo tengo fiebre, me dará gripe o algo así. No le iba a contar sobre ese sueño tan lucido que había tenido, ¡sueño! a eso no se le puede llamar sueño eso es una pesadilla.
—Esta bien. —Dijo Megan mientras salía del salón.— Era momento de ir al receso.
Todos ya habían salido del salón, tome mis cuadernos y los metí a mi mochila salí del salón. Al pasar por la puerta recordé una parte del sueño y recorrió un escalofrío por mi cuerpo dejándome la piel helada.
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Llegue a la cafetería y vi a Megan sentada en su mesa favorita al centro de todos, su risa llegaba hasta fuera de la cafetería, sabias que ella estaba ahí solo por su risa era inconfundible.
Megan me saludo e hizo un gesto para que me fuera a sentar con ellos, correspondí al saludo y comencé a caminar hacia su mesa, de repente por el rabillo del ojo me percate que una figura sombría me estaba viendo desde una esquina al voltee a ver de golpe y no había nada.
Pensé mi mente está jugando conmigo. Vi a Megan y me di cuenta que me miraba algo confundida.
Llegue a la mesa la salude, como siempre lo hago para que no sospechara, Megan solo se abstuvo a corresponder mi saludo, no me preguntó nada, sabía que no le diría lo que me pasaba.
Comimos con unos amigos pero yo parecía ausente no dejaba de correr por mi mente esa figura sombría. Pensé a de ser solamente el cansancio definitivamente, ayer no dormí nada haciendo el proyecto final de Psicología.
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Toco el timbre, ni cuenta me di cuando terminaron las clases de un momento a otro ya era hora de ir a casa.
Megan desde la puerta me grito —Hase tendrás que irte sola a casa, debo de hacer unas cosas en la biblioteca.—
Con un gesto de disgusto le dije — esta bien, ten cuidado al regresar a casa sí —.
—Gracias Hase. —Dijo mientras salía de la clase.
Guarde todas mis cosas y salí del salón para ir a los casilleros a traer unos libros que me servirían para el examen de mañana.