Las Zapatillas del Doctor

Capitulo 31 "Reconciliación" Parte 2

Max Pov

Abro los ojos lentamente y miro el techo, este no es mi apartamento, no me alarmo ante no saber el lugar donde me encuentro ya que los recuerdos de hace unas horas llegan a mi mente.  Mi castañita y yo al fin hemos arreglado nuestras diferencias, me remuevo en el sillón de su sala, no es el más cómodo, pero me ayudo a descansar y reponer las energías que no sabía que me estaban faltando durante toda esta semana.

— ¡Hola bello durmiente! —exclama Mike, asustándome. Esta sentado sobre la mesa de centro se la sala con su rostro muy pegado al mío.

— ¡Te advertí que no lo despertaras! —lo regaña mi hermosa novia desde el comedor donde está colocando platos sobre la mesa, junto con sus respectivos servicios. —El inconsciente de Maximiliano no ha dejado de trabajar durante una semana— me mira enojada ahora a mí y gracias a que Mike está en el departamento no me regaña como sé que quiere hacerlo; se llevarían de maravilla con mi madre…ahora que recuerdo hay un tema que tengo que hablar con mi chica.

—Deja de regañarlo— dice Esther entrando al comedor con una cacerola en las manos. — ¡Hola Max! — Me saluda— que bueno que arreglaron sus problemas, porque Isis tenía un humor del que era preferible huir cuanto antes—

 — ¡Eso no es cierto! — replica divertida mi novia lanzándole el trapo con el que me imagino limpio la mesa.

—Totalmente de acuerdo con la bruja apestosa, no tena un humor de perros solamente…también se la pasaba llorando— con lo último me siento un completo miserable, mi castañita no merecía llorar por mi culpa y me siento el más miserable de los hombres. Una de las lecciones que me ha dado mi madre es que nunca lastime a una mujer y no hablo solo de violencia física si no psicológica o emocional. Porque al final tengo una madre, una hermana y más adelante talvez una hija y no querré que la lastimen de la misma manera que yo lastime a las mujeres con las que estuve. 

—Nos pueden dar un momento a solas — les pido a Mike y Esther los cuales salen del comedor. Giro a ver a mi castañita — Perdóname pequeña, soy el peor de los hombres; no merecías llorar por un problema que es mío como lo son mis estúpidas inseguridades —

—Doctor Lombardo; quien diría que tan guapote e inseguro —dice a manera de aligerar el ambiente. Amo su manera de ser y no sé porque demonios la estoy comparando con una persona que no le llega ni a los talones a mi preciosa mujer. — ¡Te amo! Y eso es todo lo que importa —dice antes de besarme.

— ¡Son tan lindos! —habla Mike desde la cocina interrumpiendo nuestra burbuja.

— ¡Te dije que no los interrumpieras—lo regaña Esther entrando a la cocina y veo como abre los gabinetes que están sobre la mesa de trabajo de la cocina sacando cuatro vasos!

—Lo lamento chicos…— dice Mike mirándonos— pero ya tenía hambre—, se justifica y el estómago de mi castañita empieza a hacer ruidos, al instante empiezo a reír seguidos por Mike y Esther, veo el rostro de mi novia esta roja, aunque no sé si por el enojo o por la vergüenza; como la tenía abrazada, intenta soltarse. Una vez que dejamos de reír y que Isis dejo de pelear porque la soltara comenzamos a desayunar entre bromas por parte de Mike, platicas de cómo les está yendo en el teatro a Esther y como va mi trabajo.

***

Para recuperar el tiempo con mi bella novia, la invite a caminar por Central Park. Con el invierno aun presente el paisaje es más que mágico, ver al “gran pulmón de la ciudad” cubierto totalmente de nieve y agregándole los lagos completamente congelados y espero que le guste la actividad sorpresa que aremos.

— ¡Lista! —comenta llamando mi atención. Es simplemente hermosa sin importar lo que traiga puesto y como está arreglada. Lo que más me gusta de ella es la manera en la que siempre hace destacar su belleza completamente natural sin necesidad de maquillarse exageradamente, simplemente resaltando los rasgos más hermosos de su rostro.

— ¡Hermosa como siempre! — contesto antes de jalar su mano y darle un pequeño beso sobre sus hermosos labios.

— ¡Que se diviertan parejita! — nos dice Mike antes de salir tomados de la mano como cualquier pareja normal. Subimos a mi auto y con el acostumbrado tráfico de Nueva York llegamos a nuestro destino, comenzamos a caminar hasta situarnos sobre el famoso puente donde se grabó parte de la película “Encantada de Disney” para ver el hermoso paisaje y para aprovechar abrazar a mi hermosa novia y besarla tanto como eh querido hacer…hasta dejar esos labios rojos e hinchados. Aprovechando que hay mucha gente a nuestro alrededor, le pido a unas adolescentes que nos tomen una foto; quiero guardar este momento no solo en mi memoria. Nos toman varias fotos, de las cuales mis favoritas son dos: una donde estamos abrazados y otra donde nos estamos besando. Les agradecía a las chicas antes de que se fueran y pude ver como una de ellas estaba sonrojada cuando les sonreí.

—Al parecer no soy la única que se enamoró a primera vista de usted Doctor Lombardo—comenta mi preciosa castañita.

— ¿Te enamoraste te mi cuando me viste por primera vez? —pregunto antes de volver a abrazarla y ponerla contra el borde del puente.

—No te mentiré, me pareciste guapo al instante, pero me enamoré de ti cuando me abrazaste en el momento que me rompí después de una terapia, ¿Lo recuerdas? —

—Claro que lo recuerdo, yo también empecé a sentir algo por ti en ese momento, pero como yo aún tenía una relación con Vanessa y además era poco ético salir con mi paciente; pero por suerte para usted, ya no soy solo su doctor de cabecera— bromeo.

— ¿Seguro que la suerte solo fue mía? —pregunta divertida mordiendo su labio inferior.

—Admito que la suerte fue de ambos, pero más mía—contesto y ahora es ella quien inicia nuestro beso, uno sin prisas disfrutándonos mutuamente. Amo la capacidad que tiene ella de hacerme olvidar todo lo que hay a nuestro alrededor y creer que estamos solos ella y yo en el mundo exterior. —Odio romper este momento, pero tengo otra sorpresa— le cuento antes de dar un último beso y dirigirla a nuestro sitio, para nuestra suerte estamos no tan lejos de la pista y no caminamos tanto, pero al parecer eso a Isis no le molesta ya que la noto disfrutar del paisaje mientras yo solo me concentro en no caerme por estar mirándola a ella.



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En el texto hay: hospital, amor, doctor

Editado: 30.11.2021

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