Todo cambio-Camila
Añoranza
[3]
NATALIE
He despertado un poco antes de que el despertador sonara, ya que con mis seis meses de embarazo me es cada vez más difícil dormir. No encuentro la posición correcta y cuando lo consigo no puedo durar más de cinco minutos en el mismo lugar. Eso, sumado a los constantes movimientos del bebe es toda una odisea.
Me doy vuelta sobre mi lado izquierdo y observo el reloj, marca las 5:30 am, no puede ser, cada vez duermo menos horas, esto termina por pasarme factura tarde o temprano . Consigo levantarme de la cama con algo de esfuerzo , me pongo una bata y bajo a la cocina a comer algo antes del desayuno.
Con esto del embarazo tengo los antojos más extraños que alguna vez pensé, todo lo que tenga picante me lo quiero devorar. Abro la nevera y mis ojos parecen brillar cuando encuentro una manzana, la corto en pedazos y le pongo algo de polvo picante.
Me siento en la mesa y comienzo a comer. Un momento después mi mente empieza a divagar. No niego que estoy disfrutando mucho esta etapa de mi vida , pero es raro tener que pasar por esto estando sola.
No me malinterpreten, no quiero decir que sea imposible, de hecho, admiro a todas las madres solteras que sacan adelante a sus hijos sin ayuda de nadie. Pero desde muy pequeña mi familia —y por ende yo también crecí con esa ideología— de que primero debes tener pareja, casarte y luego tener hijos y para mí todo iba viento en popa, pero nadie predijo que el padre de mi bebé moriría antes de que diera a luz. Para mi familia es casi un pecado formar una familia sin tener un 'hogar estable''.
Mi ex marido Jeffrey Manning sirvió al ejército estadounidense durante diez años . En su última misión fue enviado en un despliegue a Jordania, todo marchaba bien, pero desgraciadamente murió cuando una granada hizo explosión cerca suyo arrebatándole la vida al instante.
Supe de su muerte el día que el debía regresar a casa, cuando le daría la noticia de que sería padre, de lo cual me había enterado días atrás.
Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
Flashback
Chicago, Illinois
Seis meses atrás
¡No puede ser! Estoy demasiado feliz, acabo de enterarme de que estoy embarazada, esto es algo que Jeff y yo hemos querido e intentado desde hace un par de años y hoy por fin se hizo realidad nuestro sueño.
Daría todo porque Jeffrey estuviera aquí conmigo, pero en este momento él está en este momento en Jordania, lo único que me reconforta es que en un par de días estará de nuevo conmigo.
Después le llamo a mi familia para comunicarles la noticia, se alegraron por mí y, en fin, luego de eso me voy a dormir.
Al día siguiente.
Luego de despertarme, voy a un parque cercano, necesito algo de aire fresco, por lo que comienzo a dar una pequeña caminata.
Luego de media hora, me detengo en una pequeña banca, me quedo unos minutos respirando el aire fresco pero el sonido de mi celular me interrumpe. Miro la pantalla, este número no lo tengo registrado.
Lo tomo y descuelgo la llamada.
—¿Quien es?
—¿Es usted Natalie Manning? —preguntan desde la otra línea.
—Sí, soy yo. ¿Que está pasando?
Señorita —se queda callado— lamento decirle que su esposo el soldado Jeffrey Manning ha perdido la vida en batalla.
En ese momento mi teléfono se resbala de mis manos, un sollozo sale de mi garganta y lloro, lloro como nunca pensé hacerlo jamás.
Fin del Flashback
Sacudo la cabeza, me meto a la ducha porque mi turno en el Chicago Med ya va a comenzar, trabajo en el sector de Pediatría desde hace tres años.
Me visto rápidamente solo unos pantalones de maternidad, una blusa manga larga gris y zapatillas deportivas color negro.
Pido un taxi, porque con mi vientre es un poco difícil manejar un coche, cuando llega me subo y quince minutos después el auto se detiene enfrente del hospital.
En cuanto entro voy hacia el vestidor y me pongo el uniforme, una vez cambiada me dirijo a urgencias y solo espero que haya llegado el nuevo pediatra porque en realidad lo necesitamos mucho desde que despidieron al anterior por indisciplina. El sector está compuesto por dos médicos más además de mi, pero Pediatría es un lugar bastante concurrido por lo que constantemente necesitamos nuevo personal.
En el camino me encuentro con el Dr. Alex Karev uno de los médicos con los que trabajo, es moreno, cabello castaño oscuro y ojos negros y aunque de vez en cuando es un poco pesado trabajamos bien, lo saludo y le doy los buenos días. Luego me topo con la Dra. Robbins, otra de mis colegas, una rubia de ojos azules muy simpática, es agradable solo que me incomoda un poco que me cuente de sus chicas conquistas de una noche puesto que es lesbiana. Prácticamente corre a abrazarme apenas me ve.
Después paso por la estación de enfermeras donde están Maggie y April dos de mis amigas en el hospital.
Me acerco a la primera
—Maggie ¿Qué sabes del nuevo pediatra? ¿Ya llegó?
—Ya llegó, está en los vestidores, y solo sé que es italiano y que se acaba de mudar.
—Interesante, iré a presentarme y saludar.
Avanzó hacia los vestidores, pero antes de poder llegarme encuentro a el Dr. Choi., quien me intercepta a medio camino.
—Hola Natalie, buenos días ¿qué sabes de la nueva traumatóloga?
—No mucho Ethan, solo sé que se llama Mariagrazia y que es italiana igual que el pediatra.
Muy bien, gracias, nos vemos después.
Por fin llegó a los vestidores, donde un hombre de unos veintitantos está colocándose el estetoscopio en el cuello. Su cabello es castaño, tiene los ojos de un color ámbar, cejas pobladas, además de una ligera barba que enmarca su rostro.