Habían transcurrido tres años desde el desdichado ataque sufrido por Tyler. Cuando los expulsados volvieron a clases, aunque su odio por los Gryffindor no había disminuido, se vieron en la necesidad de mantenerlo bajo control, ya que sobre sus cabezas pesaba la amenaza de la expulsión definitiva.
Los padres o madres de los implicados, según fuese el caso, fueron enviados a Azkaban, por lo que algunos de ellos se quedaron sin ambos de sus progenitores, bien porque solo contasen con uno de ellos, o bien porque ambos estuviesen en prisión. Como Demian se encontraba entre los que no contaba con nadie más, fue recibido en casa de Andrei, y la madre de éste se hizo cargo de ambos.
Anthar, Tyler y Demian seguían compitiendo por el primer puesto de los individuos con mayor demanda dentro de la población femenina, y si Demian podía estar dentro de ese grupo, era porque habiéndose visto obligado a modificar su conducta en relación a los miembros de las familias más respetadas, admiradas o temidas del colegio, tuvo más aceptación que antes entre las chicas.
Anthar seguía siendo serio y formal pero solo para los estudios, porque sus relaciones con las chicas se volvieron francamente escandalosas, y según Sir Nicholas, ya superaba en mucho a su padre y a Jason. Su extensa lista no respetaba ni edad ni Casa, si era linda no le importaba que fuese mayor o menor, y le daba lo mismo que fuese Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o para horror de James, Slytherin. Su enorme parecido con su padre se había acentuado conforme había ido creciendo, y ahora a los diecisiete años, era insultantemente apuesto. Llevaba el cabello largo y sus ojos seguían siendo su principal atractivo, que él explotaba con el mayor descaro, una mirada suya y la chica en cuestión perdía la noción de tiempo y espacio, algo que sus compañeros encontraban muy irritante, pero ni en sueños alguien se habría atrevido a atravesarse en el camino de Anthar Black. Al igual que Bill y Jason, llevaba un pendiente, pero mientras el de su tío era un colmillo y el de Jason un aro que le daba el aire de un pirata, el de Anthar era uno con la figura de un rayo. Seguía siendo un alumno brillante y los profesores estaban encantados con él. También había desarrollado un talento especial para el vuelo veloz en escoba, algo que Madame Hooch había decidido explotar, de modo que lo había convencido de participar en las carreras de escobas y el chico había vencido sin aparente esfuerzo a todos sus compañeros. Debido a esto, la profesora había insistido en que formase parte del equipo de carreras y finalmente lo había convencido. Ahora se preparaba para enfrentarse ese año a los equipos de Beauxbatton y Durmstrang en el Torneo Internacional, y todos esperaban que pudiese vencerlos sin romperse el cuello como solía agregar Lyra.
En el caso de Tyler, su formalidad se extendía a sus gustos en chicas. Si bien era cierto que todas hubiesen dado su varita por estar con él, a Tyler le gustaban las damiselas en peligro, como decían Anthar y James. Para ser una chica Tyler, la niña en cuestión debía ser no solo linda, sino delicada y por lo menos parecer frágil. Mientras Anthar poseía un atractivo salvaje, Tyler era el clásico dios griego, de belleza apacible y ojos dulces. Llevaba el cabello corto, y más que un pendiente lo que tenía era un pequeño diamante prendido al lóbulo de su oreja. Al igual que Anthar, seguía siendo tan aplicado en clases como para todo lo demás. Era un modelo de corrección y solía ser la delicia en cualquier grupo de conversación, especialmente si estaba compuesto por una audiencia femenina. Poseía un talento especial para escribir lo que James calificaba de empalagosos poemas, pero que en realidad eran obras de arte poético, y las chicas mataban por ser merecedoras de unas líneas suyas. Se llevaba muy bien con todos sus primos, pero participaba poco de sus locuras, aunque lógicamente si alguno se metía en problemas serios, solía dar la cara por cualquiera. Él y Anthar eran la adoración de su hermana, lo que en principio los hacía felices, pero al mismo tiempo era una de sus mayores desgracias, porque Rowena era tremendamente cruel con las chicas que formasen parte sus vidas. Su modelo a seguir era su padre, pero tenía debilidad por Grace, a quien desde hacía mucho llamaba mamá con la mayor devoción. La mayoría de los miembros más jóvenes de su familia, casi sufrieron un infarto cuando él y Magenta fueron designados prefectos, aunque James con su proverbial desvergüenza, había terminado por decir que aquello era ventajoso, porque así tendrían la seguridad de que no los molestarían si se los topaban en sus rondas nocturnas. Aunque al igual que todos los miembros de su familia, era muy hábil con una varita, además de lo anterior, Tyler había desarrollado una innegable habilidad para la sanación, de modo que sus parientes y amigos, y si se sentían mal por cualquier cosa, antes de ir a la enfermería acudían a él, y aun cuando tuviesen que ir, siempre pedían la opinión de Tyler después que Madame Pomfrey los había atendido.
Demian Turel era la competencia más cercana que tenían en materia de chicas, pero él se decantaba por las chicas problema, y en ésta área encontró fuerte competencia con James Potter, porque ambos tenían el aire de los chicos malos, y aunque James no discriminaba mucho, y su única objeción era si la chica en cuestión era Slytherin, Demian únicamente se dedicaba a aquellas que causaban más problemas en el colegio, por lo que aunque no lo reconociese, se sentía irremediablemente atraído por Lyra, pero primero lo mataban antes que reconocerlo.
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Editado: 09.02.2023