Lazos de Amor

Cap. 37 San Valentín (I)

 

Jason llevaba cerca de una semana que no portaba por la casa, ya que prácticamente se había mudado al Hospital, de modo que aquella noche y después de salir del Ministerio, Sirius y Bill habían decidido pasar por allá. Como Jason ya no era empleado del Hospital, no tenía un consultorio, así que se fueron al de Silver. El sanador tenía aspecto de haber pasado por la peor semana de su vida, y conociendo como conocían a Jason, no les extrañaba que trabajase hasta el agotamiento, pero sí les extrañaba mucho que obligase a alguien a hacerlo.

  • Si están buscando al jefe, no está aquí  --  les dijo Silver en cuanto los vio  --  Está en la Sala de Aislamiento

Silver los acompañó, pero antes de llegar se encontraron a Jason en la puerta discutiendo a gritos con Abigail.

  • ¡Te dije que te fueras a tu casa!  --  le estaba gritando en aquel momento
  • ¡No puedes darme órdenes!
  • Tal vez  -- reconoció Jason bajando la voz y sonriendo de forma maligna  --  pero puedo obligarte lo mismo

Pero sin duda Aby lo conocía bien, porque dio un paso atrás y extrajo su varita apuntándolo con decisión.

  • No te me acerques  -- advirtió  --  y te recuerdo que yo hice el mismo juramento que tú
  • Escucha Aby…
  • No, escúchame tú  --  lo interrumpió ella  --  ¿Qué te da derecho a enviarnos a casa cuando tú estás matándote aquí metido? Llevas una semana sin dormir, comes mal, y ya tienes aspecto de…  --  se detuvo cuando él elevó una ceja  --…parece que fueras a caerte en cualquier momento. Así que deja de decirme lo que debo hacer.

Dicho esto, se volvió y casi choca con los tres hombres que observaban la escena con distintos niveles de sorpresa. Murmuró una apresurada disculpa y siguió su camino.

  • ¡Vaya!  --  exclamó Sirius que era siempre el más dispuesto a perder su cabeza  --  Parece que esta dulce señorita tiene los pantalones bien puestos
  • ¿Qué haces aquí, Black?
  • A mí también me alegra saber que estás bien, Niño, o al menos eso creo
  • A ti también te dije que te fueras a casa  --  dijo Jason mirando a Silver e ignorando a Sirius
  • Misma respuesta, jefe.
  • A ver, Niño…
  • No tengo tiempo para perderlo contigo, Black, así que si…
  • Solo vinimos a ver cómo estabas  --  intervino Bill  --  y si habías logrado averiguar algo con respecto al virus  --  agrego con rapidez sabiendo que él desestimaría lo primero
  • No, aún nada y seguimos perdiendo gente  --  contestó él en tono abatido y llevándose la mano a la cabeza
  • Pero no creo que adelantes mucho enfermando tú también  --  opinó Sirius

Y realmente su aspecto era lamentable, estaba ojeroso, se le notaba la falta de sueño y le hacía falta un buen afeitado. Sin embargo, nadie pudo agregar nada más, porque en ese momento vieron a Clío que entraba volando y se posaba en el hombro de Jason. Tanto Bill como Sirius se alarmaron al ver a la lechuza de Anthar, pensando que alguno de los chicos posiblemente estaba mal si Anthar le escribía a Jason. Y sin duda él pensó lo mismo, porque prácticamente le arrancó el trozo de pergamino que el animal traía atado a la pata. Pero una vez que lo leyó, su expresión no era de preocupación como habían esperado y temido los otros, sino de una ira peligrosa.

  • ¿Qué…?
  • ¡Voy a matar a ese mal nacido!  --  exclamó Jason arrugando el pedazo de pergamino y poniéndose en marcha hacia la salida del pasillo
  • ¡Ey Niño!  --  lo detuvo Sirius
  • Encárgate Silver, vuelvo en un rato  --  dijo Jason sin prestar atención a Sirius y sin detenerse
  • ¡Jason!  --  lo detuvo Bill con muy poco juicio, en opinión de Silver  --  ¿Qué sucede? ¿Los niños están bien?
  • Los nuestros sí, pero hay un infeliz que pronto dejará de estarlo

Siendo que Bill no había logrado detenerlo, casi corrían a su lado, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a quedarse sin respuesta.

  • Jason, hazme el favor de detenerte y explicar qué demonios está sucediendo

Sin embargo, por toda respuesta Jason le entregó el trozo de pergamino, pero siguió sin detenerse.

 

Jason,

Me dijiste que te mantuviese informado y eso hago. Tenemos un enorme problema, o al menos pronto yo lo tendré, porque voy a asesinar a Demian Turel. El desgraciado ese va tras Ly, ayer…

 

El resto era un relato pormenorizado de lo sucedido entre Demian y Alexander, y la increíble teoría de Victorie. Bill había leído la nota en voz alta mientras caminaban, y ahora levantó la mirada y Sirius tenía una expresión muy parecida a la de Jason.  Aunque ciertamente a Bill no le hacía ninguna gracia todo aquello, parecía ser el único que había reparado en la palabra teoría.

  • Jason detente, en primer lugar, no puedes ir a atacar a un alumno. Segundo, no le tengo más aprecio que tú a ese chico, pero en realidad no ha hecho nada.
  • ¡Pues no voy a esperar a que lo haga!  --  exclamó Jason de forma idéntica a Anthar, aunque no lo sabían
  • Bill, conocemos al sujeto y sabemos de lo que es capaz  --  lo apoyó Sirius  --  No podemos exponer a la lobita.
  • Por favor traten de ser razonables, repito que Demian Turel no ha hecho nada  --  les dijo  --  ¿Qué creen que sucederá si van y lo atacan?
  • Nadie va a enterarse  --  dijo Jason con rabia
  • ¡Por las Barbas de Merlín! ¿Piensas convertirte en un asesino solo por una sospecha? Discúlpame primo, pero no pienso permitirlo
  • Te aseguro que tampoco podrás impedirlo  --  aseguró sin detenerse y ya habían llegado a la planta baja




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