Lazos de Amor

Cap. 39 El beso

 

Mientras los chicos disfrutaban del espectáculo de Louis y Lily, Joseph se había movido con el mayor disimulo y había salido por la puerta posterior en compañía de Dánaee.

  • ¿Y bien?
  • Todo en aparente orden  --  dijo la chica

Y luego de un pormenorizado relato de las actividades de los chicos, que incluía muchos más detalles que los expresados en sus informes semanales, Joseph se le quedó mirando con cierta extrañeza.

  • ¿Qué?  --  preguntó la chica
  • Aquí echo de menos algo  --  dijo él con una sonrisa burlona
  • ¿Algo? ¿Algo como qué?
  • Tus habituales quejas acerca del salvaje comportamiento de ellos, pero sobre todo los epítetos desagradables que suelen acompañar al nombre de James y de Lyra.

Dánaee enrojeció violentamente, y era que, si bien seguía pensando que aquellos dos eran una amenaza, había tenido muchas oportunidades para comprobar varias otras cosas, muchas de las cuales ya Joseph se las había advertido. Como por ejemplo la indiscutible unión que existía entre ellos y la lealtad que se profesaban. Aunque no es que la tratasen con una simpatía exagerada y James seguía gastándole bromas cada vez que tenía oportunidad, también era cierto que, a pesar de no necesitar ser defendida, los chicos se habían mostrado siempre dispuestos a arriesgarse por ella aun sabiendo quién era. Y en el caso particular de Lyra, seguía sintiendo una antipatía visceral por la chica, por lo que se mantenía a la mayor distancia posible, pero ésta no se había metido con ella hasta la fecha. De modo que se vio en la obligación de reconocer ante su amigo la verdad de sus palabras y Joseph se sintió muy complacido.

  • Te lo dije Dana  --  le dijo con una sonrisa burlona

Antes de volver adentro la puso al corriente del extraño virus que se había presentado y le dijo que reuniese a los chicos al día siguiente antes de salir de la Torre y los pusiera al corriente, pero antes de entrar, Dánaee recordó algo y detuvo a Joseph.

  • No sé si esto sea importante, pero conociendo a estos chicos, es posible que traiga problemas más adelante  --  le dijo y procedió a un frío y profesional informe --  David Wilson, próximo a cumplir diecisiete, emparentado por el lado materno con las hijas de Percy Weasley. Callado, estudioso y tranquilo, pero sumamente persistente, y su objetivo independientemente del tiempo que le tome, es Lyra Lupin.
  • Opinión  --  dijo Joseph
  • No es especialmente hábil en el manejo de la varita, pero como dije, es persistente. Se ha acercado a mí con la intención de que yo lo acerque a mi vez a Lyra  --  aquí hizo una mueca  --  pero es lo bastante delicado como para intentar disimularlo. En mi opinión no tiene más posibilidades que el resto de la población masculina de este colegio, pero no va a desistir. El asunto es que en cuanto alguno de ellos se entere, irá por su cabeza. Recientemente Tyler, Albus, Rowena y Louis, tuvieron grandes dificultades para detener a Anthar una vez que surgió la sospecha de que Demian Turel iba tras la misma chica. Sospecha que por cierto tiene sustento real, y en cualquier caso es lo más importante de todo esto.
  • ¿Cómo sabes eso?
  • Hago mi trabajo, Joe, de modo que he averiguado y ciertamente Turel tiene un interés mucho más allá del que demuestra en Lyra Lupin, de modo que la chica corre peligro con este sujeto.
  • ¡Demonios!
  • Si bien es cierto que a Wilson no le iría muy bien, es seguro que a Turel lo matan sin compasión alguna y sabemos que tienen sobradas razones, así como puedo asegurarte sin temor a equivocarme, que quien lo haría sería Anthar, porque no solo es poderoso, sino potencialmente peligroso  --  concluyó Dánaee

Después de este preocupante informe final, ambos volvieron dentro, pero Joseph iba sumamente preocupado y no dejó de mirar en forma alternativa a Lyra y a Anthar. Y aunque a Dánaee no la había entusiasmado especialmente, recibió la orden directa de permanecer lo más cerca posible de Lyra y dar aviso inmediato en caso de cualquier amenaza.

El día había finalizado y los chicos ya volvían a la escuela. Los Aurores se aseguraron de verlos entrar a todos y luego se marcharon.

Anthar había notado la ausencia de Lyra a la hora de la cena y se preocupó, de modo que aun sin terminar de cenar y sin darle una explicación a nadie, se fue la Torre. Al entrar, lo primero que vio fue a Dánaee en la Sala Común. La chica levantó la vista del libro que leía y después de ver de quien se trataba volvió a la lectura, pero se sorprendió cuando un minuto después vio al chico de pie frente a ella. Era cierto que uno de los que menos le complicaba la existencia era aquel, pero tampoco era que se detuviese a conversar con ella nunca.

  • ¿Qué sucede?  --  le preguntó
  • Necesito que me hagas un favor  --  ante lo que ella lo miró con sorpresa
  • De acuerdo  --  dijo con cautela  --  ¿De qué se trata?
  • ¿Puedes subir y ver si Lyra está en su habitación?
  • Está  --  confirmó ella, porque la razón de que estuviese allí sentada era justamente que Lyra estaba en la Torre
  • ¿Entonces podrías decirle por favor que baje?




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