Cap. 98 ¿Cielo o infierno?
En los días siguientes al suceso con los Distera, por fortuna no se registró ningún otro hecho de la misma naturaleza ni de ninguna otra, a decir verdad, algo que era decididamente bueno, porque siendo los días previos a la boda de Lyra y Jason, la familia andaba de cabeza.
Las chicas parecían haber enloquecido, al menos en opinión de los miembros del otro sexo que veían toda aquella locura justamente así, como una locura. La primera en armar escándalo había sido Rowena, que había tenido una indignada discusión con su madre como de costumbre por el asunto del vestuario.
- ¡Rowena Black! -- había exclamado Grace con ira -- La que se casa es Lyra, al menos por esta vez podrías dejar de pensar en tu ropa, y pensar en la de ella ¿no?
- Madre, estoy pensando en la de todas -- dijo la chica en el mismo tono que se le explica algo a alguien decididamente carente de intelecto -- Si dejamos esto en manos de Lyra, todos iríamos de jeans.
- Lo que no estaría mal -- dijo James
- ¡Cállate, señor Potter! -- y seguidamente se volvió hacia su padre -- Papá, haz el favor de dejar la cobardía, haz ese estúpido diario a un lado y presta atención
Para sorpresa de los chicos que habían estado burlándose de James en voz baja por el dulce trato de su novia, escucharon a Grace reír.
- ¿Y bien, señor Black? -- preguntó ella -- A ver cómo enfrentas al pequeño monstruo que has creado
- Veamos -- dijo Sirius -- ¿Cuál es el problema, Wini?
- Por el camino corto, el problema es la obstinación de mamá
Grace la miró indignada, porque definitivamente Rowena tenía que ser muy desvergonzada para hablar de la obstinación de alguien más.
- Wini, si lo que quieres es un vestido para la boda, de acuerdo, iremos al Callejón y…
- ¡No! -- lo interrumpió ella
- ¿No? -- preguntó él francamente sorprendido, lo que demostraba que no había estado prestando la debida atención
- No, porque Madame Malkin ya está ocupada con el ajuar de Magenta y nuestros trajes para esa boda.
Aunque Sirius no creía estar entendiendo nada, hizo su mejor esfuerzo, pero decidió guardar silencio y ver si su hija aclaraba el asunto de alguna manera. Rowena rodó los ojos al verle la cara de idiota a su padre y decidió ser misericordiosa.
- Lo que quiero es que vayamos a París, y haz el favor de no preguntar para qué
- ¿París? -- preguntó Sirius con cara de incredulidad y ciertamente no entendía para qué, de modo que miró a su esposa quien sonreía con malignidad
- Tu preciosa Wini, quiere ir a buscar su ropa allá
- No es la mía nada más madre, no soy tan egoísta -- protestó la chica
Sirius aun las miraba a ambas sin estar muy seguro de estar entendiendo, pero en ese momento entraron Lyra y Jason, y él decidió desplazar su malestar al que consideraba el causante de todo aquel alboroto. Sin embargo, se anotó muy mal, porque Jason estaba demasiado feliz como para dejar que Sirius lo fastidiase.
- A ver, si quieres ir a París no veo cuál es el problema -- dijo mirando a Rowena una vez enterado del problema -- Tú solo di cuándo y vamos
- ¡Jason Fabián! -- exclamó Grace, pero tanto el uno como la otra la ignoraron
- ¡Eres un sol! -- dijo Rowena lanzándose en brazos de Jason
- ¡Ey! -- protestó James
- Soy inocente -- dijo Jason con expresión risueña y levantando las manos -- Ya tengo bastante con la mía -- agregó sujetando a Lyra por la cintura
- Discúlpame primo, pero tengo entendido que tú no eres inocente ni cuando duermes, así que, si no te importa, mantén tus manos alejadas de mi chica
Como ya todos estaban acostumbrados a que los celos de James se extendían a cualquier miembro del sexo masculino, fuese extraño o familiar, nadie le prestó mucha atención. Mientras que Grace no pensaba dejar a Jason en paz.
- Escúchame jovencito…
- Uuuuy -- corearon los chicos fingiendo cara de susto para diversión de Jason
- … no vas a llevar a esta niña…
- A todas, madre -- interrumpió Rowena, pero ella la ignoró
- … a ningún lugar
- Grace, es mi boda, de modo que me siento responsable. Así que deja de preocuparte, yo me haré cargo de este asunto.
- Pues no señor, porque si usted lo ha olvidado, todavía hay un loco suelto por allí y no permitiré que arrastres tú solo a diez niñas…
- Solo no, porque espero que no me consideres lo bastante necio como para dejarlo llevarse a mi chica y quedarme aquí tan tranquilo ¿no? -- dijo James
- Yo también puedo acompañarlos, mamá -- dijo Anthar
- Y tío Charlie lo conoce lo bastante como para no permitir que su futura esposa vaya sola con esta amenaza a ninguna parte
- Ya deja de decir necedades, James Potter -- dijo Lily con ira
- ¿Lo ves? No podrían estar más protegidas. Claro que si cierto padre responsable…
- Olvídalo Niño, ir de compras con diez señoritas no es el sueño de mi vida
- ¿De veras? -- preguntó Jason mirándolo con malignidad y deslizando la imagen de varias chicas desfilando sobre una pasarela en su mente
- ¡Cretino infeliz!