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La semana siguiente pasó normal, no volvieron a tener ningún contacto de esa índole, no se besaron, pero siguieron durmiendo juntos cada noche, Hoku llegaba muy tarde de trabajar y se iba muy temprano dejando a Akane sola, se sentía bastante sola en la casa, pasaba en día sola, solo sus amigos iban a verla cuando podían por el trabajo, se dedicaba a ir a la playa y pasear por el pueblo, ya todos a conocían como la Alua la saludaban con alegría, la mayoría

Akane iba por el pueblo paseando, la gente la saludaba y charlaba con ella y hacía que su mañana fuera más entretenida, iba caminando cuando una señora mayor estaba intentando colocar una planta arriba de una estantería y no podía alcanzar a dejarla en su sitio, Akane fue rápidamente y con mucha educación, cogió la planta y la colocó en su lugar

-Muchas gracias, Alua- le cogió la mano

-Llámame Akane- dijo ella con una sonrisa

-Bueno Akane, soy la señora Kelia

-Mucho gusto conocerá ¿necesita más ayuda?

-No te preocupes querida, tienes mucho trabajo con el Bosu

-La verdad es que no hago nada, así que con gusto la ayudaré

-Bueno, pero luego me dejaras invitarte a un té- la agarró del brazo entrando en la tienda

Ella aceptó, la señora era una anciana entrañable, la estuvo ayudando hasta que el escaparate estaba completo, era una pequeña tienda en el barrio tradicional de la ciudad, era preciosa y a Akane le encantaban las plantas, juntas se sentaron fuera de la tienda a almorzar juntas, estuvieron hablando un poco de todo, sobre todo de la vida de ambas y lo que la mujer conocía de la vida de Hoku, cosa que a la chica le interesó saber cómo era de adolescente

-Y ahora estoy todo el día sin saber que hacer, como Alua debo protegerlo, pero no está en peligro y me siento inútil así- dio otro sorbo al té

-Bueno querida, yo tengo una edad y puedo necesitar ayuda en la tienda, puedes trabajar aquí, si quieres

-Eso sería estupendo, me encantan las plantas y este barrio es precioso

-Pues no se hable más, ahora ayúdame a regar las plantas

-Sí, señora Kelia- ambas se levantaron, recogieron el almuerzo y prosiguieron a regar las plantas, pasaron toda la tarde, charlando y conociendo gente de la zona, a Akane le encantaba eso, pasar el día con gente hablando y conociéndolas

-Hasta mañana señora Kelia

-Hasta mañana querida- se despidió con la mano y fue hacía su casa, Hoku ya estaría allí esperándola

[…]

- ¡Ya llegué!

- ¿Se puede saber dónde estabas? - Hoku estaba sentado en el sofá mirándola serio

-En una floristería, voy a empezar a trabajar allí

-Que tontería es esa Akane, estaba preocupado- se levantó, pero Akane estaba muy molesta por ese comentario

-No tienes porque- dijo intentando ignorar su comentario

-Si desapareces todo el día, tendrías que estar aquí

- ¿Y eso por qué? - Akane estaba realmente molesta por su actitud

-Porque es tu casa

-Bueno, pues desde hoy no estaré aquí todo el día, estaré en la floristería ayudando a la señora Kelia

-No

- ¿Cómo qué no? - Akane estaba perpleja

-Pues que no, tienes que estar aquí, eres mi Alua y tienes que estar conmigo

- ¡Se puede saber que tonterías estas diciendo! - Akane soltó con furia a lo que Hoku se quedó mirándola sin entender -Quiero ir a esa tienda y no te estoy pidiendo permiso, te estoy informando

-No necesitas ni tienes porque hacer eso

-Pero quiero hacerlo, estoy harta de estar todo el día metida en casa, me voy a volver loca, me siento inútil

-Pero es tu deber como Alua, estar aquí…

- ¡Ahora si soy una Alua! Pero luego se te llena la boca diciendo que soy algo más que una Alua

-Akane, no necesitas eso, yo puedo darte el dinero, te puedo dar lo que necesites, no quiero que trabajes

-Pero no es lo que tú quieras- Akane había dado la conversación por concluida, pero Hoku abrió la boca

- ¡Akane no vas a trabajar, tienes que estar aquí!

- ¡Ya verás como si imbécil!

-Ya me ocuparé yo de que no- Akane le escuchó y se giró y le lanzó a la otra punta del salón de una ráfaga de viento

-Ni se te ocurra meterte en esto, Hoku, ahora déjame en paz

[…]

Pasaron los días, demasiado despacio para ambos, ya no dormían juntos, comían juntos o nada juntos, Akane estaba demasiado enfada y Hoku no daba su brazo a torce, para él ella debía de estar con ella en el edificio central ayudándole, cosa que nunca la dijo porque prefería que estuviera tranquila, haciendo lo que ella quisiera, pero prefería que trabajara con ella a en una floristería sin ninguna razón, no quería decirla que la quería a su lado ayudándole en la decisiones, por otro lado Akane estaba muy enfada por su respuesta, no entendía la reacción de Hoku, ella solo quería sentirse útil, trabajar y ayudar, no podía estar más tiempo dentro de la casa encerrada

Apenas se hablaban, cada vez que entablaban una conversación, salía el tema, Hoku seguía diciendo que dejará ese trabajo a lo que Akane, decía un no rotundo y se iba lejos de él

-Akane me voy al edificio central- era por la mañana y Hoku se iba a ir a trabajar

-Adiós- Akane ni siquiera levantó la cabeza para verle

Ambos estaban enfadados y dolidos, ante la actitud del otro

-Llegaré pronto ¿quieres algo de cenar?

-Lo que quieras- dijo con desdén levantándose, yendo a la cocina a dejar la taza de café

-Akane…- Hoku fue hacía ella, ella se quedó mirándole, esperando a que continuara hablando -De verdad no necesitas ese trabajo

-Hoku ya te lo he dicho, me gusta estar allí, por favor no sigas

-Pero… intenta entenderme, soy el Bosu, tú eres mi compañera y…

-Hoku no sigas, quiero trabajar allí, me gusta ayudar a la señora, me gusta estar con la gente, no puedo estar todo el día en casa

-Akane, lo he estado pensando y lo entiendo el que quieras ayudar ¿vale? Pero necesito que entiendas, que yo te necesito, te iba a preguntar si querías trabajar conmigo, que me ayudaras a tomar decisiones