Lazos de sangre: Los cuatro vestigios

Las razas

Amber siguió a Owen hasta llegar a su habitación. 
-¿Qué hacemos aquí?- preguntó ella.
-Necesito una hoja y un bolígrafo.


De repente Owen agarró el bolígrafo y empezó a escribir rápidamente en la hoja que había sacado de uno de sus cajones.
-Aquí está todo-dijo Owen entregándole la hoja a Amber.
La hoja decía…

Primera raza: Los benevolentes (mitad humanos mitad ángeles)
Segunda raza: Los peculiares (personas con poderes)
Tercera raza: Los destructivos (mitad humanos mitad criaturas sobrenaturales) 
Los mundanos (los normis)

-¿Los normis?- preguntó Amber soltando una risita.
-Sí, así les llamo yo. Son personas 100% humanas, no tienen sangre angelical ni demoniaca, y tampoco tienen habilidades especiales. 
-Pusiste en la hoja que los de la segunda raza tienen poderes, entonces todos los del cuartel pertenecemos a la segunda raza, pero el problema es que yo no tengo ningún poder.
-Aún… mira, los mundanos no pueden entrar al cuartel y tú si puedes, de seguro tu poder aún no sale a luz por una extraña razón, sabes solo los peculiares podemos entrar aquí, bueno… en realidad todos pueden entrar pero solo con el permiso de uno de nosotros ¿entiendes? 
- Entiendo, entonces… el mundo está dividido en 3 razas y aquí en el cuartel solo somos 7… ¿Solo existen 7 peculiares en Londres?- preguntó Amber confundida.
-No, no somos los únicos, quizá somos hasta miles pero no podemos estar todos en el mismo cuartel obviamente, existen muchos cuarteles alrededor del mundo, alrededor de Londres. Pero algunos deciden incluso no utilizar sus poderes, los niegan, quizás es algo que te pasa a ti, solo que lo haces de manera inconsciente. 
-Si podría ser.
-Bueno si alguna vez tienes alguna duda o quieres saber más de las razas no dudes en decirme…
-Gracias Owen…Lo aprecio- dijo Amber saliendo de la habitación, pero se detuvo en seco. 
-Oye Amber... te tengo que preguntar algo... ¿de verdad no te acuerdas de mi? Se me hizo raro que no me reconocieras cuando me viste, se que no nos hemos visto desde hace nueve años pero...
-Cuando te vi te me hiciste alguien familiar, lo admito, pero de verdad que no recuerdo que te haya visto antes. 
Y ahora si se salió de la habitación. 
Owen se quedó confundido y pensativo y luego se teletransportó al cuarto de Tom.

 

                                       ***

-¿Me podrías explicar porque carajos Amber no me recuerda? 
- Cálmate Owen, relájate y hablemos- dice Tom con los ojos muy abiertos del susto que acababa de experimentar. 
-Amber no me recuerda de nada, tampoco recuerda a Edmond, no tiene sentido, la conocemos desde que ella tenía 6 años, jugábamos juntos, y ahora ya ni siquiera se acuerda de mi nombre.- en la voz de Owen se escuchaba cierta molestia y tristeza.
Tom suspiró. 
-Lo sé, mamá decidió modificar los recuerdos de Amber después de la muerte de la abuela, ya que ella no mostraba ningún signo de que tuviera algún poder... quería que tuviera una vida normal, mundana, y tú y Ed son todo menos eso.
- No es justo, necesito que me vuelva a recordar...
-Se que te importa Owen, pero dale tiempo, aún tiene muchas cosas que procesar ¿si? 
En vez de contestar se volvió a teletransportar pero esta vez a su habitación. 
 




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