30.- Subiendo la temperatura (parte 2)

Advertencia: el siguiente capítulo contiene escenas explicitas, si lees es bajo tu propia responsabilidad:)

AMELIE.

Tengo que admitirlo, los jóvenes aquí en Melrose si saben cómo divertirse. La fiesta que había organizado esa tal Denisse está buena.

Seguí moviendo mis caderas mientras pasaba las manos por los costado de mi abdomen, Mayra estaba frente a mi bailando de la misma forma mientras Mayra y Jia estaba bailando un poco más lejos de nosotras.

–When you run your hands through her hair like you did to mine. Tell me, do I ever, do I ever cross your mind? – cantamos la pelinegra y yo a la vez la canción de Sabrina Claudio mientras bailábamos.

–Amelie, ¿puedo preguntarte algo?

–Claro.

–¿Esto siempre se siente asi?

Sabía que se refería al lazo que compartía con Cam, la verdad Mayra se había tomado la noticia mejor de lo que esperaba, y ambos acordaron llevar las cosas con calma. La verdad me alegraba que Cam encontrara a su compañera, recuerdo lo triste que estuvo al cumplir dieciocho en Silverstone y no haber encontrado a su compañera, pero los Dioses ya la han puesto en su camino, y eso no cambiara.

–¿Te refieres a la conexión, o a la necesidad? – aventuré.

–Ambos– se acercó un poco más para que nadie escuchara, aunque dudo que lo hicieran por el volumen de la música –. Siento una enormes ganas de lanzármele encima, y al mismo tiempo puedo sentirlo, siento la necesidad que siente por mí.

–Entiendo lo que sientes– los recuerdos de mi conexión con Rainer me invadieron, sonreí –. Pero el lazo solo está haciendo su trabajo, ambos están hecho para el otro, te has vuelto la debilidad y fortaleza de Cam, su compañera de vida.

La chica mordió su labio nerviosa.

–Se que suena bizarro y aterrador, incluso un poco intenso, pero nuestro mundo es completamente diferente al de los humanos. Para los licántropos, sus compañeros lo son todo, además de ser la mitad de su alma, también son sus amigos y protectores – le sonreí –. Este tipo de relación es mas que solo sexo y diversión, es más complejo y genial que muchas experiencias de amor humano.

–Lo entiendo, pero… nunca he tenido esta clase de sensación con alguien, siempre he sido fría de corazón con los chicos, pero al ver a Cam– sus ojos viajaron a la mesa donde estaban los chicos –, siento que me voy a derretir.

Reí. –Tengo que admitir que me sorprendió que Cam accediera a eso de “tomarse las cosas con calma”, no te ofendas pero, creo que no durará mucho.

–Pienso igual. Creo que lo dije mas por nervios que por otra cosa. La verdad es que es difícil resistirse a él.

–Cam y tu se parecen más de lo que crees, y te aseguro que él esta esperando que tu le des una señal para atacar– la pelinegra sonrió –. Su lobo interno debe estar que se muere por marcarte.

–Jia me ha hablado de la marca que los licántropos les haces a sus compañeros, imagino que en algún momento pasara– mordió su labio–. Espero que sea pronto.

–Cuando eso pase, todo lo que sientes por Cam se intensificará, sobre todo su conexión.

–¿Cómo Rainer y tú?, se ve desde lejos que tienen algo muy fuerte.

–Rainer y yo tenemos algo muy diferente pero al mismo tiempo muy similar a lo de ustedes, literalmente todo el universo se confabulo para juntarnos.

–¿Entonces no lo marcaste?, creí que por ser parte licántropo podrías marcarlo.

–Digamos que encontramos otras maneras de marcarnos– sentí la runa en mi mano derecha arder levemente –. Unas más interesantes que otras.

–No lo dudo.

Seguimos bailando hasta que los chicos se nos unieron. La fiesta estaba increíble mientras la música nos daba el ambiente de relajo y festejo, además, tener a Rainer detrás de mí, con sus manos apretando mi cadera hacia el mientras yo me movía, me hacía desearlo más y más.

–Puedo sentir tu deseo, preciosa– susurró en mi odio, rozando sus dientes en mi piel.

–Y yo siento el tuyo– moví las caderas hacia atrás, rozando su creciente erección.

Provocar a Rainer Sanderson es una de mis cosas favoritas en el mundo.

–¿Jugando rudo tan temprano?

–Nunca es temprano para nosotros, chico ángel.

El castaño me hizo girar, para mirarnos a los ojos. Jamás podría cansarme del color chocolate de sus ojos, tan profundos y misteriosos con pizcas de dulzura y deseo, definitivamente mi color favorito es el color de sus ojos. Su mano subió por mi cuerpo, enviando descargas eléctricas por mi piel hasta llegar a mi cuello, sus dedos pasaron tortuosamente por mi quijada y mentón hasta acunar una de mis mejillas.

–Nunca te cansaras de provocarme, ¿verdad? – negué rápidamente, sonriendo –. Y espero que nunca te canses.

–Jamás tengo suficiente de ti, Rainer, eres peor que una droga para mí– pasé las manos por su abdomen, sintiendo sus músculos por sobre su camisa azul.

Su rostro se pegó al mío, su respiración se aceleró. –Vamos arriba, necesito privacidad contigo, preciosa.

Sonreí mordiendo mi labio.

Comenzamos a caminar hacia las escaleras, había perdido de vista a Faith, de seguro debe andar con Colin por ahí, y Cam, bueno, él y Mayra estaban bastante juntitos bailando, esos dos pronto caerán, el lazo sabe lo que quiere y ellos también.

Rainer apretaba mi mano mientras subíamos la escalera, nos habíamos enterado de que esta discoteca tenía una cosa llamada “Salón Oscuro”, donde podían tener mas privacidad, y en el segundo piso, esa zona era mucho más privada. Al llegar arriba, dos guardias nos tapaban la entrada, al parecer la chica que organizo esta fiesta tenia el segundo piso como zona VIP.

–¿Quieres tener los honores?

–No, esta vez, son todos tuyos, amor– le dije mientras me abrazaba a su brazo.

Rainer miró a ambos guardias, estos en menos de tres segundos se quitaron del camino para darnos acceso. Caminamos entre la gente que estaba bailando, para ser una zona más restringida, sí que había gente aquí.